A casi tres meses del inicio oficial de la campaña, los partidos políticos ya están calentando motores. Pese a que aún no está habilitado el financiamiento electoral, las distintas fuerzas políticas cuentan con el dinero que reciben para su “desenvolvimiento institucional” como una antesala de la disputa proselitista que se impondrá desde mediados de año. El origen de esos fondos es mixto. Por un lado, proviene del Fondo Partidario Permanente que reparte el Estado a través del Ministerio del Interior, y que para el 2022 fue fijado en $329,5 millones a distribuirse entre los partidos políticos reconocidos que tengan sus balances al día, una parte en forma igualitaria, y otra según los votos obtenidos en la última elección.
A su vez, la otra fuente de financiamiento son aportes privados de particulares - en muchos casos de los propios afiliados de los partidos - y empresas, hasta cierto tope fijado por ley anualmente. De acuerdo a las modificaciones realizadas en 2019 a la ley 26.215 de Financiamiento de los Partidos Políticos, los aportes privados deben estar todos bancarizados, no se permiten contribuciones anónimas, y se habilitaron nuevamente las donaciones de empresas, pero con un máximo por año.
Para el 2023, el tope de donaciones por parte de personas físicas o jurídicas para los partidos nacionales distrito único es $40.257.956. Luego el monto varía según el distrito y la cantidad de electores. Por ejemplo, en la provincia de Buenos Aires es de $14,8 millones y en la Ciudad de Buenos Aires, de $3 millones.
Contra lo que pudiera creerse, las principales agrupaciones políticas, como el Frente de Todos o el PRO, no son las que más fondos recibieron el año pasado, según el Registro Público de Aportes de la Cámara Nacional Electoral (CNE), sino agrupaciones identificadas con la izquierda. La mayoría de los apellidos que aparecen en la página web son militantes de ese sector político que aportan a distintos partidos, muchos de los cuales tienen expresiones electorales que pocas veces han superado el piso de las PASO. De hecho, media docena de agrupaciones de izquierda fueron las receptoras de los mayores aportes individuales: entre $1,2 millones y $2,4 millones el año pasado.
El Partido de los Trabajadores por el Socialismo (PTS) es la fuerza política política que, en total, más dinero recibió a lo largo del 2022: $50,2 millones. Fueron 282 donaciones en 12 provincias y en el orden nacional, según el análisis realizado por Infobae del sitio web de acceso público implementado por la Cámara Electoral para transparentar los aportes que hacen los donantes.
En segundo lugar se ubica el Movimiento Socialista de los Trabajadores con $20,4 millones en total, resultantes de donaciones en 12 distritos y a nivel nacional. Ambas fuerzas forman parte de la coalición electoral Frente de Izquierda y de los Trabajadores - Unidad (FIT). “No es casualidad que dos partidos del Frente de Izquierda - Unidad aparezcan entre los que más aportes recibieron. Somos una fuerza militante que hacemos todo de manera transparente, todo lo que hacemos está blanqueado. Tenemos 1.300 aportes, que están identificados con nombre y apellido”, sostuvo Guillo Pistonesi, miembro de la mesa nacional del FIT, ante Infobae.
“Nuestros militantes son trabajadores y estudiantes que viven de un salario y contribuyen al partido”, aseguró. Y mencionó casos de afiliados que entregan parte de sus indemnizaciones o herencias para apoyar a la organización. Entre los nombres conocidos en la lista de los principales donantes aparece el ex diputado nacional Juan Carlos Giordano, de la fuerza Izquierda Socialista, que hizo 11 donaciones a lo largo del año pasado que sumaron $1,4 millones para ese partido. “Estos aportes son de mis ingresos como empleado del Congreso, probando con ello que me queda como ingreso el monto de un trabajador como hacemos desde la izquierda”, le dijo este dirigente a Infobae. También aparecen entre los aportantes los diputados Romina del Plá, que contribuyó con $345.000 al Partido Obrero, y Nicolás del Caño que hizo una donación en especie al FIT-Unidad de $13.300.
