El presidente Alberto Fernández pasó una noche tranquila en la Residencia de Olivos y se quedará allí con una agenda reducida, recuperándose de los dolores lubares que le provoca una hernia de disco y que el martes lo obligó a una consulta médica en el Sanatorio Otamendi, al que concurrió supervisado por su médico personal, Federico Saavedra. Antes del viernes se le hará una infiltración en la zona afectada.
“El dolor por la hernia de disco se aplacó, pero por orden médica es mejor llevar la agenda a Olivos para acotar la movilidad”, detalló el Presidente ante la consulta de Infobae.
-¿Cómo se siente y cómo pasó la noche?
-Me siento bien. Una hernia de disco que se desplaza genera un dolor muy intenso. Ese dolor ha mermado a base de analgésicos pero me exige acotar la actividad. Por eso mi agenda seguirá en Olivos y lamentablemente debí suspender los viajes que tenia previstos a Chaco y a Entre Ríos que trataré de hacerlos la semana entrante.
-¿Cómo será la agenda para hoy?
-La agenda de reuniones seguirá en Olivos tratando de acotar mis movimientos. Antes del viernes me someteré a un bloqueo, que es como una infiltración, en el disco herniado. En ese mismo disco tuve el mismo problema hace 16 años y me sometí al mismo tratamiento con resultados muy buenos. No es nada grave aunque sin tratamiento adecuado te genera dolores muy intensos.
El jefe de Estado debió ser trasladado al Sanatorio Otamendi en la noche del martes por un fuerte dolor en la espalda y según se precisó en un comunicado desde Presidencia de la Nación, tiene una hernia de disco lumbar. Sin la presencia de funcionarios, permaneció en el nosocomio acompañado por su médico personal —Federico Saavedra— y personal de la custodia oficial. Por ese motivo se le recomendó realizar reposo en Olivos y se le programó un bloqueo radicular en 48/72 horas.
“El señor Presidente de la Nación, Doctor D. Alberto Ángel Fernández presenta un cuadro de dolor lumbar agudo, motivo por el cual se realizarán los estudios correspondientes con el fin de poder administrarle un tratamiento específico”, había indicado en un principio el texto oficial sobre la salud del mandatario. Poco después, el parte médico firmado por su médico personal, Federico Saavedra, señaló: “Al señor Presidente de la Nación, Doctor D. Alberto Ángel Fernández, le realizaron los estudios correspondientes, evidenciándose una hernia de disco lumbar, por tal motivo se realizará un bloqueo radicular programado en 48/72 horas”.
“Se le indica reposo y adecuar sus actividades en la Residencia Presidencial de Olivos”, completó el documento de la Unidad Médica Presidencial. Ante este escenario, el Presidente suspendió la actividad oficial que tenía pautada para este miércoles en la provincia de Chaco, donde junto al gobernador Jorge Capitanich planeaba inaugurar un tramo de la Ruta Nacional número 11.
El jueves su actividad se iba a trasladar al sur del Conurbano bonaerense, ya que en Lanús tenía previsto presentar la ampliación de un edificio de la Universidad de Lanús. El viernes debía ir a Concordia donde iba a mostrar el nuevo relleno sanitario que se construyó en esa ciudad al norte de Entre Ríos.
El último sábado se había registrado su última aparición oficial, en la que no había registrado inconvenientes físicos, cuando firmó en Luján el compromiso “Ni un pibe, ni una piba menos por la droga”, una campaña impulsada por la Federación de Hogares de Cristo que preside el cura José María “Pepe” Di Paola. El domingo, a su vez, se mostró activo a través de redes sociales al igual que ayer, cuando opinó en el marco del aniversario por los 10 años del papa Francisco en el cargo. El martes retomó la agenda con una reunión en Olivos junto a la nueva titular de la Oficina Anticorrupción, Verónica Gómez.
Unos pocos meses atrás, el Presidente de la Nación había registrado otro inconveniente relacionado a su salud en el marco de una actividad oficial fuera del país. En aquella ocasión —noviembre de 2022—, Alberto Fernández sufrió un cuadro de gastritis erosiva en medio de la gira internacional, que lo obligó a suspender por unas horas su participación en el G20 de Bali, Indonesia.
En esa ocasión, la Unidad Médica Presidencial dio a conocer que el mandatario tuvo “una gastritis erosiva con signos de sangrado”. E informó que “por tal motivo se decidió realizar los estudios de diagnóstico de rigor a fin de preservar su salud y evitar complicaciones”. En un primer parte, por aquel entonces, los médicos sostuvieron que lo que había sufrido era “un episodio de hipotensión y mareos”.
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