El gobierno nacional enviará a partir de este miércoles a 300 efectivos de la Gendarmería Nacional y a otros 100 de la Policía Federal para fortalecer la seguridad en Rosario, una ciudad que sufre hechos violentos vinculados con el narcotráfico que se incrementaron en los últimos días. El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, también se traslada hasta allí donde funciona en coordinación con la Policía de Santa Fe un comando unificado que integran la Federal, Gendarmería, la Prefectura Naval y la Policía Aeroportuaria.
El funcionario tiene previsto llevar a Rosario con las fuerzas federales a media mañana. Participará de un acto en el Departamento 7 de Gendarmería, ubicado en las afueras de la ciudad. Luego se reunirá en privado con el gobernador Omar Perotti, jueces federales y familiares de víctimas del narcotráfico.
Los 400 uniformados se sumarán a los 575 que el ministro Fernández envió cuando asumió en septiembre de 2021 y a otros 425 que se agregaron en los meses subsiguientes, según pudo averiguar Infobae. Cuando Alberto Fernández hizo el anuncio de un refuerzo en la seguridad rosarina, dijo: “He dispuesto el refuerzo de las Fuerzas Federales hasta alcanzar en esta etapa los 1400 efectivos disponibles para la ciudad de Rosario”.
La decisión del Presidente marca un giro en la postura de la Casa Rosada sobre el tema. Hace seis días, había manifestado: “Algo más habrá que hacer. Estamos haciendo mucho, pero evidentemente algo más habrá que hacer. El problema de la violencia y del crimen organizado es muy serio”. Esto fue durante un acto en la localidad de La Poma en Salta, unas horas después de que fuera baleado el frente de un supermercado rosarino que pertenece a la familia de Antonela Rocuzzo, la esposa de Lionel Messi.
Los hechos posteriores, que incluyeron el asesinato de un niño de 12 años y una revuelta popular en el barrio “Los Pumitas” contra supuestos narcos de la zona, aceleraron la determinación presidencial que esta mañana grabó su discurso en la residencia de Olivos antes de partir hacia Mar del Plata, donde participó de la inauguración de un edificio junto al ministro de Ciencia y Tecnología, Daniel Filmus.
Los efectivos que se instalarán en Rosario llegarán desde diversos puntos del país, ya que tanto los integrantes de Gendarmería como los de la Federal no tienen destinos fijos.
“En segundo lugar -continuó el mandatario- he decidido que el Ejército Argentino, a través de su Compañía de Ingenieros, participe en la urbanización de barrios populares, acelerando tareas pendientes de ejecución”.
El Comando de Ingenieros es un cuerpo integrado mayoritariamente por oficiales de inteligencia. La semana pasada, el Gobierno ya había hecho sondeos para conocer cuál sería la respuesta de los oficiales ante una medida como la anunciada.
El Ministerio de Defensa, por su parte, informó mediante un comunicado que ya se pusieron en contacto con la Municipalidad de Rosario para realizar “tareas de urbanización y apertura de calles en barrios populares con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de sus habitantes”.
Según Alberto Fernández, las medidas que se adoptaron surgieron después de haber conversado con el gobernador Omar Perotti y con el intendente Pablo Javkin, quienes venían reclamando acciones para frenar la ola de violencia desde hace tiempo.
También se instalarán 600 cámaras de vigilancia con reconocimiento facial de “última generación”. Este acuerdo se firmó el viernes de la semana pasada en la Rosada con la participación del gobernador Omar Perotti, del ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro y del jefe de Gabinete, Agustín Rossi.
Rossi, en su cuenta de Twitter, luego del anuncio presidencial, escribió: “Tenemos el compromiso inclaudicable de combatir el crimen organizado en todo el país y específicamente el narcotráfico en Rosario. Queremos devolverle la tranquilidad a las y los rosarinos. Sin importar las circunstancias, no vamos a bajar los brazos”.
A su vez, el actual ministro de Transporte, Diego Giuliano, que es rosarino, retuiteó el mensaje del Presidente y agregó: “Rosario nos necesita. La impunidad y los códigos mafiosos tienen que tener un punto final”.
El jefe de Estado, en su mensaje desde la residencia de Olivos sostuvo que el Gobierno enfrenta “un problema real y complejo” y que en la ciudad santafesina las fuerzas de seguridad locales “son insuficientes para afrontar la solución”.
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