“No sé nada”. “Me citaron ayer”. “¿Vos sabés algo?”. Esas eran algunas de las preguntas sin respuestas que varios gobernadores que pertenecen al Frente de Todos, y con peso propio en el oficialismo, cruzaron en las últimas horas sobre el temario y los invitados de la primera reunión que organizó Alberto Fernández de la mesa política.
Esos intercambios revelan no sólo la incertidumbre que reinaba entre los líderes y jefes territoriales, sino la imprecisión que, pasado el mediodía, persistía en el seno del peronismo sobre de qué iban a hablar, pasadas las 19, en la sede histórica del Partido Justicialista, en Matheu 130, a unas cuadras del Congreso Nacional.
En ese contexto, Tucumán fue la caja de resonancia del primer paso que da el PJ para ordenar una interna que presenta por momentos ribetes caóticos y que tiene como protagonistas principales, aunque no excluyentes, al presidente y a Cristina Kirchner. Del tema se habló en una cena que compartieron Juan Manzur y Osvaldo Jaldo, varios gobernadores y el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, y una decena más de invitados.
En ese encuentro -que reveló anoche Infobae y hoy De Pedro publicó una foto en su cuenta de Twitter- todos coincidieron en la necesidad de preservar la unidad, evitar las críticas abiertas hacia el gobierno nacional y redoblar los esfuerzos en las campañas de las provincias para preservar los territorios ante un panorama nacional complicado de cara a las PASO y octubre.
Entre achuras y un asado para una veintena de invitados -que recibió elogios por la calidad de la carne y del asador- los gobernadores también estuvieron de acuerdo en que las discusiones públicas deben terminar y reconocer que unas PASO ya son inevitables. Antes de llegar el helado servido sobre capelinas, también se analizó la marcha de la economía en las provincias y, un factor que estiman que será clave: la inflación.
“No sé quién está escribiendo ese documento que dicen que se va a leer en la reunión. Ni sé el contenido. Lo están escribiendo a nuestras espaldas”, reconoció uno de los mandatarios. Otro admitió que había sido llamado ayer pero que no sabía con quiénes se iba a sentar en la reunión que organizó Alberto Fernández.
Aunque Wado De Pedro evitó hacer declaraciones a los medios sobre la interna -se mantiene la frágil tregua que selló con el presidente después de sus públicas diferencias- en el kirchnerismo duro la tensión con el presidente no cede: “Tenemos expectativas, pero vamos a esperar a ver qué trae, qué quiere para la campaña pero, sobre todo, qué quiere hacer en lo que resta del mandato. Nosotros no sabemos nada”, reconocieron en La Cámpora.
Malestar con Aníbal Fernández
“No se puede creer que después de embarcarnos en un juicio político contra el presidente de la Corte, aparezca Aníbal Fernández y diga eso”, fue una de las quejas que se escuchó entre los gobernadores que fueron convocados a la reunión de la mesa política y que habían planteado la necesidad de terminar con las internas y las diferencias en el Frente de Todos.
“La otra discusión (el juicio político) se lleva en el lugar que corresponde, con las armas y la legislación que corresponden. ¿Yo qué tengo que ver? El presidente de la Corte me merece todo el respeto”, había manifestado el ministro de Seguridad para explicar por qué había decidido retomar un diálogo que estaba interrumpido después que el propio presidente pidió su enjuiciamiento con el apoyo de la mayoría de los gobernadores peronistas.
Los mandatarios del oficialismo están enfrentados con el máximo tribunal principalmente por el fallo que le dio al gobierno porteño de Horacio Rodríguez Larreta en su reclamo por la coparticipación de impuestos. Ellos aseguran que la sentencia favorece a un distrito económicamente rico y perjudica a las provincias que requieren asistencia de los fondos nacionales.
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