Agustín Rossi, jefe de Gabinete: “En la mesa del Frente de Todos nadie tiene poder de veto”

En un reportaje en el despacho que perteneció a Manzur y Cafiero, el flamante ministro coordinador admite que siguen las tensiones en el Frente de Todos. Aunque reconoce que Cristina Kirchner es la referente con mayor caudal electoral, defiende la eventual candidatura del Presidente

Agustín Rossi (Crédito: Nicolás Stulberg)

De traje negro impoluto, Agustín Rossi se sienta con talante serio en una elegante silla, en el vórtice de la extensa mesa rectangular de su nuevo y amplio despacho. Es el mismo sitio que, durante los tres años de mandato de Alberto Fernández, ocuparon -y dejaron- Santiago Cafiero y Juan Manzur. Él tambien debió alejarse del Gobierno, en 2021, cuando era ministro de Defensa e insistió en ser candidato en Santa Fe sin el apoyo de Alberto Fernández y, sobre todo, de Cristina Kirchner. Ahora, desde su nuevo rol, ya redimido de aquella pelea, pone en duda la regla de oro del Presidente, que dicta que todos los funcionarios que quieren competir en las elecciones deben renunciar. Y aunque asegura que no tiene intenciones de pelear por la gobernación de su provincia, remarca que la lucha contra el narcotráfico en Rosario estará entre sus prioridades.

Desde que empezaron los rumores de su desembarco en la Jefatura de Gabinete, hace largos meses, Rossi aguardó paciente, y negó en público cualquier intención de ocupar ese lugar. Pero la semana pasada aceptó, prácticamente de inmediato, la propuesta de Alberto Fernández para suceder al gobernador tucumano. Con casa en Rosario, pero instalado en Buenos Aires, ya ubicó sus fotos familiares en un mueble junto a la puerta, y se dispone a hablar con Infobae junto al mismo termo y el mismo mate que usaba, hasta el miércoles pasado, en la oficina más alta del edificio de enfrente, cuando estaba a cargo de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI).

Apenas durmió. El día previo a la entrevista participó hasta la madrugada de la tensa mesa política del Frente de Todos (FDT), que se concretó 24 horas después de su asunción como ministro coordinador. Ahora, en el luminoso salón pintado íntegramente de blanco, en la primera planta de la Casa Rosada, Rossi reconoce que después del debate en el esperado mítin político, siguen las tensiones entre los líderes de la coalición por las listas para las elecciones, e insiste en que Alberto Fernández puede ser candidato. “La mesa del Frente de Todos no es el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, donde alguien tiene poder de veto”, lanza. De hecho, el jefe de Estado es al único dirigente que menciona cuando se le pregunta por sus preferencias.

Al mismo tiempo, sin embargo, reconoce que Cristina Kirchner es la dirigente con el mayor caudal de votos del espacio, y se esmera en mostrar que abraza la lucha contra la “proscripción de Cristina Kirchner”, una bandera de la que la Casa Rosada tomaba distancia y que, hasta la llegada de Rossi al Gabinete, sólo levantaba La Cámpora. Y asegura que la defensa de las PASO, por un lado, y el pedido a la vicepresidenta para que compita, por el otro, no son posiciones contradictorias.

-La mesa del FDT, ¿sirvió para bajar tensiones, o quedó todo empatado?

-Para mí fue un encuentro muy positivo, que superó las expectativas. Muchos pensaban que iba a ser una reunión para la foto y nada más, y estuvimos seis horas debatiendo. Fue una reunión sincera, donde cada uno brindó su mirada. Y me parece que la resultante final alienta expectativas. Unidad, proscripción de Cristina, PASO, reconocimiento de la gestión, reconocimiento de lo que falta.

-Las tensiones no se terminaron.

-No. Lo que sí creo que hay un espíritu fuerte de unidad. Todos sabemos que la unidad es una condición necesaria, quizás no suficiente, para enfrentar con éxito el desafío electoral.

-¿Cómo se transita la unidad con este nivel de tensión?

