El diputado nacional por la Ciudad de Buenos Aires Leandro Santoro retornó este fin de semana de Europa donde estuvo, invitado por el Partido Verde alemán, en Berlín, Hannover, París, Madrid y Barcelona. Pidió licencia sin goce de sueldo en el Congreso Nacional y se abocó a tener reuniones con políticos destacados de Alemania, Francia y España, interesado en temas como la crisis de vivienda en las grandes ciudades, el cambio climático y las formas más sustentables de transporte.
También, como frutilla del postre, estuvo invitado en el Festival Internacional de Cine de Berlín para presentar junto a su director, Ulises de la Orden, el documental “El juicio”, basado en las 500 horas de filmación del Juicio a las Juntas Militares realizado en 1985. “La película tiene una enorme importancia para dar cuenta de un juicio histórico, que constituyó un legado argentino para la democracia y los derechos humanos”, le contó a Infobae tras la gira.
De la Orden lo eligió por su cercanía con el ex presidente Raúl Alfonsín, ya que tuvieron mucho contacto personal cuando Santoro presidía la Juventud Radical. “Alfonsín solía decir que el gobierno argentino no había logrado derrotar militarmente al ejército que conducía la dictadura pero que había logrado recuperar la consciencia ética de la democracia de los argentinos”, sostuvo el legislador en esa participación en la capital alemana.
Se vio unos días antes con Hana Jalloul, diputada por la Asamblea de Madrid, miembro del Partido Socialista Español, muy cercana al presidente Pedro Sánchez. Jalloul también es vicepresidenta de la Internacional Socialista y el 20 de marzo estará de visita en Buenos Aires con José Luis Zapatero.
También se entrevistó con la ex alcaldesa de la capital española, la experimentada Manuela Carmena. “Me interesaba mucho hablar con ella sobre todo lo que implementó durante su mandato como alcaldesa. Trabajó mucho con las primeras infancias, puso la educación gratuita infantil de 45 días a 3 años y también que haya comedores escolares en las escuelas para que los niños tuviesen tres comidas diarias”, relata Santoro.
“La agenda global en las grandes ciudades es muy marcada. En Berlín pude apreciar que existen políticas muy avanzadas para la regulación desde el Estado de la oferta de viviendas. Todos los partidos están de acuerdo en que hay menor oferta por las plataformas que las ofrecen para el turismo. Hay menos casas disponibles por un proceso de especulación financiera y se necesitan incentivos desde el Estado. Hay coincidencias desde todos los partidos que se debe intervenir en el mercado para regularlo”, cuenta.
-Debe ser interesante observar como conviven los distintos partidos. Porque hay fuerzas conservadoras, de centro y también de izquierda en la coalición de gobierno alemana.
-Claro. Es muy enriquecedor ver cómo se ponen de acuerdo en temas tan básicos y a la vez tan importantes para los ciudadanos. ¿Por qué se ponen de acuerdo? Los ayudó haber vivido la unificación del país que los llevó a dialogar mucho y también se le da valor a la palabra, tanto conservadores, como verdes o de partidos de izquierda, coinciden en esto.
-¿Qué notaste sobre el tema transporte?
-Hay una política de desincentivación en el uso del transporte en auto en forma individual. Se trata de que la gente se movilice en metro, en tranvía o en bicicleta. Y un dato importante es que muchas de esas bicicletas tienen asistencia eléctrica lo que permite que se viaje más cómodo. Si tenés que hacer un trayecto más largo no debés esforzarte tanto físicamente y no llegás a tu trabajo tan cansado o con demasiada transpiración. Es algo para imitar en Argentina.
-¿Hay otras medidas para el uso de la bicicleta, por ejemplo?
-Invirtieron mucho dinero en infraestructura para la electromovilidad. Además de que son muy buenas las ciclovías que se construyeron. Además, para que los padres trasladen a sus hijos pequeños en bicicleta hay carros que van en la parte delantera. Nosotros quizás estamos acostumbrados a que se ponga algo atrás de las bicis para los chicos y allá lo colocan adelante. Es más práctico y sirve para evitar accidentes.
En Barcelona, Santoro se encontró con la alcaldesa Ada Colau. “Nos mostraron la importancia de ampliar la vegetalización de cada ciudad. El concepto es 3-30-300. ¿Qué significa? Que desde tu lugar de trabajo o de residencia vos tengas la posibilidad de tener cerca al menos tres árboles, que una ciudad debe tener un 30% de superficies verdes y que a 300 metros de distancia tengas un parque o una plaza”, describe.
“Los beneficios no son solamente para bajar las temperaturas entre tanto cemento sino que también es un tema de salud mental. No es casual que la gente de mayor poder adquisitivo quiera vivir en zonas con mucho verde. En toda la región de Cataluña existe una infraestructura al respecto. Los árboles no solo mejoran la estética, sino que también mejoran a un barrio. La concepción debe ser no solo estética sino para aportar a una mejor calidad de vida”, amplía.
Algo similar recogió de su estadía en Hannover, donde gobierna el alcalde del Partido Verde, Belit Onay. Considerada una de las ciudades del continente con mayores superficies verdes allí también Santoro pudo palpar como “hay una reutilización del espacio público y una readaptación de la movilidad urbana. No se trata de hacer a las grandes urbes como anti auto, se estimula por ejemplo caminar mucho también como alternativa”.
Cuando fue a París, lo recibió la alcaldesa de la ciudad, Ana Hidalgo, del Partido Socialista. Hidalgo había estado en octubre del año pasado en Buenos Aires participando de la G 40, la Cumbre que reúne a los alcaldes que presentaron propuestas para el combate del Cambio Climático en el mundo. Hidalgo es una política francesa de origen español y desde 2014 se transformó en la primera mujer que accedió a ese cargo.
“De ahí me llevé que un Estado presente puede servir para ordenar las protestas sociales. Ellos consideran a la capital francesa como la capital cívica, donde todos se pueden expresar y protestar. Como tampoco las organizaciones que protestan quieren tener una mala imagen ante la opinión pública y evitar problemas con la gente, se hacen rotaciones de los manifestantes, no bloqueos. Tratan que siempre haya una vía alternativa que permita circular al ciudadano. Hay coincidencia entre los diferentes sectores. En la intensidad y formas. Que se pueda circular y también manifestarse”, afirma.
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