“Vamos a estar votando el 11 de junio”, adelantó el radical Valdés en la ciudad de Goya durante la recorrida que hizo este jueves junto a Horacio Rodríguez Larreta, ya vestido con el saco de candidato a la presidencia.
Ese domingo, Corrientes realizará la renovación parcial de su Legislatura, un rito que se cumple cada dos años. La provincia es, junto a Santiago del Estero, una de las que está desacompasada con el resto del país en las elecciones para cargos ejecutivos. Es el resultado de la inestabilidad institucional que provocó varias intervenciones federales durante la década del ‘90.
En esta oportunidad serán 15 las bancas en la Cámara de Diputados que deberán someterse a votación. El oficialismo pone en riesgo 10 y el justicialismo 5. Además, deberán elegirse 5 lugares en el Senado: tres responden al partido gobernante y los dos restantes al peronismo.
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También deberán renovarse parcialmente los concejos deliberantes en los 75 municipios correntinos. Para ello, tendrán que adherir a la fecha fijada por Valdes. Se espera que casi la totalidad, gobernados por el oficialismo provincial, lo haga. Sólo quedarían por fuera un puñado en manos del peronismo que, probablemente, concrete la elección local en conjunto con las nacionales.
La vara alta
El oficialismo de ECO + Vamos Corrientes que hegemoniza el radicalismo tiene en mente alcanzar el 80% de los votos. Si logra la meta, habrá consecuencias institucionales y políticas a corto plazo.
En primer lugar, Valdes mantendría la mayoría calificada de dos tercios en la Legislatura, hito logrado en 2019 y que se mantiene desde entonces. Pero además, consolidaría el proyecto hacia el 2025 cuando se renueven los cargos ejecutivos.
En la alianza gobernante leen que no es casual la elección del 11 de junio para ir a las urnas. Aunque es un mes en el que ya se ha votado, el éxito en la votación se daría trece días antes del 24 de junio, fecha tope para la presentación de candidaturas para las primarias nacionales de agosto.
Valdés descartó en conversaciones con sus socios saltar a una postulación nacional. Quiere terminar su mandato, una promesa a los correntinos, y no quiere dejar la provincia a merced de la interna oficialista, donde hay varios que se prueban el saco.
Lo que sí quiere el gobernador correntino es tallar en el armado nacional de Juntos. La foto del jueves con importantes referentes radicales de la región noreste (el formoseño Carlos Naidenoff, presidente del bloque en el Senado de la Nación y el misionero Martín Arjol, diputado nacional y candidato a gobernador en la tierra colorada) no es algo casual.
Además, en el esquema provincial está pesando cada vez más su marca “Vamos Corrientes” que la que heredó del ex gobernador y actual senador provincial Ricardo Colombi “Encuentro por Corrientes” (ECO).
Mientras, Valdés junto a los otros integrantes de la “mesa chica” boina blanca (a la que se sientan Colombi; Sergio “Checho” Flinta y Carlos “Mono” Vignolo) tendrán como tarea inmediata armar las nóminas.
Como certezas: Colombi buscará renovar su banca en el Senado provincial, plataforma para una eventual candidatura en dos años a la gobernación. Lo mismo ocurrirá con el senador Flinta y Pedro “Perucho” Cassani, actual presidente de la Cámara de Diputados. El PRO tendrá una lugar expectante en diputados. Y los demás lugares entre los 11 ó 12 que podría colocar el oficialismo se repartirán entre los aliados.
Contracara
El peronismo se enteró de la fecha de los comicios provinciales el mismo día en que le cortaban la luz por falta de pago en la sede partidaria de calle Salta, en la capital provincial. Este dato resume cómo está el justicialismo en Corrientes: anarquizado.
La fuerza tiene una intervención nacional desde hace años. Está a cargo del intendente de Hurlingham, Juan Zabaleta, quien no aparece por la provincia desde la debacle electoral del 2021 cuando el PJ se comió la peor derrota de su historia.
Los referentes locales lo apuntan como responsable: el armado hecho con La Cámpora, una estructura que detenta cargos nacionales pero poca penetración territorial, fue desastroso y le sirvió a Valdés un triunfo por casi el 77% de los votos. El ejemplo que citan es que 16 municipios no tuvieron candidatos del justicialismo.
A esto se suma que el senador nacional Mauricio “Camau” Espíndola, figura convocante del peronismo correntino a principios de siglo, abandonó el bloque del Frente de Todos y se sumó al armado de Unidad Federal, un espacio que desde el litoral se ve más cerca del gobernador cordobés Juan Schiaretti que de la Casa Rosada.
La expectativa está puesta ahora en que una nueva intervención ordene las listas conteniendo a todos los sectores porque no hay plazo para internas. La normalización tendrá que hacerse pensando en 2025 y no en este año.
El presidente Alberto Fernández estará en Chaco la próxima semana. Allí recibirá el planteo de los correntinos de que nombre el reemplazo de Zabaleta. Mientras, el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, mandó a unos de sus alfiles, Nicolás Ritacco, a mapear el territorio.
Para junio el objetivo del PJ es simple: no caer en la intrascendencia. Para eso deberá renovar sus 5 bancas en Diputados y las tres en el Senado.
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