Si se suman las 24 agrupaciones de izquierda, nacionales y de distrito que recibieron aportes de sus afiliados y particulares en 2022, en total recaudaron $101,5 millones.
En tercer lugar en el ranking de partidos que más dinero recibieron en 2022 se ubica Encuentro por la Democracia y la Equidad, el partido creado por Martín Sabbatella, titular de la Autoridad de la Cuenca Matanza Riachuelo (Acumar), alineado con el kirchnerismo. Esa fuerza - más conocida como Nuevo Encuentro - recibió $16,1 millones durante 2022. El 65% de los aportes fueron de empleados de la propia Acumar, según el relevamiento realizado por Infobae (67 sobre 103 aportantes). Los montos fueron de entre $379 y $318.000. Entre los donantes figura el propio Sabbatella, que hizo 15 aportes en 2022 por un total de $610.900, y su mujer, la diputada nacional Mónica Macha, que hizo una cifra similar de aportes por un total de $572.441.
Ante la consulta de Infobae, Damián Topino, apoderado nacional de Nuevo Encuentro, señaló que “desde su nacimiento como fuerza política estuvo comprometido con la transparencia y las políticas anticorrupción” y que “su fuente de financiamiento principal siempre ha sido el aporte voluntario de sus militantes y adherentes, de conformidad con lo dispuesto en su Carta Orgánica. Tales aportes se efectúan de modo personal y voluntario, por medio de transferencias bancarias, siendo además validados ante el sistema de la Cámara Nacional Electoral”. Y agregó: “Ese tipo de financiamiento es totalmente transparente y el Partido tiene presentado en tiempo y forma todos sus balances, que han sido aprobados sin observaciones por la Justicia Electoral. Nuestro partido es financiado por sus militantes y adherentes de manera voluntaria”.
Respecto del elevado número de aportantes que trabajan en la Acumar, respondió: “Es natural que el Partido que represento reciba aportes de funcionarios que trabajan en ACUMAR, por la sencilla razón de que en ese lugar ejercen tareas integrantes del partido. Como en todos los casos cuando se gestiona políticamente un organismo público, es necesario contar con una planta política de confianza para garantizar el rumbo y la eficacia de esa gestión”.
En donaciones privadas recibidas en 2022, le sigue Republicanos Unidos, la fuerza creada por Ricardo López Murphy en 2021 y con la que competirá en estas próximas elecciones como precandidato a jefe de gobierno porteño, bajo el proyecto presidencial de Patricia Bullrich. El partido del “bulldog” recibió $10.8 millones en la Ciudad de Buenos Aires, según los datos oficiales que revisó Infobae.
El mayor aportante de Republicanos Unidos fue Beatriz Albertelli, emprendedora con una trayectoria laboral en el mundo bancario y “referente” del partido, según la web partidaria. Hizo 15 aportes por un total de $1,1 millones. Apenas una cifra inferior donó el ex legislador porteño Jorge San Martino, $1.050.000. empleado de la ANSES y profesor en la Universidad de Belgrano, San Martino confirmó el aporte y explicó a este medio: “El origen de los fondos son mis ingresos personales. Soy el Presidente de Republicanos Unidos CABA y como otros afiliados, colaboramos en el financiamiento para desarrollo institucional partidario, siempre declarando el aporte en el Registro. Respecto a los otros aportes, figuran en las declaraciones públicas de CNE, por sus responsables. Todos están asentados en el Balance que cerró el 31 de diciembre y se presenta a la Justicia Electoral a fin de este mes”.
Otros aportantes con montos elevados a Republicanos Unidos fueron: Norma Ruiz Huidobro, quien ocupa una silla en los directorios de los laboratorios Roemmers y Gador, y contribuyó con$1 millón; y el empresario Santiago Esteban Vattuone, director de la financiera Transacciones Agente de Valores SA, que aportó $950.000. El propio López Murphy, electo diputado nacional en 2021 aportó $871.000 durante el año pasado.
