La interna de Juntos por el Cambio (JxC) tiene tantos campos de batalla como provincias de Argentina. La Ciudad de Buenos Aires, por ser la casa matriz del PRO, es una especie de “madre de todas las batallas” para la oposición. Se trata de uno de los territorios que tiene más en vilo al partido amarillo. El PRO enfrenta este año el escenario electoral más complejo e incierto desde 2007, cuando empezó a gobernar el distrito porteño.
El partido amarillo tiene cuatro candidatos lanzados para disputar la sucesión de Horacio Rodríguez Larreta. En ese contexto sobresale la postulación del senador Martín Lousteau, candidato a jefe de Gobierno de la Unión Cívica Radical porteña, cuyo principal armador es el diputado nacional Emiliano Yacobitti.
Los postulantes del PRO se dividen entre los candidatos cercanos al círculo de confianza de Rodríguez Larreta, como son Fernán Quirós, ministro de Salud de la Ciudad, Soledad Acuña, titular de la cartera de Educación porteña, y Emmanuel Ferrario, vicepresidente 1° de la Legislatura. A ellos se suma Jorge Macri, ministro de Gobierno porteño. El intendente de Vicente López (en uso de licencia) cuenta con el respaldo de su primo Mauricio, el ex Presidente.
En el PRO sostienen que es “inconcebible” llegar a las PASO con más de un candidato. Porque analizan que ese escenario divide el voto amarillo y favorece a Lousteau. Para el PRO (especialmente para Macri, Patricia Bullrich y María Eugenia Vidal) perder el gobierno de la Ciudad a manos del radicalismo es una hipótesis imposible de digerir. Por estos días, los líderes de ese espacio digitan una presión concertada contra Rodríguez Larreta.
Macri y Bullrich repudian con ahínco el pacto político de Rodríguez Larreta con Lousteau. El fundador del PRO piensa que el alcalde porteño está dispuesto a ceder la CABA al radicalismo a cambio del apoyo de parte del aparato de la UCR nacional a su plan presidencial. El actual jefe de Gobierno niega esa concepción y sostiene que su predilección es por los candidatos del PRO.
Sin embargo, el macrismo considera que Rodríguez Larreta apuntala a un candidato de su riñón para que dispute la sucesión porteña con Jorge Macri. ¿Y cómo se sostiene el acuerdo con Lousteau en ese escenario? Es una forma indirecta de ayudar al radicalismo: si el alcalde porteño habilita una interna de dos candidatos del PRO en las PASO, eso puede allanar el triunfo del ex ministro de Economía en las primarias, porque genera una escisión del voto amarillo.
Todos los dirigentes del PRO admiten que Lousteau es un candidato “competitivo” en la Ciudad y que no deben subestimarlo. Mientras tanto, a la espera de un acuerdo político entre Macri y Rodríguez Larreta para ordenar la interna, los candidatos porteños despliegan sus estrategias de campaña.
Los planes de los candidatos
El ministro de Salud porteño Fernán Quirós es el candidato predilecto de Rodríguez Larreta, aunque no lo comunique en público. En los últimos días, el funcionario aceleró sus apariciones públicas y realizó acciones de campaña en lugares que van más allá de lo sanitario. El principal desafío interno de Quirós es sortear la resistencia pétrea de Macri a su candidatura. El médico niega esa idea y asegura que aunque tienen diferencias, el ex Presidente no veta su postulación. El fundador del PRO le manifestó en más de una ocasión a Rodríguez Larreta su negativa a consentir la postulación del ministro de Salud.
Macri le bajó el pulgar a Quirós en el último encuentro con Rodríguez Larreta en su casa de Cumelén, en Villa La Angostura. El médico no repara en esa objeción y está “convencido” de que es el candidato más “conveniente” del larretismo. Quirós le ha dicho a su equipo de campaña que espera el respaldo explícito de Rodríguez Larreta y considera que cuando eso suceda, Acuña y Ferrario depondrán sus aspiraciones.
