“Los intendentes no se la quieren jugar porque quieren cuidar su territorio. Pero después te piden la boleta nacional”. Esa confesión política la hizo en diálogo con Infobae uno de los dirigentes nacionales más relevantes del PRO. Es una idea que refiere a la interna electoral que inquieta a los jefes comunales del PRO en la provincia de Buenos Aires. Los intendentes opositores tienden a estar de acuerdo con esa aseveración. Tienen sus razones para hacerlo. Un indicio de eso es la presión que ejecutan por estas horas sobre Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich.
A tres meses y medio de la presentación de candidaturas, la interna en Juntos por el Cambio (JxC) recrudece a diario y no hay síntomas que anuncien una tregua en lo inmediato. Especialmente en el PRO, cuya pelea presidencial entre Rodríguez Larreta y Bullrich genera resonancias que salpican a los otros socios de la coalición: la UCR, la Coalición Cívica, Encuentro Republicano y Republicanos Unidos.
Esa dinámica política nacional, de tira y afloje, produce una incertidumbre electoral que traba acuerdos políticos en sus municipios. La provincia de Buenos Aires, que representa el 38% del padrón electoral del país, no está exenta de esos roces. Allí, los intendentes opositores se concertaron para apurar las decisiones a nivel nacional.
En territorio bonaerense, la interna del PRO se refleja en que tiene cinco candidatos a gobernador: Diego Santilli, auspiciado por Rodríguez Larreta; Cristian Ritondo, postulante de María Eugenia Vidal; Néstor Grindetti, Joaquín De La Torre y Javier Iguacel, apoyados por Bullrich. De esos dirigentes, Ritondo, Grindetti y De La Torre son hombres que tienen el visto bueno de Macri -cuya cercanía puede inclinar la balanza a la hora de las definiciones-.
Debajo, un grupo de intendentes y dirigentes territoriales siembra una serie de interrogantes sobre la incertidumbre nacional. ¿Macri será candidato? Si no lo es, ¿apoyará a alguno de los postulantes del PRO? ¿Cómo se resolverá la interna entre Rodríguez Larreta, Bullrich y Vidal? Si el PRO lleva más de un candidato a presidente en las PASO, ¿con quién se deben alinear los intendentes del partido amarillo? Son algunas de las preguntas que aún no tienen respuestas y preocupan a los referentes del espacio.
El dilema por la estrategia electoral para el cierre de listas
Por la composición de la lista partidaria, en la provincia se considera que lo que “traccionan” electoralmente son las puntas de la boleta. Es decir, los candidatos a intendente y a presidente, que se ubican en los extremos de la boleta, son los que movilizan votos y generan un efecto arrastre del resto de los cargos en juego (gobernador y legisladores). Esa hipótesis se corrobora al advertir que en la categoría gobernador se registra históricamente un escaso nivel de corte de boleta -a excepción del 2015-. En consecuencia, las candidaturas presidenciales y las intendencias impulsan a los candidatos a gobernador.
Por ese motivo, los intendentes -y los dirigentes territoriales- presionan para imponer condiciones a los candidatos a gobernador. Otro punto en este contexto es si los intendentes apelarán al famoso formato de la “Y” (que puede postularse como “V”, depende el caso) o de la “I”. La Y griega refiere a que todos los candidatos a intendentes vayan en las listas de todos los candidatos a gobernadores (Santilli, Ritondo, Iguacel, Grindetti y De La Torre) y a presidentes (Larreta, Bullrich y Vidal).
Los intendentes del PRO tienen cierto consenso -aunque no unanimidad- sobre esa estrategia: tanto el grupo alineado con Santilli, como el resto que se reparten entre quienes responden a Ritondo o al ala bullrichista. Para los jefes comunales lo más conveniente es el esquema de la “Y”. Es una actitud con la que pretenden evitar fracturas y resguardar sus territorios.
La Mesa del PRO en la provincia definió reunirse separado con los presidenciables para exigirles una definición en lo sucesivo. El próximo cónclave será el 16 de marzo en Vicente López. Aún no establecieron si convocarán para esa ocasión a alguno de los líderes nacionales.
Los intendentes y dirigentes territoriales del PRO pretenden lograr un acuerdo previo, que funcione como base para las negociaciones futuras, una vez destrabada la interna nacional. Al respecto, Macri y Vidal están de acuerdo con el planteo de los jefes territoriales y apoyan la idea de jugar con “Y”.
En cambio, Larreta y Bullrich, por la interna que enfrentan, desconfían de esa táctica. ¿Por qué? Porque les preocupa que aquellos intendentes que no estén alineados a sus respectivas candidaturas, no cuiden sus boletas presidenciales. En ese eje, ambos pretenden ir con su candidato a gobernador e intendentes -que la interna sea en todas las categorías- para traccionar su candidatura presidencial en detrimento de su contrincante.
