Mauricio Macri volará mañana a Europa, tras una semana de intensa actividad política que aceleró el clima electoral. En el viejo continente deberá asumir compromisos vinculados a su rol como presidente de la Fundación FIFA. Su retorno será la penúltima semana de marzo y le servirá al ex Presidente para prolongar la intriga sobre su futuro político. La actitud de Macri siembra una incertidumbre política que dificulta la concreción de acuerdos y negociaciones al interior de Juntos por el Cambio (JxC). Especialmente en el PRO.
Como anticipó Infobae, Macri suspendió la presentación de su libro en Rosario, prevista para el 27 de febrero, con motivo del anticipo de su viaje. En Europa, el titular de la Fundación FIFA estará en Zúrich, Suiza, donde se encuentra la sede principal de la máxima entidad del fútbol internacional. También viajará a Italia, donde permanecerá unos días y dará clases como invitado en la Universidad de Bolonia. El periplo además incluye Francia. En ese país no se descarta un encuentro con el presidente Emmanuel Macron, aunque no hay confirmación oficial.
Durante sus casi tres semanas fuera de Argentina, Macri continuará con su ajetreada agenda política. Seguirá todo de forma remota. Mientras tanto, en el Río de la Plata esperarán que su regreso coincida con su definición. El fundador del PRO planea regresar al país el 20 de marzo y no dará ninguna determinación política concreta sobre su futuro electoral hasta abril.
Quienes son habitués del ex Presidente deslizan que estirará su decisión todo lo que pueda -hasta que la coyuntura política se lo permita-. En el círculo político de Horacio Rodríguez Larreta y en el radicalismo consideran que el ex Jefe de Estado tributa el suspenso político para conservar poder.
Macri insiste en que él no se subió ni se bajó de ninguna candidatura. Sostiene que será “ecuánime” entre los presidenciables del partido que fundó y que buscará equilibrar la balanza electoral. Sin embargo, en JxC hay desconfianza sobre ese argumento. Porque advierten que el referente de la oposición verbaliza esa intención al mismo tiempo que despliega acciones cuyos efectos desbalancean la relación de fuerzas en el PRO.
En la última semana, el ex Jefe de Estado jugó fuerte en la interna amarilla. Regresó a Buenos Aires de Cumelén y retomó sus apariciones públicas. Todas con pericia política. Visitó el nuevo búnker de campaña presidencial de María Eugenia Vidal el mismo día que Rodríguez Larreta lanzó su candidatura. En Uspallata asumen que fue para horadar el plan de poder del alcalde porteño. Macri y Vidal juraron que no fue deliberado porque su encuentro “estaba agendado hace 20 días”.
La agenda política de Macri previa a su vuelo a Europa fue apretada. En su juego de equilibrio, entre sus múltiples reuniones, Macri se encontró ayer con Bullrich y con Jorge Macri. Fue luego de visitar a Vidal y saludar públicamente a Larreta por su lanzamiento.
A su vez, en sus oficinas de Olivos lo visitaron los intendentes Néstor Grindetti (Lanús) y Manuel Passaglia (San Nicolás), los diputados nacionales del PRO Cristian Ritondo y Hernán Lombardi y el legislador y economista Ricardo López Murphy. También se reunió con el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, y con su primo, Jorge Macri. Según pudo saber Infobae, el ex dirigente de Boca Juniors tuvo otras reuniones políticas y de trabajo que fueron reservadas.
El ex Presidente sostiene que su rol es el de ayudar a todos los candidatos amarillos. Macri le transmitió a un dirigente de la oposición que lo visitó que la interna del PRO perjudica a JxC y les pidió que “no se metan” en el tironeo presidencial entre Larreta y Patricia Bullrich. Sin embargo, en la intimidad del macrismo consideraron que el lanzamiento presidencial del alcalde porteño fue a “destiempo” y un “síntoma de ansiedad”.
Públicamente, Macri hizo ayer un posteo en su Instagram para apoyar el lanzamiento de Rodríguez Larreta. “Celebro que Horacio haya presentado hoy su precandidatura”, expresó el ex Presidente. Pero inmediatamente aclaró: “Creo que de la tensión que produce la voluntad de ganar, siempre salimos favorecidos”.
Esa frase habilitó una hermenéutica diversa que resonó tanto en el PRO, como la UCR, la Coalición Cívica, Encuentro Republicano y hasta Republicanos Unidos. Cada socio de JxC hace su interpretación. Pero todos concuerdan en algo: la indefinición de Macri obtura la concreción de acuerdos nacionales y federales en la coalición opositora.
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En CABA, JxC tiene una proliferación de candidaturas por la sucesión de Rodríguez Larreta que inquieta al PRO. En el partido amarillo hay cuatro lanzados. El candidato del ex Presidente es su primo, Jorge Macri - también apoyado por Bullrich-. El alcalde de la Ciudad tiene predilección por Fernán Quirós, aunque también prefiere a Soledad Acuña y a Emmanuel Ferrario por sobre el intendente de Vicente López en uso de licencia.
En el partido amarillo coinciden en que deberán decantar por un candidato porteño y que esa decisión surgirá de un acuerdo entre Macri y Larreta. Sin embargo, en el larretismo sostienen que esa negociación no tendrá lugar hasta que el ex Jefe de Estado no defina cuál será su futuro electoral. Algo similar ocurre en el armado opositor en la provincia de Buenos Aires.
En territorio bonaerense, Diego Santilli, Ritondo, Grindetti, Joaquín De La Torre y Javier Iguacel son los precandidatos del PRO dispuestos a competir por la gobernación. Por el radicalismo quienes caminan la provincia con la misma ambición son Martín Tetaz, Gustavo Posse y Maximiliano Abad.
Debajo, más de 50 intendentes opositores y dirigentes territoriales presionan para que JxC ordene su armado nacional para avanzar en alianzas a nivel provincial y distrital. En el intendentismo cambiemita hay consenso en que hasta que no haya una definición sobre el destino político de Macri, la interna entre Rodríguez Larreta y Bullrich continuará marcando la dinámica de la coalición.
Algo similar sucede por estas horas en algunas provincias en las que JxC atraviesa turbulencias y tensiones por las candidaturas. Son los casos de Mendoza, Córdoba, Río Negro, Chubut y Tierra del Fuego. Los dirigentes opositores esperan que se ordene la interna nacional para luego facilitar los reacomodamientos y negociaciones provinciales. En este esquema, el rol de Macri será medular. Esta situación sumerge a JxC en una especie de complejo ajedrez político.
En el ajedrez real suele recomendarse que quien juega con las blancas, como abre la partida, deberá desarrollar sus piezas para ocupar rápido el centro del tablero. En el plano político, el larretismo y sus aliados ya movieron. Ahora piensan sus próximos pasos. Así como en el juego de estrategia, en el ajedrez político hay algo clave a tener en cuenta: las negras también juegan. Macri lo sabe muy bien.
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