El presidente del PJ bonaerense y jefe de La Cámpora, Máximo Kirchner, puso en marcha una serie de encuentros con dirigentes peronistas de municipios del interior bonaerense donde hoy gobierna Juntos. Este martes se llevó adelante la primera reunión y el diputado nacional escuchó y bajó línea. Pidió que, pese a que la idiosincrasia que impera en varias localidades, vayan a buscar al campo “las veces que sea necesario”, que expliquen, que cuenten las obras que el gobierno provincial lleva adelante para que no se las “apropien” los intendentes de la oposición. La estrategia ubica así a una parte del Frente de Todos -el kirchnerismo- en el resguardo del caudal político y electoral que implica el control de la provincia de Buenos Aires, que reúne al 38% del padrón electoral del país.
Como dio cuenta Infobae, este martes Kirchner se reunió con los presidentes de los PJ de Saladillo, Danilo Mengarelli; Ramallo, Ricardo Gorostiza; Rojas, Ramiro Baguear; Arenales, Emir Miranda; Viamonte, Mauricio Martín, Trenque Lauquen, Pablo Lambert; Dolores, Juan Pablo García; General Lavalle, Evangelina Goigocoechea; Necochea, Marcelo Rivero, Bahía Blanca, Patricia Domínguez; Alsina Natalia Schmidt y Torquinst, Gustavo Trankels. La reunión duró más de cinco horas y cada referente local pudo dar su parecer frente a Kirchner de cómo veía la situación en su distrito, cuya cosmovisión es diametralmente opuesta a lo que ocurre en el conurbano. Son otras problemáticas, otros objetivos y el impacto de las políticas es diferente.
“Es la primera vez que tenemos este espacio para poder ser escuchados y estos ámbitos sirven para que el interior también tenga voz dentro del partido. Son encuentros útiles y más este año que va ser clave”, le explicó a Infobae el presidente del PJ de Saladillo, Daniel Mengarelli, tras la reunión de este martes que se llevó adelante en la sede del PJ bonaerense en La Plata.
De hecho, según supo este medio, hubo varios de los presentes que el único contacto que habían tenido hasta el momento con Kirchner había sido vía telefónica o en distintos actos. Días después de finalmente haber asumido la presidencia del PJ y “ordenado” los partidos en el tramo local con la elección de autoridades, Kirchner llamó uno por uno a los nuevos presidentes de los PJ locales.
El plan de líder camporista es lograr cercanía con los municipios del interior. El titular del PJ bonaerense aparece metido de lleno en la campaña electoral, mientras observa el desarrollo de lo que será la mesa nacional del Frente de Todos a la cual él no asistirá. A la reunión que suele tener con intendentes peronistas del conurbano y Axel Kicillof, ahora busca también incluir a los llamados “sin tierra”.
“Estuvimos hablando de cómo construir mejores políticas y mejor gestión, para la recuperación de esos distritos de cara a la elección”, Álvarez Rodríguez y también agregó que hubo “un reconocimiento a la tarea de Axel (Kicillof) recorriendo cada distrito y de los ministros y ministras y, por sobre todas las cosas, un reconocimiento a la figura de Cristina Kirchner, y cómo romper su proscripción”. La situación político-judicial de la Vicepresidenta es un tema que el kirchnerismo busca imponer en la mesa nacional del Frente de Todos que se reunirá este jueves.
En las próximas semanas el encuentro de este martes se replicará. Será con presidentes de los PJ de otras localidades del interior. En la distribución de poder local, el radicalismo tiene supremacía sobre las intendencias del interior bonaerense. En el caso de Saladillo por ejemplo, el partido centenario gobierna desde el regreso de la democracia. De los 135 municipios, el Frente de Todos gobierna 70 -en su mayoría del conurbano-, Juntos 61 y los 4 restantes el vecinalismo. De los 61 de Juntos hay 32 que son de la Unión Cívica Radical.
Kirchner bajó línea y un camino a seguir en el encuentro de este martes. “Máximo pidió que trabajemos al lado de la gente, sigamos caminando y busquemos a los sectores agropecuarios que realmente quieran coincidir en el modelo nacional, acérquense a ellos las veces que sea necesario para poder convencerlos de que el mejor camino es estar acá”, explicó el titular del PJ de Ramallo y ex diputado provincial por la Segunda sección electoral, Ricardo Gorostiza.
El hijo de la Vicepresidenta busca asentarse en su rol de articulador entre las políticas del gobierno -bonaerense en este caso- y los referentes locales. A veces, esta instancia aparece como un debe de la superestructura partidaria, según relatan los propios dirigentes del interior que ven a lo lejos como se llevan adelante distintos encuentros dirigenciales enmarcados con las problemáticas del conurbano bonaerense.
Al jefe de La Cámpora lo escoltan en esta tarea el jefe de Gabinete bonaerense, Martín Insaurralde, la vicegobernadora, Verónica Magario, y la ministra de Gobierno, Cristina Álvarez Rodríguez. Si bien, a excepción de Mar del Plata, Bahía Blanca o Junín, los municipios donde empezó a tender lazos Kirchner no tienen un peso electoral significativo comparado con el volumen de votos que emanan la Primera y Tercera sección electoral, la estrategia electoral también se traza pensando en la composición legislativa tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado bonaerense.
Si finalmente Kicillof es el candidato a la reelección -es la intención actual del mandatario provincial- y logra imponerse se encontrará con una Legislatura más compleja en términos numéricos que la actual composición que ya de por sí, con excepción del votación al Presupuesto y la Ley Fiscal, exhibe dificultades para la sanción de las leyes que pide el Ejecutivo. El diagnóstico no cambia demasiado en caso de Juntos se imponga en las elecciones de este año.
Actualmente hay empate en el Senado con 23 bancas para cada fuerza electoral y una mínima ventaja en la Cámara de Diputados con una fragmentación opositora: 42 bancas para el Frente de Todos, 41 para Juntos, dos para el Espacio Abierto Juntos, para Avanza Libertad, una banca para Frente de Izquierda y de los Trabajadores, una para 17 de Noviembre, una para Unidad para la Victoria, una para la Libertad Avanza y una para el Izquierda Socialista.
Este año, se renuevan cinco lugares por la Segunda sección electoral y el oficialismo pone en juego tres de esas cinco bancas; catorce bancas por la Cuarta sección electoral en las que el Frente de Todos tiene seis lugares; once bancas por la Quinta sección electoral donde el Frente de Todos pone en disputa cuatro bancas; seis lugares por la Sexta sección electoral con tres bancas para cada espacio y seis bancas por la Séptima sección, también repartidas en partes iguales entre Juntos y el Frente de Todos. Una dirigente conocedora de la dinámica legislativa provincial adelanta que para dar vuelta la ecuación numérica el oficialismo debería hacer una “excelente elección”, igual o mejor que en 2019; un escenario que nadie avizora.
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