-Con un diálogo sincero, donde cada uno expresa sus opiniones.

-¿Son compatibles los pedidos contra la proscripción de Cristina, para que sea candidata, y para que haya PASO? ¿No son conceptos contradictorias?

-No, no son contradictorios. Lo de la proscripción de Cristina hay que decirlo con claridad. Dicen que no es una sentencia firme, y que entonces puede ser candidata. Lo que Cristina piensa, y yo comparto, es que si ella decide ser candidata, los plazos procesales que faltan para que esa sentencia de primera instancia se pueda convertir en una sentencia firme, se acortarían, y que podríamos llegar a tener en nuestro espacio político una situación similar a la de Lula en Brasil. Cristina, inteligente y generosamente, no quiso poner a nuestro espacio político en esa situación. Por lo que fácticamente, esa sentencia se convierte en una sentencia proscriptiva. Y las PASO son un sistema electoral. Cuando no hay alguien que concentra un nivel de expectativas muy superior o superior a las del resto es inconveniente tratar de imponer una síntesis, porque se generan enojos perjudiciales para el espacio político. Ahí, me parece que lo razonable es que (la candidatura) sea resuelta por la sociedad, en las PASO.

Crédito: Nicolás Stulberg

-Hubo un pedido para que se arme una comisión para pedirle a Cristina Kirchner que sea candidata que apoyó el Presidente. ¿Ustedes van a participar activamente de esta comisión?

-No se conformó la comisión. Sí, es una idea. Seguramente sí, se conformará y, habrá que ver de pedirle la reunión a Cristina. Pero sí, sí, al Presidente le pareció bien también.

-¿De qué manera van a participar, lo han discutido con el Presidente?

-Fue una decisión que se tomó ahí, aceptamos todas las decisiones que se tomen en la mesa y las cumplimos.

-Vuelvo a la pregunta de antes, ¿no es contradictorio que un presidente que quiere ser reelecto le pida a su vicepresidenta que sea candidata?

- No lo veo contradictorio. Nosotros decimos que Cristina está proscripta y que hay que modificar las condiciones de la proscripción. Porque si mañana Cristina dice soy candidata, es porque no estaba proscripta ¿no? Creo que esa comisión y ese pedido de reunión con la vicepresidenta tienen un valor simbólico importantísimo, que es expresarle el reconocimiento al liderazgo que ella sigue teniendo sobre un sector importante de nuestro espacio político. Después, habrá que verlo. Si mañana Cristina dice que va a ser candidata, habrá que ver qué es lo que cambió.

-Además de pedirle una reunión a ella misma, como símbolo político, ¿qué más va a hacer esa comisión?

-No se definió.

-¿Será puramente declamativo?

-Primero tenemos que decir que nuestro espacio político va a concurrir a las elecciones con una de sus principales dirigentes, la dirigente de más quilates, de mayor volumen político, de mayor tracción electoral, proscripta, por una decisión irracional de la Justicia argentina que no compartimos.

-¿A qué precandidato o precandidata apoya usted?

-Ha trascendido que distintos compañeros tienen esa expectativa y todos me parecen muy valiosos. Entre ellos el Presidente de la Nación, que tiene el derecho constitucional de aspirar a ser reelecto y el derecho político, como dirigente, de llevarlo adelante. Y lo hace con una mirada muy globalizadora, porque dice: ‘Lo voy a intentar, porque me parece que puedo ser. Pero si aparece alguien que en mejores condiciones o que hace más competitivo el espacio, lo estaré acompañando’. Mientras tanto, está en una etapa de mucha tarea de gestión y visibilización.

-Alberto Fernández tiene un porcentaje de adhesión muy bajo, entre los más bajos del Frente de Todos. ¿Tiene tiempo para mejorar antes del cierre de listas?

-No es la misma mirada que tengo yo. Me parece que si uno corre a Cristina Kirchner del escenario político, si Cristina no es candidata, en general, todos los dirigentes que transmiten o dejan trascender que pueden llegar a ser candidatos tienen una performance electoral más o menos similar. Creo que es muy difícil medir intención de voto hoy, te lo dicen todos los encuestadores. Sí veo que hay una recuperación persistente de la imagen del Presidente. Y yo creo que es sano para el espacio político que esté pensando en competir.