Los aportes que figuran en el sitio web de la CNE son consignados voluntariamente por los propios donantes, que deben cargar además la documentación respaldatoria de la transferencia, depósito bancario, o el recibo de sueldo, en caso de aquellos funcionarios públicos que hacen un aporte mensual fijo por bono según el porcentaje fijado por la carta orgánica partidaria. Las donaciones privadas deben, a su vez, ser informadas por los partidos en sus balances anuales, identificando el aportante y los montos.
En quinto lugar en el ranking de recaudación de contribuciones privadas durante 2022, siempre según lo que figura en el Registro Público de la Cámara, se ubica el Partido Solidario. Fundado por el diputado del Frente de Todos Carlos Heller, su actual presidente, esa fuerza política recibió $10,4 millones. Pero el titular del Banco Credicoop no aparece entre los donantes, sí Silvia Heller, directiva de esa entidad, que donó $520.000 a lo largo del 2022. Le sigue el Partido Obrero - integrante del FIT Unidad junto al PTS, el Movimiento Socialista de los Trabajadores e Izquierda Socialista-, con aportes privados por $9,6 millones.
Entre los partidos tradicionales, recién en séptimo lugar aparece el partido centenario de la Unión Cívica Radical, con $8,9 millones. Recibió 170 aportes que arrancan en $4.000. Los más generosos fueron una docena de diputados provinciales pampeanos. Todos aportaron sumas de entre $150.000 y $200.000. También aparecen legisladores provinciales y funcionarios de Salta, Santa Fe, Mendoza, Buenos Aires y Tierra del Fuego, pero con montos menores.
El top ten lo completan el Movimiento Popular Neuquino, con donaciones por un total de $8,8 millones; la Coalición Cívica, la fuerza liderada por Elisa Carrió, con casi $8,4 millones recaudados en CABA, Buenos Aires y Río Negro; y el partido de la Izquierda de los Trabajadores, con $5,3 millones.
Otro de las fuerzas tradicionales, el Partido Justicialista, recaudó de privados un total de $5,4 millones en 2022, según el Registro Público on line. Los aportes fueron en el orden nacional, en la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires, y en Santiago del Estero. La alianza Frente de Todos registró $2,6 millones de donaciones efectuadas para los distritos de Buenos Aires, Santa Fe y Tucumán.
El PRO, históricamente receptor de fondos de privados y de empresas, aparece llamativamente con solo $272.046 en el sitio web de la Cámara. Todos son donaciones de particulares, sin ninguna empresa informada. Desde esa fuerza política, señalaron que la web de la CNE “se completa a voluntad de los aportantes, no de lo que realmente ingresó al partido”. Y si bien admitieron que tuvieron “un año pobre de aportantes”, precisaron que el número final era superior y ascendía aproximadamente a unos $9 millones en 2022.
Para Pistonesi, miembro de la Mesa Nacional del FIT, “estos números demuestran que los grandes partidos tienen una economía en negro, que gran parte de sus fondos provienen de empresarios y que, en el caso de las campañas electorales, utilizan los recursos de las administraciones públicas para hacer campaña. Las cifras de los grandes partidos son una broma, una burla, si no cómo se explica que el PRO haya recibido menos de 300.000 pesos el año pasado”.
Pocas empresas
En el Registro Público de la CNE figuran muy pocas empresas como donantes en 2022: solo seis por un total que no llega a $770.000 en 2022. Cuatro de esos aportes empresarios fueron para CREO, una fuerza política creada hace poco en Tucumán, que a nivel nacional se referencia en Juntos por el Cambio. El más importante, por $600.000, de la agropecuaria Javicho SA. “Con CREO hemos hecho todas nuestras campañas con aportes de privados, somos un partido nuevo en Tucumán”, le dijo la diputada nacional Paula Omodeo a Infobae.
