Las pocas o nulas expectativas que los dirigentes sociales del Frente de Todos tenían por el discurso de Alberto Fernández durante la apertura de la sesiones parlamentarias ordinarias se cumplieron. “Decepción” y “falta de interés”, fueron las palabras, las frases más escuchadas entre los integrantes de movimientos sociales como el Evita, Somos Barrios de Pie, Frente Popular Darío Santillán y MTE, entre otros. El Presidente ya lo sabe, quienes hasta hace unos meses lo acompañaban y apoyaban, ya no lo hacen. Se sienten defraudados. Su administración, analizan, ajusta los planes sociales, como solicitó el Fondo Monetario Internacional; los dejó afuera -al menos en esta primera etapa- de la mesa política del Frente de Todos; bloqueó el Salario Básico Universal y la ley Tierra, Techo y Trabajo en el parlamento y no creó el pretendido Ministerio de la Economía Popular, entre otras demandas a las cuales, entendían, el mandatario estaba dispuesto a impulsar. Por fuera de la ausencia de anuncios sobre el plano social, algunos dirigentes ponderaron los ataques a la Justicia, a los jueces, al macrismo, al espionaje ilegal y la “mesa judicial”, durante la gestión anterior y los beneficios que recibió la Ciudad de Buenos Aires durante la administración nacional de Juntos por el Cambio. “Esas fueran palabras encendidas hacia el interior del Frente de Todos”, destacaron.
En las inmediaciones del Congreso Nacional, los movimientos sociales oficialistas también hicieron sentir el desaire y el no acompañamiento al Jefe de Estado.
La Plaza del Congreso estaba casi vacía. El Evita y Somos Barrios de Pie, que formaron el partido político La Patria de los Comunes para competir en las PASO del Frente de Todos con candidatos propios, no iban a movilizar ni un solo militante para acompañar sus palabras en la asamblea legislativa, como lo hicieron en los tres años anteriores. Fernández en persona; su jefe de Gabinete, Agustín Rossi y la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, se comunicaron con los líderes del Evita, Emilio Pérsico y Fernando “Chino” Navarro; y a Daniel Menéndez, coordinador nacional de Somos barrios de Pie, para evitar el “síndrome de la plaza vacía”. Finalmente accedieron. Prometieron enviar entre cinco y siete mil personas con pancartas, pero la realidad fue otra.
Un punto para destacar, fuera del reciento la escases de militantes fue tan ostensible que la trasmisión oficial -fue cadena nacional- no paneo a fuera del recinto. No había que mostrar. Alberto Fernández no se pudo dar el baño de masas que soñó para su último discurso de mandato.
Sin ir más lejos, los militantes con banderas y chalecos de Somos Barrios de Pie fueron más numerosos frente a la Legislatura Porteña en la que se manifestaron contra Horacio Rodríguez Larreta, que en apoyo a Fernández.
Menéndez, su líder y funcionario del gobierno nacional, escuchó desde las gradas el discurso del Presidente, estaba junto a Esteban “Gringo” Castro, el secretario general de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) y Hugo Moyano, el líder camionero.
Ni Moyano, desde su poderoso gremio; ni la CGT movilizó en respaldo de Fernández. Tampoco lo hizo Castro a través del Movimiento Misioneros de Francisco, la organización que lidera y que fue creada por Pérsico, después que el Papa Francisco bautizara en Roma a su hijo Néstor.
Pérsico y Navarro, además de ser dos de los principales referentes del Movimiento Evita, también integran los ministerios de Desarrollo Social y Jefatura de Gabinete.
“Alberto no les habló a los argentinos. Alberto no le habló a los más necesitados. Alberto ponderó su política social. Alberto mencionó que hay más de un millón de beneficiarios en el Potenciar Trabajo, pero no dijo nada sobre las más de cien mil bajas en ese programa dispuestas por Victoria Tolosa Paz”, recuerda uno de los dirigentes del Evita, muy contrariado con el discurso del Jefe de Estado.