El bullrichismo es el sector que defiende con mayor ahínco esa estrategia. Los operadores políticos bullrichistas sostienen que bajarán la boleta de “Bullrich presidenta” a aquellos distritos que militen por la ex Ministra de Seguridad. O, bien, a los territorios que se mantengan neutrales ante la pelea presidencial.
La situación inquieta a los territoriales del PRO y hay dirigentes que en las últimas semanas esquivan recorridas o fotos con Larreta o Bullrich para evitar tironeos. “Hasta que esto se ordene, tengo el teléfono apagado”, le dijo a Infobae un dirigente del PRO de la Primera Sección electoral.
Entre los intendentes hay cierta coincidencia en que la táctica de la “I” puede ser “riesgosa”. Especialmente en el interior bonaerense. Porque la UCR, principal socio del PRO en JxC, cuenta con estructura y candidatos competitivos por fuera del conurbano. Esto supone que la división de votos del PRO en lo municipal y en lo nacional puede derivar en que en algunas intendencias se imponga el candidato a jefe comunal del radicalismo.
Por eso, en la Mesa provincial amarilla hay consenso para exigir un pacto de reglas de competencia entre Macri, Larreta y Bullrich para dirimir la discusión de las candidaturas en provincia y en las intendencias.
La geografía política del PRO en provincia de Buenos Aires
La coalición opositora gobierna 57 de los 135 distritos bonaerenses. El PRO tiene 22 intendentes, mientras que la UCR administra 32 municipios. A eso se le suman tres mandatarios comunales de partidos vecinalistas alineados con JxC.
Mientras que en el conurbano bonaerense JxC gobierna cinco distritos: cuatro el PRO (Lanús, Vicente López, Tres de Febrero y San Miguel) y uno la UCR (San Isidro). La primera intendencia pertenece a la Tercera Sección electoral, mientras que el resto son territorios de la Primera Sección. El conurbano es la zona electoralmente más relevante, integrada por 24 municipios que, entre todos, suman 10.800.00 habitantes: el 60 por ciento de la población de la provincia más grande del país.
En Lanús gobierna Néstor Grindetti desde 2015. El dirigente del PRO acaba de lanzar su candidatura a gobernador bonaerense dentro del esquema bullrichista. La postulación del intendente de Zona Sur tiene el respaldo explícito del propio Macri. Para retener el territorio, el jefe comunal impulsa a su jefe de Gabinete, Diego Kravetz, como su sucesor. Junto a Javier Iguacel, de Capitán Sarmiento, Grindetti es el intendente más alineado con Bullrich.
En Vicente López, la intendenta interina Soledad Martínez buscará revalidar la continuidad en el cargo en las próximas elecciones. La dirigente está al frente del distrito de Zona Norte en reemplazo de Jorge Macri, quien licenció su mandato en el 2021 para pelear la candidatura a jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Por su peso político, el primo del ex Presidente conserva su influencia en Vicente López, así como su estructura bonaerense, que cuenta con un grupo de legisladores y dirigentes territoriales. Además, este año fue reelecto como presidente del PRO de la provincia. A nivel nacional, Jorge Macri ejecuta un complejo equilibrio político entre Rodríguez Larreta y Bullrich. Su terminal política final es su primo, Mauricio. Mientras que en la provincia despliega un juego similar entre Santilli, Ritondo y Grindetti.
En el caso de Tres de Febrero, Diego Valenzuela gobierna el municipio desde el 2015 y está habilitado a competir por un tercer mandato consecutivo. El otrora periodista destronó a Hugo Curto del poder, uno de los barones del conurbano por antonomasia, y actualmente es uno de los referentes bonaerenses del PRO. Dentro de la interna amarilla, Valenzuela es el jefe de los equipos técnicos de la campaña de Santilli y respalda el proyecto presidencial de Rodríguez Larreta. No obstante, en una búsqueda de equilibrio, la semana pasada recibió a Ritondo en su municipio e hicieron una recorrida juntos.
Luego está La Plata, otra intendencia del Gran Buenos Aires gobernada por el PRO. Desde 2015, Julio Garro está al mando del distrito. Se trata de un lugar de especial preponderancia, por tratarse de la capital provincial y por ser el segundo municipio más poblado de toda la provincia, después de La Matanza. Es otro de los intendentes alineados a Santilli y con sintonía por el proyecto larretista. Garro aspira a ser reelecto.
El PRO apuesta a retener los 22 territorios que gobierna y aspira a anexar cerca de 10 más. Entre los que sobresalen distritos que gobernó hasta el 2019, como Quilmes (Martiniano Molina) y Morón (Ramiro Tagliaferro). Así como ganar o hacer una elección competitiva en territorios como Ituzaingó, con Gastón di Castelnuovo; Tigre, con Segundo Cernadas; San Martín, con Santiago López Medrano y Andrés Petrillo. Así como en Moreno y General Rodríguez.
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