La Comisión Episcopal de Pastoral Social emitió un comunicado este martes en el que expresaron su preocupación por el avance del narcotráfico en el país, a raíz de de la ola de violencia que se registró en las últimas semanas en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe. En ese sentido, alertaron sobre el descreimiento que crece entre los ciudadanos con las autoridades políticas y de fuerza de seguridad.
En el documento titulado “Las heridas del narcotráfico”, los obispos argentinos recordaron: “Desde hacía ya una década nos sentíamos conmovidos por el narcotráfico y su contraparte: los rostros sufrientes de quienes están atrapados y condenados por una de las calamidades más grandes de estos últimos tiempos, como es el consumo y las adicciones a la droga”.
“Allí señalamos también sobre la expansión del narconegocio, ampliamente instalado en la Argentina, con avances en comercialización y consumo que se extienden a lo largo y ancho de nuestro país, con penetración muy fuerte en especial en los barrios más pobres de los conurbanos de los grandes conglomerados”, alertaron.
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En ese sentido, expresaron su preocupación porque se trata de “un fenómeno que agrava dolorosamente esa problemática; lo que parecería ser una escalada de violencia sin fin con inusitada frecuencia en la ciudad de Rosario en la provincia de Santa Fe, donde diariamente se conocen episodios conmovedores, de lo que aparecería como crimen organizado que se cobra víctimas fatales en forma indiscriminada”.
“Cobra vigencia nuevamente la referencia a que el ciudadano común sigue diciendo que a esta situación de desborde se ha llegado con la complicidad y la corrupción de algunos dirigentes. La sociedad a menudo sospecha que miembros de fuerzas de seguridad, funcionarios de la justicia y políticos colaboran con los grupos mafiosos. Esta realidad debilita la confianza y desanima las expectativas de cambio. Pero también es funcional y cómplice quien pudiendo hacer algo se desentiende, se lava las manos y ‘mira para otro lado’”, agregaron en el documento.
Los obispos ratificaron su acompañamiento a “los hermanos del equipo arquidiocesano de Pastoral social de Rosario que sostienen que la ciudad vive en circunstancias cuya injusticia clama al cielo, por la falta de respuestas de los distintos niveles del Estado representados por magistrados y funcionarios designados legalmente en democracia”.
Y agregaron: “Se advierte la vinculación que habría entre estas bandas de crimen organizado con estructuras de mecanismos de contrabando, lavado de dinero y evasión impositiva”.
“Sabemos que son muchísimos los hombres y mujeres que están dispuestos a acompañar las iniciativas del Gobierno, legisladores y jueces para dar una contundente respuesta al drama nacional del narcotráfico. Además, hay que considerar que estas organizaciones criminales frecuentemente se dedican también a la trata de personas para la explotación laboral y sexual, y al tráfico de armas”, aseguraron.
Por último, la Comisión Episcopal de Pastoral Social recordó al papa Francisco: “Este año se conmemoran los 250 años de la llegada de la imagen de la Virgen del Rosario en la capilla edificada en los orígenes de la ciudad y que le dio su nombre, pidiendo su intercesión para que inspire a toda la ciudadanía, pero especialmente a la dirigencia política, económica y social, que construyan los consensos imprescindibles que deberán ser la base de esas políticas públicas lúcidas, decididas y valientes a implementar por los magistrados y funcionarios”.
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