Entre las más encumbradas oficinas del Frente de Todos estaba circulando, desde ayer, un documento que reúne los puntos de consenso a los cuales intentan arribar los distintos sectores del Frente de Todos. Se trata de un borrador, que sufre modificaciones a medida que pasan las horas previas a la mesa política de mañana, a partir de los encuentros a contrarreloj que tienen lugar tanto en la mesa de coordinación de Juan Manuel Olmos, Eduardo “Wado” de Pedro y Sergio Massa; y en las conversaciones grupales y bilaterales de Alberto Fernández con los gobernadores y sindicalistas oficialistas.
“Durante la mesa no se va a discutir nada. Todos los puntos se están consensuando en las reuniones previas”, admitió un funcionario del entorno del Presidente este miércoles, poco más de 24 horas antes del encuentro. Los ejes principales ya quedaron plasmados en una primera versión que, dijeron, se estará negociando hasta el último minuto. Las ideas que quedaron plasmadas hablan de la necesidad de que haya “unidad en la diversidad” y de que se “fomente la participación en las PASO”, en sintonía con las intenciones del Presidente.
Hasta hace días, en el kirchnerismo resistían aún que el FDT use esa herramienta para dirimir candidaturas. Pero en la órbita de Alberto Fernández aseguran que el ala dura cedió. “Entendieron que era lo más razonable y lo mejor. Tenemos que trabajar para que el Frente se abra, no que se cierre. Nos hace más competitivos”, dijo un ministro.
Deslizaron que, quizá, se incluya la necesidad de atrasar las PASO, para que no queden tan separadas de la elección general, con el doble objetivo de evitar que una derrota o una victoria ajustada en las primarias genere un desequilibrio económico, como ocurrió en 2019. Y para ganar tiempo en la lucha contra la inflación que lidera Sergio Massa. No difundirán el documento hasta el final de la reunión, pero estará cerrado desde antes de que empiece la charla, aseguraron.
En el kirchnerismo bregaban por que se incluya la lucha contra la proscripción de Cristina Kirchner y en la sede del Gobierno estuvieron dispuestos a ceder en ese punto. “Cada uno está midiendo qué le conviene que se diga y seguramente se sumen cosas y se quiten otras. El punto es conformar una mesa donde se vaya a discutir la hoja de ruta para llegar lo más competitivos posibles al proceso electoral”, dijo, enigmático, un ministro del ala dialoguista.
Un funcionario conocedor de la dinámica de las reuniones del PJ, que está al tanto del contenido de varios de los diálogos que mantuvo el Presidente con los gobernadores durante los últimos días, aseguró que Alberto Fernández “les mostró su lado más pragmático” antes de tratar de convencerlos de que vayan y de que lo respalden.
Básicamente, en las charlas presenciales con los caciques del norte les preguntó qué necesitan para ganar en sus distritos, los escuchó y luego les expuso sus argumentos para respaldar las PASO, a pesar de que en varios sectores del interior las miran de reojo o directamente las quieren fuera de la ecuación.
Algunos jefes provinciales se mostraron reticentes a participar del encuentro de mañana y recomendaron que se los convoque para una segunda reunión. Pero por ahora no hubo resultados concretos de esas charlas. Dos gobernadores aseguraron a Infobae que en definitiva decidieron no ir; pero en Balcarce 50 dijeron, hasta con nombres y apellidos, quiénes estarán presentes.
Mencionaron a Gerardo Zamora, de Santiago del Estero; a Gildo Insfrán, de Formosa; a Ricardo Quintela, de La Rioja; a Mariano Arcioni, de Chubut -que responde a Massa- y a Axel Kicillof, de la provincia de Buenos Aires y alfil de Cristina Kirchner. También deslizaron que podría ir Gustavo Bordet, moderado de Entre Ríos, a quien el primer mandatario visitó dos veces la semana pasada después de las desavenencias por el pedido de juicio político a la Corte Suprema. Hasta que no esté disponible la convocatoria formal, que se demoraba inusitadamente, reinan las especulaciones.
Por lo pronto, en la Casa Rosada aseguran que se impuso la intención del Presidente de ampliar el encuentro al máximo, con delegados tanto de las tres fuerzas principales -el PJ, liderado por Alberto Fernández, que llevará a algunos de sus ministros, entre ellos el recién asumido jefe de Gabinete, Agustin Rossi, y los titulares de la Cancillería, Santiago Cafiero; y Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz-; el Frente Renovador de Sergio Massa -que aún no confirmó si estará, aunque en Balcarce 50 lo dan por sentado-; y el kirchnerismo, liderado por la Vicepresidenta, que enviará, como su voz, a “Wado” de Pedro-.
Además, estarían los miembros de la CGT, Carlos Acuña, Pablo Moyano y Héctor Daer; de la CTA -en principio, Hugo Yasky-; y de los movimientos sociales, aunque se reservaron los nombres de los líderes de las organizaciones que irían. La semana pasada, Emilio Pérsico, de Movimiento Evita, que también integra el Gobierno como funcionario, había pedido ser de la partida públicamente.
Si no hay sorpresas de último momento, la mesa comenzará a sesionar mañana pasadas las siete de la tarde en la sede del PJ nacional, en Matheu 130.
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