La cicatriz de una bomba en la tierra. Y un soldado. Allí, en el cráter que generó la explosión, él observa desde las entrañas, la escala del desastre. Fuera de ese perímetro del horror, un auto humeante es rodeado por otros vehículos destrozados. Todo eso condensado en una foto.
Imágenes como esta y 26 más, se podrán visitar, de lunes a jueves de 10 a 17 horas, en la muestra Diario de la guerra, a inaugurarse el próximo lunes 27 de febrero. Hasta el 26 de marzo, la exposición tendrá lugar en la Sede Centro de lCANA (Instituto Cultural Argentino Norteamericano) en Maipú 672, Capital.
Para la inauguración, y en conmemoración al primer aniversario de la invasión rusa a Ucrania, varios embajadores y diplomáticos se reunieron en el foyer del barroco edificio. Santiago del Sel, el presidente de ICANA y anfitrión del evento, le dio un firme apretón de manos a Sergiy Nebrat, encargado de negocios de Ucrania en Argentina quien, en un español un poco forzado, dialogó primero con los presentes para más tarde dar su discurso.
Con mayoría de representantes de miembros del G7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Italia y Japón), la figura del embajador estadounidense en Argentina, Marc Stanley, acaparó la atención. Con un prendedor con los colores de la bandera ucraniana y mirando a los ojos, no dejó mano sin estrechar mientras los camarógrafos y fotógrafos comenzaron a rodearlo.
Durante el encuentro, los diplomáticos y algunos asesores comentaron entre ellos las últimas novedades del conflicto bélico, que tiene en vilo al mundo luego del amenazante discurso del martes de Vladimir Putin.
Los embajadores Alain Bergant (Eslovenia), Hans-Ruedi Bortis (Suiza), Karl Dhaene (Belgica) y Yamauchi Hiroshi (Japón) posaron, entre otros, junto a Nicola Lindertz (Finlandia), Dan Petre (Rumania) y Amador Sánchez Rico (Unión Europea). Algunos sostuvieron una bandera de Ucrania mientras otros elevaban girasoles, la flor nacional de este país líder en exportación de aceite extraído de esa planta.
Se armó un semicírculo alrededor de dos atriles con imágenes de la muestra -que flanquean el lugar central de disertación- mientras el amplio salón se proyectaba hacia la frondosa biblioteca del instituto, en donde había espacio para un brunch.
En las paredes, como mudos testigos, la foto de una nena sonriente sosteniendo una muñeca y eclipsando un fondo oscuro -que se asemeja a un aula- convivía con otra peculiar imagen: la de un soldado junto a su novia (vestida de blanco) casándose en medio de un bosque lúgubre y custodiado por un soldado de espaldas.
Diario de la guerra es la muestra en donde seis fotoperiodistas, ucranianos y latinoamericanos, entre los que se encuentra Franco Fafasuli de Infobae, acercan el contexto del conflicto bélico que viven a diario las familias ucranianas tras la brutal invasión rusa. Las imágenes también fueron captadas por el lente de Kostiantyn y Vlada Liberov y Evgeniy Maloletka, tres reporteros gráficos ucranianos, junto a Juan Carlos (El Salvador) y Ximena Borrazas, de Uruguay.
Ucrania en pie de guerra
Entre algunos teléfonos celulares que sonaban, comenzaron los discursos que acallaron el murmullo. El titular de ICANA golpeó el micrófono varias veces y llamó a prestarle atención para comenzar hablando en inglés, luego traduciéndolo al español y continuar disertando bajo la lengua de Cervantes.
“Hoy es un día que combina tristeza y esperanza para recordar que, un año atrás, Ucrania y su gente sufre las desgracias de una guerra injustificable, de una agresión intolerable por parte de Rusia con el consabido costo de destrucción, víctimas y movilización de millones de personas que perdieron sus hogares”, comenzó su disertación.
Del Sel continuó diciendo que “no hay palabras para condenar esta agresión” mientras sostiene que “tampoco las hay para solidarizarnos” y así enfatiza el “puente” que une a la Argentina, los Estados Unidos y Ucrania, junto a su pueblo. “Por todo esto, nos sentimos con mucho gusto de poder acompañarlos en este momento donde es muy importante la unión y la solidaridad de su gente”, mientras cerró con un enérgico “¡Viva Ucrania!” hecho eco en varias voces de los presentes.
Luego llegó el turno de la disertación de Nebrat, el más alto representante del gobierno ucraniano en el país quien sostuvo que “contra todo pronóstico, luego de un año de guerra, hubo un cambio terrible en la ecuación entre Rusia y Ucrania”.
El diplomático recordó que el conflicto entre el gobierno de Volodimir Zelensky y Putin lleva nueve años, cuando las tropas rusas ocuparon Crimea en 2014. “Y aún seguimos luchando”, afirmó. “Nadie esperaba esta reacción pero nosotros estamos preparados para esto. Putin quiso ocupar regiones de Ucrania para luego llegar hasta Kiev, pero esto no pasó, como tampoco ocurrió en la Segunda Guerra Mundial cuando Hitler buscó conquistar Europa”, comparó el diplomático al igual que reafirmó el carácter genocida de Vladimir en contraste con la del dictador alemán.