-¿Lo sorprendió que llegara Máximo a la reunión?

-Me puso muy contento.

-¿No lo sorprendió?

-No, no, no. No me sorprendió.

-Dijo que no iba a asistir y después decidió hacerlo. Esas dudas dicen algo.

-Hay que preguntarle al compañero de La Cámpora, yo no estoy en La Cámpora. No me dedico a interpretar eso, no es mi función. Tampoco agrega nada a mi análisis político. Yo supongo que si en algún momento dijo que no iba a ir, y después fue, es porque cambió de posición. O porque sus propios compañeros le dijeron era importante. A mí me alegró que haya ido, fue bueno que haya estado. Es un dato más de la relevancia que tuvo la reunión del jueves.

-En un momento de la mesa se planteó que no es viable hacerle una interna al Presidente. ¿Qué cree que significa?

-Yo entiendo que sea raro competir contra el presidente en una PASO. Es singular, no es un hecho que se da habitualmente. Cuando en un espacio político el Presidente compite, compite el Presidente y nadie más. Pero esta coalición es rara desde su propia composición. Por decisión propia, la figura política más importante en ese momento ocupó el segundo lugar de la fórmula. Estamos aprendiendo a convivir con esta forma. Y en el marco de esas rarezas, si el Presidente tiene voluntad de competir en unas PASO por la candidatura presidencial, ¿por qué no puede hacerlo?

-¿A pesar de que eso sea en contra de los deseos de la fuerza mayoritaria?

-Bueno, hay que argumentar las cosas. No es solamente una cuestión de deseo. Es una cuestión de visualizar una situación. Si no, significa que uno de los integrantes de la mesa del Frente de Todos tiene una situación de poder relativa más importante que los otros. ¿Es raro que esto suceda? Sí, es raro. ¿Es habitual? No, no es habitual. Pero puede suceder.

-¿No cree que el kirchnerismo tenga mayor peso que el resto de las fuerzas del espacio?

-Sí, bueno, pero es la mesa del Frente de Todos, no es el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, donde hay alguien que tenga poder de veto. Pero sin dudas tiene una fuerza política importantísima. Esto es así.

-Pero no tiene poder de veto.

-Claramente. Somos un espacio democrático, todos firmamos el documento el otro día.

-¿Cómo va a seguir la mesa. ¿Se va a operativizar? ¿Va a tener cierta periodicidad?

-No quedamos en nada. Fue una primera reunión.

-¿Cree que la reelección del Frente de Todos, con Alberto Fernández, Sergio Massa, Wado de Pedro, o quien sea el candidato, está atada al número de inflación?

-No necesariamente. Claramente encontrar un camino descendente de la inflación es un objetivo. Y uno de los elementos por los cuales el ciudadano decide su voto es la situación económica. Pero me parece que en esta elección los argentinos van a contemplar otro tipo de cuestiones, como el respeto por los derechos humanos, la vigencia de las libertades individuales. Nadie quiere, o al menos, yo no quiero, y creo que la mayoría de los argentinos no quiere que en la Argentina gobierne un (Jair) Bolsonaro o un (Donald) Trump.

(Gustavo Gavotti)

-¿Le preocupa cómo puede afectar Milei al Frente de Todos?

-No es solamente Milei. ¿Cuáles son las diferencias entre Bullrich y Milei? Acá hubo un intento de asesinato a la vicepresidenta de la Nación y la presidenta del principal partido opositor no denunció, no se solidarizó, no condenó ese intento de asesinato. Esa señora, Patricia, hizo declaraciones hace un tiempo atrás diciendo que ellos eran los maestros de Bolsonaro. Hay dirigentes políticos que se sacaron fotos con Bolsonaro, y con su hijo.

-¿No le preocupa que Milei pueda restarles votos por extrema derecha?

