El Presidente de la Nación quiere evitar el síndrome de la “plaza vacía”. Por eso, habló con los líderes del Movimiento Evita y Somos Barrios de Pie, Fernando “Chino” Navarro, Emilio Pérsico y Daniel Menéndez, para que asistan a las inmediaciones del Congreso de la Nación y hacer acto de presencia mientras inaugura la cuarta y última apertura de sesiones ordinarias de su mandato. Será mañana 1 de marzo, a las 11. Las organizaciones sociales oficialistas habían decidido no asistir al acto institucional ya que, entienden, quiere ser utilizado por Alberto Fernández y su entorno como un apoyo a su reelección.
Cuatro integrantes de esas organizaciones aseguraron que de ninguna manera la “acordada y acotada presencia” significará un aval a las aspiraciones del mandatario. “No estamos de acuerdo con la reelección de Alberto, que nos llevará a la derrota frente al macrismo, ni con los pedidos de clamor ‘Cristina 2023′”, le dijo Gildo Onorato, dirigente del Evita y secretario gremial de la Unión Trabajadores de la Economía Popular, a Infobae.
“No hay gran entusiasmo de la militancia por el discurso de mañana del Presidente. Entendemos el rol institucional que cumple la Asamblea y por eso una pequeña delegación estará presente. Nosotros hemos manifestado que la aventura de la reelección de Alberto no es viable, teniendo en cuenta que tenemos grandes dificultades en nuestro país”, opinó el dirigente social.
Te puede interesar: José Luis Espert: “Belliboni es un delincuente que explota a los pobres en beneficio propio”
Las llamadas telefónicas a los tres líderes sociales, y a la vez funcionarios del Gobierno, fueron realizadas por Fernández, su jefe de Gabinete, Agustín Rossi y la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz. Palabras más, palabras menos, todos expresaron la misma inquietud: “Dejar la Plaza del Congreso vacía es un problema grave en este contexto que debilita al Gobierno en su conjunto”. Es más, uno de los ellos llego a decir, quizás de manera exagerada, que el vacío que se proponía realizarle al jefe de Estado se podía interpretar como “un golpe institucional”.
Según pudo reconstruir este medio, las llamadas fueron varias: Tolosa Paz hablo dos veces con Pérsico y Rossi hizo lo propio con Navarro.
Las presiones de la Casa Rosada hacia los dirigentes sociales surtieron efecto. Después de varias idas y vueltas, el Evita, encabezado por Navarro y Pérsico, y Somos Barrios de Pie, cuyo coordinador nacional es Menéndez, decidieron enviar una delegación de entre cinco mil y siete mil militantes. Un cifra significativamente menos a lo habitual.
Infobae publicó ayer la pérdida de apoyo interno que tiene Alberto Fernández dentro del Frente de Todos. La decisión de los movimientos sociales de no ir al Congreso a escuchar su palabra y no mostrarse encolumnados detrás de su figura es una muestra de eso.
Hay varias razones políticas que así lo determinaron: Alberto Fernández no invitó a ninguno de sus representantes a la Mesa Política del Frente de Todos. Solo asistió Navarro, pero como integrante del PJ, no del Evita.
Esta organización, Somos Barrios de Pie y otra docena de movimientos de menor volumen, presentaron en sociedad el viernes pasado su partido político para ganar espacio dentro del Frente de Todos y competir en las PASO con candidatos propios, La Patria de los Comunes. También buscarán tallar en la elección, por consenso o en internas, del candidato a la presidencia de la nación.
El propio Pérsico aclaró que hasta ahora no tienen preferencias, pero deberá ser un dirigente que pueda ganar las elecciones de este año. Alberto Fernández y Cristina Kirchner no entran en esa grilla, al menos hasta hoy. Se sabe que la política es dinámica y el arte de lo posible.
“No movilizamos el 1° de marzo porque es un escenario que intenta convalidar una candidatura de Alberto Fernández y eso hoy divide al Frente de Todos. Nosotros queremos que haya unidad y vamos a trabajar para que, por intermedio de las PASO o por consenso, podamos construir una propuesta competitiva”, le dijo ayer Onorato a este medio. Salvo la delegación de militantes que asistirán mañana, la posición política es la misma.
A esto se suma las bajas en el Potenciar Trabajo que realizó Victoria Tolosa Paz entre los titulares de ese programa social por no haber convalidado su identidad de manera biométrica. Si bien hay un número importante de beneficiarios de la Unidad Piquetera que este mes cobrarán cero pesos y tendrán tiempo hasta abril para completar el trámite, la mayoría de las casi cien mil suspensiones y bajas, pertenecen al resto de las organizaciones sociales.
Tanto desde el Evita como de Somos Barrios de Pie expresaron su molestia por la manera en que la funcionaria manejó el tema. Su antecesor, Juan Zabaleta, había iniciado una auditoría presencial en las Unidades de Gestión para certificar la cantidad de titulares del Potenciar Trabajo que cumplían sus tareas de 20 horas semanales en esas cooperativas. Los propios movimientos acompañaban a las universidades que realizaban la tarea. Tolosa Paz dio marcha atrás con esa modalidad, a la que califico de lenta y la cambio por la validación virtual.
Durante la presentación del partido político que lo tiene como presidente, Pérsico dijo que todos los planes sociales deben ser reemplazados por trabajo pero que, mientras ese proceso ocurra, no se les puede quitar el único ingreso que tienen muchas familias.
De eso también habló la ex diputada con los líderes sociales en las últimas horas. Volvió a asegurar que ninguna persona a la que le corresponda el Potenciar Trabajo será dada de baja.
Pérsico, Menéndez y Navarro no son solo tres dirigentes de peso dentro de las organizaciones populares. Los dos primeros revisten los cargos de secretario y subsecretario en la cartera social. Es más, Pérsico administra el Potenciar Trabajo. Navarro es secretario en la Jefatura de Gabinete y tiene despacho en la casa Rosada y por estos días asiste al encuentro “Un tiempo de diálogo, Mar del Plata: hacia un desarrollo con inclusión”. El Secretario de Relaciones con la Sociedad Civil y Desarrollo Comunitario participó de la mesa sobre “Reflexiones finales sobre la agenda del desarrollo local con inclusión social”. En esas actividades estaba cuando recibió las llamadas del Poder Ejecutivo Nacional para que el Movimiento Evita envíe al menos una delegación a la Plaza del Congreso. No fue un teléfono descompuesto, el alcance real se verá mañana.
Seguir leyendo: