El gobernador Juan Schiaretti presentó este lunes las coordenadas de un plan de gobierno, por fuera de la grieta, y un modelo que apunta a darle al peronismo una alternativa para recuperar las prestaciones que fueron sus signos distintivos: gobernabilidad, administración de conflictos y mejorar la calidad de vida, sobre todo, de los sectores bajos y medios. “Ser un país normal”, planteó.
La Fundación Mediterránea convocó al mandatario a participar de su tradicional almuerzo anual. Habló después de una presentación de la presidenta del think tank cordobés, María Pía Astori, y del economista Carlos Melconian, que detalló un plan económico “capitalista y occidental”, que resumió con una premisa: “que 1 más 1 siempre es 2″.
En el evento estuvieron los socios de la entidad, con un lugar estelar el ex súper ministro Domingo Cavallo -que ante una pregunta de Infobae, se excusó de responder “porque es el momento de Schiaretti y Melconian”- y la presencia de Luis Juez, Rodrigo De Loredo, Mario Negri, Soher el Sukaria, líderes principales de la oposición y que resolverán antes de fin de mes quién será el candidato que desafiará 24 años de cordobesismo peronista.
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El gobernador expuso durante cerca de media hora un discurso que apuntó a la discusión nacional, después de anotarse junto a Juan Manuel Urtubey, Florencio Randazzo y el peronismo independiente del kirchnerista, en un proyecto electoral que tiene como difícil objetivo romper la polarización que encarnan el Frente de Todos y Juntos por el Cambio.
Habló, también, luego de quedar como uno de los protagonistas del cisma que en el Senado Nacional le arrebató la mayoría propia que tuvo la vicepresidenta Cristina Kirchner desde que volvió al poder. La senadora Alejandra Vigo, su esposa, integra ese indescifrable “Grupo de los Cinco”.
Con otro nombre, es la reaparición de la tercera vía que no prendió en el electorado en 2019 y que derivó en una polarización más aguda, que derivó en una crisis política y económica -agravada por la pandemia y la guerra- mucho más profunda. El mandatario cordobés aspira a subir a su propuesta pro mercado a otros líderes del peronismo no embanderados con el kirchnerismo, sectores independientes, del radicalismo y el socialismo.
¿Contempla participar en una gran interna opositora? ¿Y si hay chances de que vuelva a ganar el kirchnerismo? Son preguntas que por ahora siguen sin respuesta. Como la fecha para elegir a su sucesor, que la oposición le exigió con vehemencia en un diálogo que mantuvo De Loredo y Juez con Infobae.
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Las palabras y las cosas
En el pasaje medular de su discurso, Schiaretti advirtió: “Cumplimos en 2023 diez años de grieta que inició el gobierno kirchnerista”. El gobernador vinculó la polarización político como un factor clave para el estancamiento económico que arrastra la Argentina y que se traduce en indicadores económicos y sociales en persistente declive.
“Debemos terminar con la grieta, debemos también respetar y conseguir nuevamente el funcionamiento institucional. No puede ser que el gobierno kirchnerista ataque a la Corte con ese pretendido juicio político. Reitero mi más absoluto rechazo. Además de deteriorar el funcionamiento institucional, ¿quién va a invertir?”, planteó el gobernador y recibió aplausos de un auditorio nutrido de empresarios, dirigentes sociales y políticos.
Y agregó: “Otro tema central que pega junto con la grieta es la creencia de que el que llega al Gobierno nacional pretende fundar nuevamente la Argentina. Yo he visto en mis años de vida que cada presidente que llega funda la Argentina, y la verdad que cuando uno quiere fundar cada cuatro años un país no hay posibilidad de que ese país progrese”.
Al iniciar su discurso, Schiaretti mencionó varios factores que definen lo que él dio en llamar modelo Córdoba: “Acá nadie persigue a nadie, no hay profundización de los disensos, hay
respeto irrestricto a la división de poderes, los fallos de la Justicia se acatan y no tenemos prensa propia o adicta. Hay manejo austero del Estado, equilibrio fiscal que da certezas”.
De todos modos, un factor clave fue el vinculado a su mirada sobre el empleo, la desocupación, los subsidios y las reformas que propone para llevar al ámbito nacional. “He trabajado en empresas multinacionales”, recordó Schiaretti y resaltó la necesidad de mirar con aversión el déficit fiscal y apuntar a sostener un superávit, incluso pagando los intereses y amortizaciones de la deuda.
El mandatario se pronunció a favor de subsidiar el empleo y no la desocupación: “Hay que resolver la situación de que millones de argentinos se han acostumbrado a vivir del subsidios. Hay que darles la educación para que puedan trabajar y darles la posibilidad para que se incorporen al aparato productivo formal”.
Además, rechazó de manera enfática el sistema de retenciones. “No puede ser que se penalice al que trae dólares. Es un impuesto, las retenciones, que no existe en ningún lado de América, de Europa o de Asia y eso hay que cambiarlo”. De todos maneras, aclaró que las reformas no incluyen “un ajuste salvaje, pasa por ordenar el Estado, reducir subsidios y acabar con las discusiones idelogistas, con eso de que dicen que el Estado tiene que hacerse cargo de todo y los que dicen no debe haber Estado, que debe desaparecer”.
“Argentina tiene todo para salir, se trata de que nos animemos de ser un país normal, que demos confianza y generemos certezas. Dejar atrás la grieta, poner reglas de juego que sean permanentes para que las inversiones lleguen a sectores que puedan dar dólares, con un sistema impositivo que sea progresivo, y existan mecanismos para que las pymes, cuando tengan que desprenderse de un empleado, no se fundan”, manifestó.
Todo el evento convocado por la Fundación Mediterránea -un almuerzo frugal, con entrada, de fiambres, pollo relleno con puré, y un postre helado- se extendió algo menos de dos horas, incluyó un saludo amable y respetuoso de Schiaretti con los líderes de la oposición y un final con foto de familia y la arenga de que Córdoba vuelva a llevar una fórmula, una hoja de ruta, como hace 30 años. Una reivindicación sigilosa y sin estridencias a Cavallo y su plan de Convertibilidad. Esta última palabra, igual, no se pronunció.
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