Los otros dos aportes de empresas fueron para el Frente Cívico de Córdoba, por parte de Salud y Gestión SA ($15.000) y para el Partido Solidario en Santa Fe, de Ferretera General Paz SRL ($60.000).
Los bajos aportes empresarios - al menos según lo informado en la web oficial de la CNE por los propios donantes - puede explicarse por varios motivos. Por un lado, al no ser el 2022 un año electoral, siempre hay una merma, ya que las empresas suelen apoyar con fondos más jugosos a determinados candidatos, una vez definidos los competidores para las elecciones. Los nombres de los precandidatos para las PASO recién se conocerán el 24 de junio, día del comienzo oficial de la campaña electoral para las Primarias.
Por otro lado, al haberse prohibido los aportes en efectivo y todos deben ser trazables electrónicamente, no todos los hombres de negocios quieren que el nombre de su empresa aparezca públicamente apoyando a una u otra fuerza política, sin la certeza de cuál llegará finalmente al poder. Para sortear esa visibilidad, los aportes muchas veces se hacen en especies como el “préstamo” de un avión para traslados, o el costeo de gastos de logística para las distintas actividades políticas-partidaria. O si no, directamente en efectivo, sin registro alguno. No obstante, el efecto de la llamada “causa cuadernos” tuvo su impacto en el mundo empresario, ya que los directivos de las principales empresas del país tuvieron que desfilar por Tribunales por pagos ilegales a funcionarios de turno para hacer negocios con el Estado.
Más allá de que los propios donantes deben registrar su aporte en este Registro Público, las fuerzas políticas deben, dentro de los 90 días de finalizado cada ejercicio, presentar ante la Justicia Federal con competencia electoral el balance anual que debe incluir la lista completa de las personas físicas y jurídicas que hayan realizado aportes económicos en el período, con la identificación tributaria, monto y fecha del aporte.
Los fondos del Estado
Los aportes públicos para los partidos políticos reconocidos provienen del Fondo Partidario Permanente que son distribuidos por el Ministerio del Interior. Su objetivo es subsidiar un piso de condiciones para la competencia de los partidos reconocidos. Para el 2022 fue fijado en $329.526.298. Este dinero está destinado al “desenvolvimiento institucional” de las agrupaciones, a la capacitación (al menos 20% del aporte anual debe destinarse a actividades de formación para la función pública), y también a las campañas electorales.
El 20% de ese Fondo ($65.905.259 de la partida prevista para 2022) se reparte en forma igualitaria entre todos los partidos reconocidos. El otro 80% ($263.621.038), en forma proporcional a la cantidad de votos obtenidos en la última elección de diputados nacionales. Sólo participan en esta distribución los partidos que sacaron al menos el 1% del padrón.
Para los partidos nacionales, el 80% se distribuye a los partidos de distrito y el 20% restante a los órganos centrales. En el caso de los partidos de distritos que no hayan sido reconocidos a nivel nacional, el monto del aporte estatal se entrega a los organismos partidarios del distrito donde está reconocido. Si los partidos fueron a la última elección nacional en una alianza, el aporte se distribuirá entre los partidos miembros según el acuerdo suscripto entre ellos al momento de solicitar el reconocimiento de la alianza.
Más allá de estos fondos públicos y privados para el funcionamiento partidario, las distintas fuerzas políticas ya activaron sus contactos para empezar a recolectar dinero para la campaña, que oficialmente comienza el 24 de junio, y que es donde se requiere un mucho mayor caudal de recursos contantes y sonantes para tener chances de llegar al Congreso, y unos pocos aspirar a llegar a la Casa Rosada.
Cómo se procesó la información
Para la realización de esta nota se consultó la base de datos de la Cámara Nacional Electoral. Se puede consultar en línea, por nombre del aportante, utilizando los filtros avanzados. También permite la descarga de los datos en formato abierto (CSV), a través de este enlace.
Procesamiento y visualización de datos: Daniela Czibener y Andrés Snitcofsky
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