El dirigente social y líder del Frente Patria Grande, Juan Grabois, presentó este jueves su libro Los Peores. Lo hizo acompañado por el gobernador bonaerense, Axel Kicillof y durante las casi dos horas que duró el debate, Grabois ratificó su precandidatura presidencial dentro del Frente de Todos, dijo que no hay que resignarse a que haya un “tibio” el año que viene, respaldó al mandatario provincial en su gestión -con algunos cuestionamientos a la política de seguridad- y en sus intenciones de ir por la reelección. También se argumentó sobre la cuestión social, económica y el modelo productivo. “Hay una oportunidad de apropiar los recursos naturales y redistribuir bienes e ingresos. Creo que tomar masas de recursos para mí es una realidad y no me resigno”, dijo Kicillof que durante sus intervenciones apenas sobrevoló la cuestión electoral.
El acto/presentación se llevó adelante en el Club Platense de la capital bonaerense. Organizado íntegramente por Patria Grande, el encuentro tuvo guiños a un eventual lanzamiento de la campaña de Grabois. Al menos, en reiteradas oportunidades recordó que él era precandidato presidencial. En la puerta del club, la calle estaba cortada, había batucada, una pantalla porque la capacidad del club estaba colmada y una bandera con la cara de Grabois que rezaba “Juan XXIII”. El dirigente social hizo algunas críticas a la clase política al decir que perdieron el pulso de la calle y que eso es difícil de sostenerlo. Lo mismo le pasó, aseguró, al Papa Francisco a quien igualmente elogió.
Contó que la primera vez que se juntó con la vicepresidenta, Cristina Kirchner, ella le dijo que tenía que hacer política. “Vos tenés que hacer política, déjate de joder, me decía y capaz que tiene razón; ahora soy precandidato a presidente capaz que un poquito de razón tiene. Igual a veces me agarra la duda de si Cristina me aconsejó bien o me aconsejó mal”, bromeó sentado en uno de los sillones sobre el escenario simil living montado para la ocasión. En esos pasajes, Kicillof se plegaba a los aplausos que llegaban desde el público que se abanicaba para combatir el calor que imperaba en la cancha de basquet.
Durante el debate, moderado por la periodista Noel Barral Grigera, Grabois y Kicillof también abordaron un tema que fue parte de la agenda del gobierno durante buena parte de su mandato y es la conversión de planes en trabajo. El líder de Patria Grande dijo que ese concepto es errado, que quienes reciben asistencia social ya trabajan y que esa ayuda solo es eso y apuntó contra quiénes “mulean” a los beneficiarios de planes.
“No hay que mulear a nadie el que quiere estar en una actividad tiene que que querer estar en esa actividad y una de las facetas más terribles de la exclusión es que haya compañeros y compañeras que por miedo a perder su salario social complementario o un beneficio o derecho social tengan que estar en una actividad; espero que acá no haya uno solo de esos compañeros y los que estén acá compartan los fines, porque en todas las cosas en las que nos acusan siempre hay un poquito de verdad, a eso hay que prestarle atención”, dijo. También alertó de “compañeros” que absorben los discursos que terminan criminalizando a los excluidos.
Agradeció la presencia de Kicillof porque “no está de acuerdo con las tesis de este libro”. Dijo que es “un gobernador que capaz que le falta un cachito, pero va bien”, que es “un funcionario que más o menos funciona, y además es una esperanza que tenemos para construir una síntesis superadora de los procesos nacionales y populares de las primeras décadas del siglo XXI”.
Sin embargo, apuntó con dejo de ironía sobre el accionar de la policía bonaerense. “Este chiste lo tengo que hacer: hay una policía que no sé de dónde es que se la agarra con nuestras diputadas”, dijo. Hacía referencia a la diputada provincial Lucía Klug y a la legisladora nacional, Natalia Zaracho, la diputada cartonera que días atrás fue detenida por efectivos de la bonaerense al interceder en la aprensión de un joven en el municipio de Lanús. Una chicana a la que Kicillof tuvo que asentir.
Ya en términos electorales, Grabois se metió de lleno en la interna del FdT. Sin dar nombres lanzó: “No quiero que mi generación militante acepte que el límite de lo posible es tener el año que viene otro mediocre, otro tibio, otro cobarde que no haga las reformas que hay que hacer. No lo acepto, no hay forma de que me convenzan de eso”, dijo al cierre de su última intervención antes de darle el cierre al mandatario bonaerense.
Abonando la teoría de “lotear electoralmente” la provincia de Buenos Aires, el dirigente social remarcó que “lamentablemente nuestra trinchera principal hoy es la provincia de Buenos Aires, por la realpolitik y Axel tiene que bancar esa parada, entiendo que es así. Pero Axel no es el único que no cree en los cantos de sirenas y tiene firmes las convicciones, habemos varios, habemos varios. Yo soy uno que se anotó, pero espero que se anoten unos cuántos más”, cerró. En otras oportunidades, Grabois dijo su candidato es el ministro del Interior Eduardo de Pedro y que si el funcionario nacional se presenta, él declina su precandidatura.
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