-No, no me preocupa. No tengo una mirada electoral en ese sentido. Lo que creo es que hay un avance de los sectores de ultraderecha en el mundo, que también tiene una expresión acá en la Argentina. Estamos en 40 años de democracia, el intento de ruptura institucional más importante que hubo en estos 40 años de democracia fue en Semana Santa del ‘87, con el intento de golpe carapintada. En ese momento el peronismo era oposición y a esta casa vinieron todos los dirigentes más importantes del peronismo a expresarle la solidaridad a Raúl Alfonsín, que era el presidente de la Nación. Antonio Cafiero, Ítalo Luder, José Manzano, Carlos Grosso, los que estaban en ese momento. Y la respuesta unívoca de la dirigencia política es que los posteriores intentos de golpe fueron siempre de menor repercusión: Monte Caseros de Rico, los otros dos que llevó adelante Seineldín. No sucedió esto con el intento de asesinato de Cristina. No es una cosa secundaria que la presidenta y además pre candidata presidencial del principal partido opositor no haya condenado el intento de asesinato a la vicepresidenta de la Nación cuando lo que se merecía era una… Y si vos no condenás, justificás. Implícitamente, legitimás. Protegés. Llámelo como quiera. A mí me parece que eso es una cuestión que los argentinos deben tener en cuenta.

-¿En qué va a ser diferente su agenda en relación a la de Manzur?

-No vengo a compararme con nadie. Voy a tratar de ayudar al conjunto de los argentinos desde el rol. Y como militante político, a tratar de potenciar las posibilidades electorales de nuestro espacio. Voy a defender la gestión y eso tiene un impacto político, porque así podés aspirar a ganar en las próximas elecciones.

-¿Cree que era necesario tener un jefe de Gabinete con un perfil más alto?

-No sé si esa es una apreciación del Presidente. Me parece que valoró mucho la gestión de Juan, como la valoramos todos. Obviamente, dos personas nunca son iguales. La sorpresa sería que yo tuviera un perfil bajo como Jefe de Gabinete. Creo que es lo contrario.

-El Gabinete hace tiempo está muy fragmentado. ¿Va a intentar cohesionarlo?

-Primero, pienso que es un muy buen Gabinete. Y segundo, que representa la coalición, que ha tenido diferencias políticas durante todo este tiempo. Eso puede llevar a la mirada de la fragmentación. Pero el Presidente permanentemente ha tratado de mantener los equilibrios. Voy a trabajar en términos colectivos, con alguna reunión global del Gabinete, porque creo que sirven para que todos tengan una dimensión sobre el rumbo del gobierno y sobre qué está haciendo cada uno. Pero también, en muchas reuniones individuales, con áreas temáticas o individuales, con cada ministro.

-¿Está de acuerdo con la concepción del Presidente de que aquel ministro que quiera ser candidato debe dejar el cargo?

-Esa fue una regla que impuso el Presidente de la cual yo fui la primera víctima (risas). No sé si va a dar lo mismo para una elección presidencial, que para una elección intermedia. También depende de la decisión de cada uno. No sé si el Presidente mantendrá exactamente la misma regla. En general, en la Argentina la tradición es que si alguien es funcionario y ocupa un lugar no renuncia por ser candidato a otro. Renuncia cuando termina siendo electo. Esa es la tradición. Me parece que es una materia pendiente y no tengo una decisión tomada. Más bien me inclinaría a dejar en libertad a los funcionarios que quieran ser candidatos para que tomen la decisión que quieran tomar. Dependerá de las áreas y del funcionamiento.

(Fuente)

-¿Va a tener un lugar prioritario su lucha contra la situación grave con el narcotráfico en Santa Fe, y en particular en Rosario?