“Luchamos con el alma porque defendemos nuestras propias casas, luchamos por sus familias y territorio”, continuó mientras hizo un silencio y reflexionó. “Alguien me preguntó: ¿cuándo es posible tener el fin de esta guerra? La respuesta es muy simple: Putin y las tropas rusas pueden salir del territorio de Ucrania hoy mismo y finalizarla. Pero no, ellos buscaron hacer una nueva guerra, como si fuese una última conquista imperialista”, expresó con cierta resignación.
Nebrat agregó una pregunta para el análisis: “¿Cómo restaurar un imperio ruso o pensar como Putin en pleno siglo XXI? “Muchos dictadores piensan que si hay posibilidades de reunir un gran armamento se pueden ocupar territorios y fronteras. Por eso Ucrania lucha con otro países por la libertad de todos, es una lucha del bien sobre el mal”, afirmó.
Y lanzó una declamación final, como si estuviese en pleno campo de batalla. “¡Nosotros vamos a ganar esta guerra porque la democracia debe estar en este mundo y también el derecho internacional, y con la ayuda de todos nosotros, ganaremos esta guerra!”, cerró agradeciendo a los presentes.
La voz de Stanley en apoyo al voto argentino
El embajador Marc Stanley, dejó una felicitación como mojón en el mensaje diplomático de su discurso: la decisión del gobierno de Alberto Fernández de condenar la guerra en Rusia. “Argentina ha votado de manera contundente y, en mi opinión, correcta, en el sistema de Naciones Unidas para denunciar la agresión rusa y defender a Ucrania. Pero mientras Putin decida continuar esta guerra, es necesario hacer más. Los gobiernos democráticos deben estar unidos para defender los valores democráticos y los derechos humanos”, sostuvo.
En alusión a los 200 años de relaciones bilaterales entre el gigante del Norte y Argentina, Stanley afirmó que “más que nunca, es importante que nuestras democracias apoyen a otras como la de Ucrania. Junto con Argentina, la Unión Europea y los demás países del G7 expresamos nuestra solidaridad y nos comprometemos a trabajar juntos para construir un mejor futuro para los ucranianos”, expresó ante un aplauso cerrado.
Stanley además sostuvo, en referencia al aniversario de la invasión rusa en Ucrania “ante la mirada sorprendida del mundo” que “el pueblo ucraniano sufre terriblemente por esta brutal e ilegal agresión, no provocada cometida por Rusia. Vimos imágenes de guerra que pensamos que nunca volveríamos a ver”.
“Europa y otros países han respondido muy bien a las necesidades de Ucrania. En el último mes, el canciller alemán y el ministro de Relaciones Exteriores de Japón viajaron a Buenos Aires. Ambos dijeron que es muy importante que todos los países, incluidos los de América Latina, den más apoyo a Ucrania”, expresó.
Escenas de hospitales urbanos, improvisados y colapsados, como centros de atención para heridos de una guerra, se cruzan en el foyer de la sede de ICANA con un grupo de ucranianos que se anudan en un abrazo para paliar el frío. Un bebe toca la cara de su madre y profundiza su gesto de dolor y llanto.
“Podemos lograr mejores resultados si trabajamos juntos”, enfatizó el diplomático como así también sostuvo que “es necesario sacar a Rusia de Ucrania definitivamente y que se reconozca la soberanía e independencia de este país: Estados Unidos apoyará a Ucrania todo el tiempo que sea necesario y pedimos a todos los países comprometidos con la paz y la democracia que también así lo hagan”, cerró entre aplausos.
Luego del evento, Infobae le preguntó al embajador estadounidense si, ante una eventual escalada nuclear, Estados Unidos con sus aliados negociaría con Ucrania una eventual cesión de territorios ucranianos para evitar un desenlace bélico a escala global.
El diplomático fue tajante: “Ni siquiera voy a ir allí. Esto expone el peligro de un matón como Putin que tiene armas químicas y armas nucleares. Realmente no creo que su país le permita usarlos“. Y comparó con un país latinoamericano en donde una nación vecina busca tomar su territorio. “No sé cómo reaccionarían esos países en ese continente ante alguien que dijera: ´Oye, ¿no deberíamos simplemente llamarlo un día y dejar que se queden porque tenemos miedo de un arma nuclear?´ Y por cierto, cuando cedes ante un matón, ¿qué sucede a continuación?“, expresó mirando fijo a su interlocutor.
¿Hasta donde cree que podría llegar este conflicto bélico?, le consultó este medio. Stanley contestó que “eventualmente cuando el mundo y el pueblo ruso le dejen muy claro a Putin que no tiene otra estrategia de salida que no sea salir, creo que tendrá que irse. Los ucranianos están allí, en su país y van a hacerle frente a este matón. Reconocemos la pendiente resbaladiza de que si toma Ucrania, o cualquier parte de este país o va por Moldavia o Polonia, quién conoce a los rusos, sabe que --tarde o temprano- le dirán que se tiene que ir: solo tenemos que detenerlo ahora y debe irse a casa”.
La imagen de un corresponsal de guerra, entre tanques y radares con la pechera que dice Press, se asoma entre el humo bélico, siempre presente. Dos aviones de guerra se elevan hacia una misión en medio de un cielo gris, plomizo y hostil. A la par, un grupo de soldados cargan un ataúd, como síntesis de una guerra que parece no tener fin.
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