En más de tres años de mandato, Alberto Fernández empató con Macri en proyectos propios sancionados en el Congreso

La tasa de éxito legislativo de Alberto Fernández, a siete meses de terminar su mandato, está apenas por debajo de la de Mauricio Macri, si se analiza el grado de aprobación de proyectos de ley enviados por el Ejecutivo que obtuvieron sanción del Congreso en las últimas dos décadas. Un 63% del hoy mandatario contra el 61% del líder del PRO cuando éste ocupó el sillón de Rivadavia. En otras palabras, casi 4 de cada 10 iniciativas impulsadas por el actual Presidente, no prosperaron. Estos números son un reflejo de la interna del Frente de Todos, que se agudizó después de la derrota en las elecciones de medio término, ya pasada la pandemia, y tuvo un correlato concreto en la gestión de leyes.

Como contracara, su hoy detractora Cristina Kirchner fue la presidenta que más iniciativas consiguió que le aprobaran en su segundo mandato, el 82%, incluso por encima de su marido, Néstor Kirchner, que había tenido el 72% de votaciones favorables a sus proyectos en ambas cámaras.

Pese a la paridad de los porcentajes de aprobación de normas en el Congreso entre Fernández y Macri, el jefe del PRO - único presidente no peronista que terminó su mandato desde la creación del peronismo-, gobernó sin mayoría en ninguna de las dos cámaras en sus cuatro años de mandato, En cambio, Fernández sí la tuvo en el Senado hasta las legislativas de 2021. Recién a partir de diciembre de ese año, el oficialismo pasó a ser la primera minoría en la Cámara alta, condición que conserva en Diputados desde el comienzo del mandato de Fernández, aunque sin quórum propio. La virtual paridad con la principal fuerza opositora implica que dependió - y depende - de Juntos por el Cambio para iniciar las sesiones y sancionar leyes, en una relación que se tensó cada vez más a medida que Fernández priorizó una agenda judicial en el Parlamento, en sintonía con los deseos de Cristina Kirchner.

“En lo que va de su gobierno, la tasa de éxito legislativo de Alberto Fernández ha sido de 6 de cada 10 proyectos, similar al promedio de Macri aunque por debajo de los tres gobiernos kirchneristas previos. Sin embargo, mientras el éxito legislativo de Macri fue descendiendo de un año en otro, en el caso de Fernández se ha mantenido relativamente estable, aunque en niveles bajos entre 2020 y 2022″, analizó Felicitas Torrecilla, coordinadora de investigación de la Fundación Directorio Legislativo, la ONG que realizó el comparativo de los proyectos del PEN aprobados en el Congreso desde 2003 y que Infobae publica hoy, en la jornada previa a la Asamblea Legislativa del 1ro de marzo.

Los 38 proyectos promovidos por Alberto Fernández que no lograron aprobación del Congreso en los tres años y dos meses de mandato, no incluyen los 278 mensajes de pedidos de acuerdos de pliegos de jueces, fiscales y defensores oficiales nacionales y federales por parte del Presidente al Senado. Fueron 126 en 2020; 87 en 2021; y 65 en 2022, según relevó Directorio Legislativo. Entre ellos, el pedido de aprobación del fiscal federal Daniel Rafecas como nuevo Procurador general, cuyo pliego ingresó el 9 de marzo de 2020, y desde entonces quedó congelado sin ningún avance por la oposición del kirchnerismo.

“Desde el recambio legislativo de 2021, el oficialismo nacional es la primera minoría en ambas cámaras y esa es una situación inédita para el peronismo en el Senado. Más allá de que coyunturalmente este gobierno tuvo balances legislativos más favorables que los de Mauricio Macri, también ha tenido un frente interno más adverso que lo llevó a sacar algunos debates del ámbito legislativo. Eso complicó aún más el diálogo con el Senado y podría explicar la reciente fractura del bloque”, analizó Torrecilla en diálogo con Infobae.

“Algunos debates en los que esto se hizo particularmente visible y que tensaron las relaciones internas fueron los del acuerdo con el FMI, donde el voto oficialista se partió, el rechazo del Presupuesto 2022, el debate en torno a la ley de hidrocarburos y la reforma de la justicia”, agregó esta especialista de Directorio Legislativo.

La otra diferencia entre Fernández y Macri es la producción legislativa. El ex mandatario deCambiemos envió 196 proyectos al Congreso en sus cuatro años en el poder, de los cuales el Congreso le aprobó 118 y no le dio sanción a 77 (39%). En tanto, Fernández lleva presentados una cifra inferior: 106 iniciativas en 3 años, 2 meses y 18 días, de los cuáles solo tuvieron el visto bueno de ambas cámaras 67, mientras que otras 38 siguen en trámite parlamentario (36%), muchas de ellas con dictamen de Comisión, pero sin perspectiva de ser convertidas en ley en el pleno del recinto.