-La lucha contra el narcotráfico está entre los primeros lugares de mi agenda política. Vivo en Rosario y si usted quiere calificar la situación como grave, se queda corta. Si quiere graficarla como trágica, también. Con cualquier calificativo que utilice, se va a quedar corta. Lo visualicé desde 2011, cuando fui candidato a gobernador y denuncié por primera vez en un debate televisivo el aumento de la cantidad de homicidios que se daban en Rosario por encima de la media provincial y de la media nacional. En el 2012, perdí esa elección, en el 2012 escribí un libro que se llama Propuesta para la seguridad en la provincia de Santa Fe que me prologó León Arslanian. En el 2012 escribí una nota de opinión en el diario La Capital de Rosario planteando que se necesitaba de un gran acuerdo político de todos los partidos políticos democráticos y de articulación con la Nación para luchar claramente con la cuestión del narcotráfico. Así que tengo un compromiso y no subestimo, ni nunca subestimé el tema.

-¿Habló con (el gobernador de Santa Fe, Omar) Perotti después de asumir?

-Hablé largo rato ayer (por el jueves), para desmontar cualquier tipo de especulación que surja a partir de las diferencias políticas. Yo estuve con el gobernador de la provincia en las últimas elecciones PASO. El gobernador es el gobernador de mi provincia, yo soy el jefe de Gabinete de Ministros de la Nación, Rosario es mi ciudad. Todo lo que sea necesario para agilizar la gestión y mejorar las cuestiones de la seguridad y llevarles un alivio a los rosarinos y a los santafesinos de mi parte va a estar en primera prioridad en el trabajo conjunto con el gobernador. Y ayer a la tarde, en una reunión que no estaba en agenda, estuvimos reunidos con el presidente y con el intendente Pablo Javkin, también en el mismo sentido.

-Javkin viene plantando que tiene que haber un trabajo articulado con la Nación

-Sí, eso está claro que es así. Nadie puede imputarle al gobierno del Frente de Todos en la provincia de Santa Fe que el problema de la inseguridad empezó cuando llegó Perotti al gobierno. Era una cuestión que se venía agravando. Antes de que el Frente de Todos ganara la elección en Santa Fe hubo tres gobiernos socialistas, durante los cuales apareció claramente la problemática. No hago ninguna lectura especial en cuanto al gobierno. Es permanentemente una búsqueda de encontrar las mejores herramientas y las mejores decisiones para combatir un delito que no es fácil de combatir. Pero en ningún momento tenemos que cesar en el intento. El actual es el cuarto ministro de Seguridad que tiene el gobernador. Permanentemente estamos intentando ver de qué manera somos más eficientes en esa búsqueda.

-Habla a nivel local, pero qué responsabilidad tiene la administración nacional respecto de la situación en Rosario, por las fronteras, la hidrovía...

-¿Cuántos radares puso Bullrich en los cuatro años de gestión de ministra de Seguridad? Ninguno. Los radares que hay en la frontera Norte para evitar el ingreso de avionetas que puedan trasladar, que puedan ser tráfico ilegal, los pusimos nosotros, hasta el 2015, y los volvimos a poner nosotros, después de que volvimos. Entonces, ¿por qué concluye que se han hecho menos cosas en cuestiones que tienen que ver con el narcotráfico? En mi ciudad, cuando aparecen en la discusión de dos dirigentes políticos las responsabilidades que les tocan a uno o a otros, no les cae bien. Lo que hay que hacer es resolver el problema, y para resolver el problema hay que trabajar.

-También hay que identificar responsabilidades

-Y trabajar en forma conjunta. Una de las responsabilidades es la de Bullrich.

-¿Y la responsabilidad de (el ministro de Seguridad) Aníbal Fernández?

-No tiene ninguna responsabilidad Aníbal. ¿Por qué tiene responsabilidad Aníbal?

-El intendente reclama concretas de parte de la Nación para coordinar.

-No voy a entrar a debatir con el intendente, ni con el gobernador. Creo que la ciudad necesita trabajo en conjunto.

-¿Tiene planes de ser candidato en Santa Fe?

- No voy a ser candidato ni en Santa Fe ni en Rosario. Mi función es ser jefe de Gabinete hasta el 10 de diciembre de este año.

-¿Por qué?

-No creo que me corresponda, quiero tener todo el tiempo necesario para dedicarme a la gestión. Y lo tenía pensado antes de venir a la Jefatura de Gabinete.

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