Dina Sánchez, la referente del Frente Popular Darío Santillán e integrante de la mesa directiva de la UTEP, también se expresó en duros términos al ser consultada por este medio: “Para la economía popular el gobierno de Alberto Fernández marcó un retroceso: de hablar del reconocimiento de la economía popular en 2019 hoy volvió a hablar del puente al empleo, como si el mercado formal de trabajo pudiera absorber a las millones de personas que hoy trabajan pero lo hacen en la informalidad. Si no se conoce la realidad del trabajo, es difícil que se tomen políticas que modifiquen esa realidad y garanticen derechos”, argumentó.
Pérsico y Menéndez, los líderes de La Patria de los Comunes ya dejaron asentado que no apoyan la reelección del Jefe de Estado ni la candidatura de la Vicepresidenta Cristina Fernández, quien, en ningún momento se mostró cómoda al lado el Presidente. Su hijo, el diputado Máximo Kirchner se no asistió a la Asamblea Legislativa.
Ya lo había advertido a Infobae Gildo Onorato, dirigente del Evita y secretario gremial de la UTEP: “No hay gran entusiasmo de la militancia por el discurso de Alberto Fernández. Está claro que la Asamblea asume un perfil electoral, y nosotros hemos manifestado que la aventura de la reelección de Alberto no es viable, teniendo en cuenta que tenemos grandes dificultades en nuestro país. Como presidente del partido y de la Nación debe generar acuerdos y consensos para que el conjunto del peronismo construya una propuesta competitiva, y las que están dando vueltas no parecen ser las que generan esa competitividad”, expresó el dirigente social.
A diferencia de otras oportunidades, los principales lideres sociales oficialistas prefirieron no realizar declaraciones ante la consulta de Infobae. “Mejor no decir lo que siento. Sería agraviante hacia la figura presidencial”, dijo uno de ellos. “No lo escuché. Lo escucho más tarde”, confió un segundo.
Grabois, referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y del Frente Patria Grande, expresó su posición de cara a las elecciones primarias: “Yo voy a pedir PASO. La única posibilidad de bajarme de mi candidatura es que haya un candidato de mi generación, que yo veo dos competitivos, Wado de Pedro y Axel Kicillof” e insistió en que no va a militar a ningún candidato “centro conservador” sin antes competir en las primarias.
Sobre una posible candidatura de Cristina Fernández, Grabois opinó que la Vicepresidenta no se va a presentar y que fomenta un trasvasamiento generacional: “Cuando Cristina dice que agarren el bastón del mariscal, yo le creo que no quiere hacer dedocracia”, expresó y agregó: “Cristina es la dirigente política con mayor formación, la más inteligente y la que objetivamente dejó mejor parados a los trabajadores de la Argentina con los mejores salarios. Es la única que está en condiciones de hacer algo que no pudo hacer ni el propio Perón que es el trasvasamiento generacional y lo que hizo con su renunciamiento a base de proscripción judicial es una impugnación al sistema de poder en Argentina”.
El discurso de Fernández, al menos dentro de los movimientos sociales, generó más tensión que cohesión.
A lo largo de la entrevista, Grabois desarrolló su visión sobre temas como trabajo, vivienda, tierra, salud, educación, recursos naturales e impuestos, ejes que forman parte de su programa político. “El problema laboral de Argentina no es la desocupación, es la informalización. Para un pibe de clase media que estudia en la Universidad o que acaba de terminar una carrera, conseguir un laburo que este por arriba de la línea de pobreza es muy difícil y comprar un departamento es imposible” diagnosticó el dirigente y dijo que “son problemas que tienen solución, y son soluciones posibles y viables en este momento histórico y este lugar de la tierra. Para construir viviendas no necesitamos importar nada, tenemos todo acá, es un problema de organizar los recursos como corresponde, se puede hacer perfectamente”.
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