Si se considera el promedio de proyectos del PEN enviados por año por cada mandatario, Fernández es el presidente que menos iniciativas impulsó: 35 por año, contra 49 de Macri. El ranking lo lidera Néstor Kirchner, que promovió casi el triple el triple que su ex jefe de gabinete: 85 por año a lo largo de sus cuatro años y seis meses de gestión, seguida por Cristina Kirchner. La actual vicepresidenta, envió un promedio de 55 proyectos de ley por año en su primer mandato, y 50 en el segundo.

Entre el comienzo de la presidencia de Néstor Kirchner, el 25 de mayo de 2003 hasta la fecha, los distintos presidentes enviaron al Congreso un total de 1.060 proyectos de ley. De esta cifra, se sancionaron 759 (el 72 %); no se aprobaron 299 – aunque varios tienen aún estado parlamentario -; y sólo se rechazaron 2.

El proyecto del Presupuesto 2022 elaborado durante la gestión del entonces ministro Martín Guzmán, fue el único que el Congreso le rechazó explícitamente al actual Presidente. La “ley de leyes” no obtuvo los votos necesarios en Diputados debido al rechazo opositor el 17 de diciembre de 2021.

El otro proyecto del Ejecutivo rechazado en los últimos 20 años por alguna de las dos Cámaras, fue el impulsado por Cristina Kirchner en su primer mandato: el de Ley de Retenciones y Creación del Fondo de Redistribución Social. Conocido como el proyecto de retenciones para el campo, perdió la votación en el Senado por el voto “no positivo” del entonces vicepresidente Julio Cobos la madrugada del 17 de julio de 2008.

Pese a ese rechazo, Cristina Kirchner ostenta las mayores tasas de aprobación de proyectos propios enviados al Congreso, según el análisis histórico realizado por Directorio Legislativo. Ese éxito legislativo se corresponde con el férreo manejo que tuvo sobre ambas cámaras, al punto que la oposición denunció en su momento que el Congreso era “una escribanía” del Poder Ejecutivo.

Entre 2007-2011, durante su primera gestión, la hoy vicepresidenta envió al Congreso 220 proyectos, de los cuales, se sancionaron 16 (75%), mientras que solo el 24% (53 iniciativas) no resultaron sancionados. Ya en su segundo mandato, CFK obtuvo el porcentaje más alto en las dos décadas analizadas: de 198 proyectos que impulsó como presidenta, logró que los legisladores le votaran 163 (82%). Apenas 35 propuestas (18%) quedaron en el camino sin llegar a ser ley.

Sin embargo, fue su marido Nestor Kirchner el presidente que, en números absolutos, más cantidad de proyectos impulsó durante su mandato de 4 años y seis meses. El santacruceño envió al Congreso un total de 341 iniciativas en total, de las cuales se sancionaron 245 (72%) y quedaron 96 sin aprobación (28%).

De acuerdo al relevamiento realizado por Directorio Legislativo, el año con más proyectos presentados fue 2007, el último de su presidencia: 80 iniciativas. Entre 2004 y 2006, el mandatario ya fallecido envió un número similar, 79 por año. Desde el 2008 en adelante la tendencia es hacia la baja, siendo 2010 el año con menos iniciativas promovidas por el Ejecutivo. Ese año, Cristina Kirchner presentó sólo 33 proyectos, dos más que en 2022, el de menor productividad parlamentaria de Alberto Fernández, cuando el mandatario envió apenas 31.

“Los datos históricos del Congreso de Argentina muestran que en las últimas décadas la productividad legislativa ha venido en un declive sostenido. Bajó la cantidad de leyes sancionadas y también la de sesiones plenarias de la Cámara de Diputados y el Senado. Esta observación es asimismo válida cuando se analizan los proyectos de ley que promueve el Poder Ejecutivo”, sostuvo Torrecilla.

Sin embargo, advirtió que si bien “la tendencia es al descenso, también se observan saltos llamativos a lo largo del tiempo. Es decir, años que se destacan por una cantidad muy alta o muy baja de proyectos. Estos saltos pueden estar asociados a momentos de fortaleza o debilidad política de los gobiernos de turno. Uno de los más notables es la caída que se produjo después del conflicto con el campo de 2009. En sentido contrario, en el segundo gobierno de Cristina Fernández la capacidad de tracción fue mucho mayor, al menos hasta 2015 en que bajó”.

La gestión de Macri remontó ese descenso al comenzar con una agenda nutrida de proyectos de ley. Sin embargo, “su capacidad para impulsarlos políticamente se vio limitada por balances legislativos que no eran favorables. Por esto, la cantidad de proyectos aprobados fue en descenso a lo largo del tiempo”.

Visualización de datos: Andrés Snitcofsky

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