Esa hipótesis contrasta con la estrategia que elabora el laboratorio político de la ministra Acuña. La funcionaria sabe que está detrás de Quirós en las encuestas. Por eso, sus operadores políticos se esperanzan en que la ministra pueda convertirse en la candidata de “unidad” del PRO. “Soledad es la candidata más macrista del larretismo”, analiza en diálogo con Infobae un asesor que frecuenta las oficinas del ministerio ubicado en el Barrio 31.
Acuña considera que su discurso halcón contribuirá a que el macrismo y el bullrichismo puedan aceptarla como la candidata de unidad. Sus operadores políticos ya trabajan para tejer acuerdos al interior del PRO. Cerca de la politóloga sostienen que Quirós no podrá franquear el bloqueo de Macri y que Rodríguez Larreta resistirá al intendente de Vicente López en uso de licencia. Con Vidal autoexcluida de la pelea porteña -concentrada en su plan presidencial-, Acuña cree que su candidatura puede emerger como la de consenso.
La ministra de Educación tiene buen vínculo político con Macri. En noviembre pasado, el ex Presidente recibió a la funcionaria porteña en sus oficinas de Olivos y le transmitió que alentaba su postulación. Antes, Macri había acompañado a Acuña en una recorrida por una escuela de la Ciudad de Buenos Aires. Con Bullrich el vínculo político es bueno y la ministra porteña estima que si se impone su candidatura, contará con el respaldo de la presidenta del PRO.
En cuanto a Ferrario, el joven dirigente continúa con acciones de campaña de posicionamiento para incrementar sus niveles de conocimiento en el electorado porteño. En esa línea, insistirá con la idea de ser la renovación del PRO. El 15 de febrero, el Vicepresidente 1° de la Legislatura encabezó un acto masivo en la plaza de las Naciones Unidas en el marco del proyecto Listas Abiertas que impulsa en la Ciudad con el objetivo de “renovar la política”. Allí estuvo el jefe de Gobierno, como muestra de respaldo a su candidatura.
En ese contexto, el fin de semana realizó una gira por los Estados Unidos, invitado por la Universidad de Harvard para exponer en un simposio internacional. El dirigente regresó anoche a la Argentina y de inmediato retomará sus actividades proselitistas en la Ciudad. A su vez, mañana presidirá la primera sesión ordinaria del año en la Legislatura.
En el PRO esperan por un acuerdo político entre Macri y Larreta
Un capítulo especial es la postura de Vidal. La ex gobernadora tiene predilección por Ferrario y por Quirós. El primero fue funcionario de ella en la gobernación y el médico contribuyó en la implementación de un programa sanitario en la provincia y se ganó su respeto.
En tanto que Acuña y la ex gobernadora mantuvieron distancia política por cerca de una década. El vínculo entre ambas se fracturó cuando la diputada nacional fue designada vicejefa de Gobierno: Acuña aspiraba a reemplazarla en el Ministerio de Desarrollo Social de la Ciudad y no tuvo el apoyo de Vidal. No obstante, las dirigentes recompusieron el diálogo durante la campaña de 2021. Incluso, sobre finales del año pasado tomaron un café para apaciguar aún más antiguas tensiones.
Mientras tanto, Jorge Macri intensifica su campaña electoral, al mismo tiempo que hace equilibrio en el PRO. Desde principios de año mejoró su relación con Rodríguez Larreta y volvió a frecuentar la mesa política larretista, de la que había sido alejado en 2022 luego de publicar una foto junto a Bullrich que irritó al jefe de Gobierno.
El ministro de Gobierno de la Ciudad sabe que su postulación depende, más allá de las encuestas, del respaldo de su primo. Si a la hora de sellar un acuerdo, Mauricio accede a ungir a otro candidato de consenso, la candidatura de Jorge Macri perderá volumen político. Bullrich también respalda al hombre de Vicente López, pero su postura estará sujeta a acuerdos nacionales: la ex Ministra de Seguridad apoyará en la Ciudad al candidato que respalde Macri el día del cierre de listas.
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