“Que Cristina esté en el centro de la escena no nos sorprende. Tiene con que estar. Es la que mide en el conurbano y también a nivel nacional. No hay otro dirigente político que mida mejor que ella”. Las palabras de un influyente intendente del conurbano bonaerense son el epígrafe de la foto que tiene a Cristina Kirchner en el centro de la escena política.
La Vicepresidenta, y el espacio que representa, concentrarán la acción política de mayor trascendencia. Por voluntad propia o porque la justicia federal así lo impone, ya que este jueves el Tribunal Oral Federal N°2 dará a conocer los argumentos de la sentencia en su contra en la causa Vialidad, fallo por el que fue condenada a 6 años de prisión e inhabilitada a ejercer cargos públicos de por vida.
Este jueves empezarán a circular en redes sociales afiches virtuales con frases contra la “proscripción” denunciada por la militancia kirchnerista. También organizó La Cámpora de la Ciudad de Buenos Aires una vigilia frente a los Tribunales con el mismo lema antes de que se publicaran los argumentos de la condena en el caso Vialidad.
El espacio que lidera Máximo Kirchner no pasa por su mejor momento. Las fotos que salieron a la luz del ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, con directivos del Grupo Clarín en la Expoagro no cayeron bien en el corazón de la agrupación, donde creen que afecta el discurso que hay que brindarle a la base electoral. Además, consideran que la podría haber evitado y que no tuvo la intención de hacerlo. Desconfianza interna por los movimientos del ministro que aparece en el tablero electoral como uno de los precandidatos presidenciales del kirchnerismo.
CFK se guardará todas sus críticas para el viernes cuando pise la ciudad de Viedma, en Río Negro. Ese día recibirá un doctorado honoris causa y brindará una conferencia que lleva el título: “¿Hegemonía o consenso? Ruptura del pacto democrático en una economía bimonetaria: inflación y FMI, crisis de deuda y fragmentación política’”. En el peronismo esperan que el temario vaya más allá de ese título y que haya mensajes encriptados para Alberto Fernández, con el que la relación está cortada, pese a los gestos de buena voluntad que se vieron en el Congreso la semana pasada.
El martes ya hubo un mensaje contundente cuando dijo que “en off se dicen barbaridades que después se niegan”, por un off the record adjudicado al Presidente en el que decía que en estas elecciones iba a terminar con 20 años de kirchnerismo. La confrontación dentro del gobierno nacional es total y resquebraja, aún más, los cimientos de la estructura que la propia Cristina Kirchner armó en el 2019.
La relación entre Alberto Fernández y el kirchnerismo está completamente deteriorada. En la Casa Rosada buscan quitarle importancia a los ataques K, con los que ya se acostumbraron a convivir. Las embestidas, sobre todo en boca de Andrés “Cuervo” Larroque, tensaron al máximo la relación entre las dos terminales de poder. Los cuestionamientos reiterados del dirigente camporista también hicieron ruido adentro del kirchnerismo, donde hay quienes creen que la repetición hizo perder el impacto y el efecto que se quería lograr.
La Vicepresidenta reaparecerá en escena un día antes que los sindicatos y agrupaciones políticas más afines hagan un acto en Avellaneda para pedirle que sea candidata a presidenta. Será en un plenario que lleva el título “Luche y vuelve. Cristina 2023”. El operativo clamor tendrá un nuevo capítulo. El kirchnerismo le da forma a la campaña para que sea candidata aunque, en el fondo, algunos integrantes del Frente de Todos crean que solo es un movimiento para que acumule más poder.
En esa lógica, tanto Cristina Kirchner como Alberto Fernández están jugando con la misma estrategia. Ninguno de los dos se baja definitivamente de las candidaturas, ninguno deja de tensar la cuerda, ya sea a través de sus palabras o la de sus voceros, y ninguno convence a la mayoría del peronismo de que son la mejor opción. Los movimientos electorales del presente quizás no tenga como destino final la candidatura presidencial de alguno de los dos.
La dirigencia kirchnerista plantea un escenario acorde para que CFK se convenza de competir, lo que genera un sinfín de especulaciones en las arterias peronistas sobre cómo se puede armar la estrategia electoral en los próximos meses. Un importante dirigente del conurbano simplificó en sus palabras el enjambre de dudas que hay sobre el futuro de la Vicepresidenta. “Ella pone los límites a esos operativos. Algunos lo hacen por la necesidad de sus sectores de tenerla en la boleta, otros porque realmente lo creen. Estamos acostumbrados a saber esperar y hay que esperar”, sostuvo.
Hoy comienza una mini semana cristinista y en el Frente de Todos está presente la sensación de que puede haber guiños que al kirchnerismo le permitan seguir soñando con una candidatura, aunque sea como senadora nacional. Lo seguro es que CFK volverá a marcar la agenda política del Gobierno con sus declaraciones. La diferencia de este tiempo es que sus definiciones tienen un marco electoral y pueden transformarse en mensajes de doble filo.
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