El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, de las filas de Cristina Kirchner, le pidió explicaciones al ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, que responde a Alberto Fernández, a través de una misiva oficial, sobre el envío de un comando de fuerzas federales y el despliegue de unidades de rápido despliegue al territorio bonaerense.
El gobernador actuó de esa manera cuando tomó conocimiento del operativo que estaba desarrollando el titular de la cartera nacional. Se lo contó su propio titular de Seguridad, Sergio Berni, y por eso decidió enviar la carta. Allí, le consultaba formalmente a Aníbal Fernández, que se encuentra enemistado políticamente con su par bonaerense, si había consultado y cooperado con la provincia para el proceso de despliegue en la Provincia.
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En la Nación dijeron a este medio que sí hubo reuniones para determinar el modo de coordinar las acciones locales con ayuda nacional. En total fueron cuatro de las que participaron todos los intendentes de la provincia, y de una de ellas participó el propio gobernador. Por otra parte, una de estas reuniones tuvo lugar en el edificio Centinela, donde opera la Gendarmería, con el jefe de Gabinete bonaerense, Martín Insaurralde, que responde a Kicillof pero con quien mantiene una interna en el año electoral.
Además, antes, Aníbal Fernández había mencionado que anunciaría unidades de despliegue rápido ante diputados de la Comisión de Seguridad de la Cámara baja, donde se presentó para dar explicaciones, citado por los propios legisladores. Luego llevó a cabo esas acciones, previas conversaciones con Insaurralde y otros funcionarios de la provincia.
Aquella presentación ante diputados había sido acordada en el marco de una sesión especial que se realizó para debatir la moratoria previsional, entre el bloque de diputados del Frente de Todos (FdT) y Juntos por el Cambio (JxC), luego de un pedido de interpelación presentado por el legislador radical santafesino Juan Martin. Si bien el oficialismo no aceptó el pedido de interpelación a Fernández, se consensuó con la oposición que concurra a exponer ante la Comisión de Seguridad Interior, que preside el diputado oficialista Ramiro Gutiérrez.
La exposición de Fernández ocurrió un día después de su viaje a Rosario con el fin de recibir a los efectivos que refuerzan el Comando Unificado de las Fuerzas Federales. El Gobierno decidió sumar 300 gendarmes y 100 efectivos de la Policía Federal, que progresivamente completarán la suma de 1.400 nuevos agentes, que se adhieran a los 4.000 que están en Rosario.
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El conflicto entre Kicillof y Aníbal Fernández se enmarca en la fuerte disputa nacional que mantienen Alberto Fernández y Cristina Kirchner frente a las próximas elecciones primarias del 13 de agosto. Si bien el Presidente dio muestras de apoyar a Kicillof como candidato a la reelección, y de que el propio gobernador enfrenta críticas dentro del propio kirchnerismo, especialmente de Máximo Kirchner, ahora decidió embestir contra la Nación con una carta que tomó estado público donde cuestionaba al ministro que, además de cumplir con su cargo, es la mano derecha política de Alberto Fernández.
Por lo pronto, en Seguridad nacional dijeron que no contestarán a la misiva de Kicillof, porque creen que el tema ya se había discutido con anterioridad y que el despliegue de refuerzos para combatir la inseguridad está coordinado con la Provincia.
Para Anibal Fernández, la decisión de Kicillof de enviar una carta responde a presiones del ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, que pudo haberse sentido excluido de las decisiones.
La disputa incipiente podría crecer si el gobernador decidiera escalarla. Sobre todo cuando se trata del tema que aparece en lo alto de las expectativas de los electores, en el año en que hay comicios presidenciales.
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