Agustín Rossi cruzó la Avenida Rivadavia en un camino que ya no tiene retorno. Dejó su despacho en la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) para ocupar uno en el primer piso de la Casa Rosada, justo enfrente de su antiguo trabajo. A partir de hoy tomará el control de la Jefatura de Gabinete, en reemplazo de Juan Manzur, quien mañana reasume al frente de la gobernación de Tucumán.
El nuevo jefe de los ministros juró con voz firme y la sonrisa tatuada en la cara. El “sí, juro” desató un cantito de cancha que provino de las últimas filas de sillas ubicadas en el Museo del Bicentenario. Allí estaban varios dirigentes santafesinos de la Corriente Nacional de la Militancia, espacio político que en Santa Fe tiene como principal referente a Rossi. “Olé, olé, olé, Chivo, Chivo”, alentaron.
“Agustín valora la unidad de nuestro espacio y va a trabajar junto a mi para preservar esa unidad”, fue el mensaje de Alberto Fernández, que resaltó su amistad con Rossi desde el inicio del milenio y que aseguró que el nuevo ministro “nunca se fue del Gabinete” porque “siempre estuvo cerca”.
La idea para el inicio de la gestión es mantener un esquema de trabajo con encuentros individuales con los ministros. En principio, no habría una convocatoria a una reunión de Gabinete, sino que encararía el trabajo de una forma más personalizada. El ex legislador llega para tener un rol político clave en la gestión y en la discusión política del Frente de Todos.
Rossi asumió como ministro de Defensa en el inicio de la gestión pero fue desplazado de su lugar por el mismo Presidente que hoy lo abrazó fervorosamente. Pagó con su puesto en el Gabinete la decisión de no alinearse completamente al pedido de Fernández y Cristina Kirchner para que en las elecciones de 2021 haya una sola lista de candidatos en Santa Fe.
El “Chivo” compitió igual y perdió ante los candidatos que el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, había logrado acordar con la Vicepresidenta. Su relación con el mandatario provincial hoy es nula. Pese a ese momento donde hubo una fuerte tensión en el vínculo entre el Rossi y la cúpula presidencial, el santafesino nunca dejó de estar cerca del Jefe de Estado.
Ese lugar en los círculos dirigenciales cercanos a Fernández lo llevaron a estar en las múltiples listas de candidatos a integrar el Gabinete en épocas de renovación en la estructura de ministros. Esa especulación sobre su figura los desgastó y lo hartó. Aún así, siguió siendo un dirigente influyente en la órbita presidencial.
Este miércoles juró con el respaldo político de todos los sectores del Frente de Todos. Las presencias en los actos políticos son, casi siempre, símbolos que retratan la realidad detrás de la foto. En el subsuelo de la Casa Rosada hubo representantes del kirchnerismo, La Cámpora, el Frente Renovador, la CGT, el sindicalismo K, los movimientos sociales y los intendentes del conurbano.
Los únicos ausentes fueron los gobernadores del PJ. La excusa fue que mañana por la mañana algunos de ellos estarán presentes en Tucumán para la asunción de Manzur. A partir de hoy muchos de ellos empezarán a entablar un nuevo vínculo con Rossi, que aparece en escena en un momento donde el gobierno nacional está muy desgastado y la discusión por las candidaturas toma calor a un ritmo cada vez más veloz.
En la jura estuvo la mayor parte del Gabinete, entre ellos Sergio Massa, el ministro de Economía que, además, es socio principal del Frente de Todos. También estuvo el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, la voz de Cristina Kirchner en Balcarce 50 y representante de La Cámpora en los actos formales del gobierno nacional.
Héctor Daer y Carlos Acuña fueron los representantes de la CGT, mientras que Hugo Yasky, Roberto Baradel y Hugo “Cachorro” Godoy estuvieron en nombre del sindicalismo kirchnerista. De esa rama fueron los dos intendentes del conurbano que estuvieron presentes: Fernando Espinoza (La Matanza) y Mario Secco (Ensenada).
Hubo representantes del kirchnerismo histórico, como la ex ministra de Defensa Nilda Garré, la ex diputada Diana Conti y el ex titular de Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) durante el gobierno de Cristina Kirchner, Martín Sabatella. También en esa línea de históricos estuvo el ex jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina.
Rossi ocupará un lugar clave en el esquema de dirigentes que rodea al Presidente. Con volumen político y recorrido histórico, su desembarco será importante para sostener la autoridad de Fernández, siempre cascoteado por los reproches del kirchnerismo duro y La Cámpora.
En ese sentido, el nuevo Jefe de Gabinete siempre se ha movido tratando de hacer equilibrio. Sus apariciones públicas durante el peor momento de la interna fueron para pedir acuerdos y diálogo, no para tirar combustible al fuego. Por eso no es casualidad el mensaje que eligió Alberto Fernández para presentar a Rossi en su nuevo lugar. El Presidente cree en la unidad, pero ya no dejará que le peguen por deporte. En ese juego de poder político se acaba de meter a quien en la política nacional conocen como el “Chivo”.
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