Uno de los momentos de máxima tensión que se vio durante el discurso del presidente Alberto Fernández en la apertura de sesiones ordinarias fue cuando comenzó a cuestionar el fallo de la Corte Suprema que favoreció a la ciudad de Buenos Aires en la pelea por lo fondos coparticipables. Allí fue cuando el diputado del PRO Fernando Iglesias comenzó a gritarle al mandatario para luego retirarse del recinto, molesto por sus declaraciones.
Durante su discurso, Fernández apuntó contra la Justicia y el accionar de la Corte Suprema frente a dos jueces del máximo tribunal, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, quienes asistieron a la ceremonia. “Los episodios recientes en la disputa por los recursos nacionales y su coparticipación con nuestras provincias hicieron evidente cuál es el bloque de intereses tradicionales que pretenden consolidar las enormes asimetrías que aún existen en la Argentina”, afirmó el Presidente.
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“Mientras que muchas provincias necesitan realizar obras que permiten asegurar servicios tan esenciales como el agua potable para sus habitantes, la Corte Suprema de Justicia aseguró cautelar a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires recursos coparticipables que no le corresponden contrariando la ley de coparticipación vigente. Le quita dinero a los que más necesitan y destina esos mismos recursos a la ciudad más opulenta del país”, sostuvo. La televisación enfocó al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, en ese momento, con un gesto adusto, de negación.
Este pasaje generó el rechazo de dirigentes de la oposición, quienes habían adelantado que se iban a retirar del recinto si el Presidente atacaba directamente a Juntos por el Cambio. Hubo cruces con el diputado Iglesias, y Martín Lousteau, entre otros, se levantaron de su banca. “Miente, no puede decir que la ciudad de Buenos Aires no es parte de convenio de coparticipación”, cuestionó el diputado radical. Legisladores del Interbloque Federal también dejaron el recinto.
“Es un honor que me insulte”, le respondió Fernández a Iglesias, en un ida y vuelta que se mantuvo durante unos minutos. El legislador opositor se mantuvo de espaldas al Presidente y sólo se limitó a mirarlo para gritarle. Luego, agarró su mochila y se retiró del recinto.
En el marco de su embestida contra la Corte, Alberto Fernández defendió el pedido de juicio político contra los integrantes del máximo tribunal y recordó el proyecto para reformar la Justicia al inicio de su gestión y la disputa para la conformación del Consejo de la Magistratura. “Cualquier argumento que sostenga que el reclamo es violatorio de la República o del Estado de derecho, es falso. Solamente tienen que ir y leer el artículo 53 y 59 de nuestra Constitución Nacional”, indicó.
“Así como el Poder Ejecutivo padeció la intromisión del Poder Judicial en funciones que le son propias, este mismo Congreso debió soportar la intromisión en sus prerrogativas cuando la Corte Suprema se arrogó indebidamente la facultad de disponer cómo debe este cuerpo legislativo designar sus representantes ante el Consejo de la Magistratura”, agregó.
“Si aquella reforma de la Justicia Federal hubiera prosperado y si la Corte Suprema no hubiera tomado por asalto al Consejo de la Magistratura, hoy Santa Fe no estaría padeciendo la carencia de tribunales que impiden enjuiciar con rapidez al crimen organizado que se ha expandido en su territorio”, ejemplificó.
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