El presidente Alberto Fernández compartió este mediodía una actividad en la Casa Rosada en la que aprovechando la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, el Gobierno dio otro paso para lanzar el programa Constructoras, que apunta a una mayor inserción de las trabajadoras en el sector de la construcción. El mandatario destacó la necesidad de que haya mayor equidad entre hombres y mujeres en el mundo laboral y los efectos positivos de la implementación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo que produjeron un descenso en la mortalidad del 40%.
El Presidente estuvo a cargo del cierre de una mesa de trabajo dispuesta en forma de U en el Salón de las Mujeres Argentinas del Bicentenario ubicado a unos pocos metros de su despacho en Balcarce 50, en el que también participaron las ministras Victoria Tolosa Paz (Desarrollo Social) y Ayelén Mazzina (Mujeres, Géneros y Diversidad) y el ministro de Obras Púiblicas, Gabriel Katopodis. Entre las asistentes habían varias mujeres con indumentaria que las identificaba como trabajadoras de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA) y también la titular de AySA, Malena Galmarini.
A las trabajadoras de la construcción les dedicó palabras en el comienzo. “Me hace feliz que estemos presentando este programa, Constructoras, veo compañeras de la UOCRA. Las veo construyendo casas y en la obra pública y me llena alegría”, expresó Alberto Fernández. “Debo confesar además que los capataces suelen decirme que son mucho mejores en el trabajo que los hombres porque son mucho más detallistas, cuidadosas”, agregó el jefe de Estado. “Con lo cual algo que parecía una tarea absolutamente masculina de repente no lo es y además se puede ingresar a ese mundo laboral que parece tan propio de los hombres con toda la femineidad encima y hacerlo muy bien, y destacarse”, manifestó.
¿En que consiste el programa que se lanzó? Constructoras formará en oficios relacionados con la construcción a mujeres y personas LGBT. Sus principales objetivos son “garantizar la igualdad de oportunidades en el acceso al mundo laboral y aportar a la transformación cultural derribando roles y estereotipos de género en el mundo del trabajo”.
El Presidente celebró, además, la sanción de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) y el Plan de los 1000 días, que se produjeron el 29 de diciembre de 2020. “Mi mérito fue ponerme al frente de esa inmensa marea verde que conmovió a todos y que no ha terminado. Hay que seguir porque estamos muy lejos y hay que ser honestos con nosotros mismos”, sostuvo ante un auditorio en el que abundó la presencia femenina.
“En un escenario en el que el colectivo feminista puso en el debate público estos problemas, en todo caso nuestro mérito fue tomar esas demandas y convertirlas en reglas para que la sociedad cambie”, recordó a continuación el mandatario. A su vez, dijo que la ley se propuso “preservar la vida de las mujeres” y que redujo en un 40% la tasa de mortalidad en mujeres embarazadas que quisieron acceder a un aborto, en el primer año de su aplicación. También consignó que en esta gestión se logró una baja en los índices de mortalidad infantil que registró, en 2021, 8 descensos de cada mil nacidos.
Fernández propuso discutir los mecanismos para generar una mayor equidad y denunció que las mujeres y diversidades padecen desigualdad laboral y social. “La desigualdad que existe es muy grave, muy profunda y dañina porque supone la postergación de muchos y de muchas y eso no es bueno. Ninguna sociedad se siente cómoda en su desarrollo con semejante grado de desigualdad”, aseguró.
“La utopía tiene que ver con poner a la mujer en el lugar que corresponde que es que tenga las mismas oportunidades que los hombres, y las desigualdades se exhiben en los trabajos, donde por el mismo trabajo es remunerado de manera distinta, en lo horrible de su homicidio, donde alguien que por su condición de género se siente con su capacidad y derecho por ser violento. Con esto hay que terminar y seguir avanzando y nosotros hemos hecho bastante porque esa igualdad se consolide poco a poco”, amplió.
Sobre el final, el Presidente, que nuevamente fiel a su estilo improvisó su discurso que se extendió por 12 minutos, dijo: “Sé que ustedes mueven el mundo, pero nosotros también queremos moverlo. Me gustaría mucho que en las próximas reuniones mixturemos esto con hombres como yo creemos que somos todos iguales, que no deben haber diferencias y que no hay un género superior al otro. Debemos respetarnos y amarnos como seres humanos que somos. ¡Feliz día de la mujer!”.
Luego se hizo una foto grupal del mandatario con las asistentes y varias lucieron cascos plásticos verdes, amarillos y hasta la ministra Mazzina se calzó uno rosa.
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