Agustín Rossi asumió este miércoles como nuevo jefe de Gabinete, en reemplazo de Juan Manzur. Durante el acto encabezado por Alberto Fernández, el Presidente destacó que su amistad desde los tiempos de Néstor Kirchner.
“Es alguien que valora la unidad del espacio y va trabajar para preservar esa unidad”, expresó el mandatario al tomarle juramento y recordó su amistad desde hace muchos años: “Cuando empezamos a caminar con Néstor nos dijeron que había un concejal en Rosario que nos podía ayudar. Desde entonces estamos juntos, desde que éramos muy pocos”.
Además, Fernández le agradeció a Manzur su paso por el Gabinete al recordar: “Vino en un momento muy difícil para nuestro Gobierno y le puso el pecho a las balas”.
El “Chivo”, como se lo conoce en el mundo político, aceptó ir a la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) porque fue un pedido del Presidente, pero no estaba convencido de tomar ese lugar. Tenía intenciones de reingresar al Gobierno y lo terminó haciendo a través de esa puerta. Fue hace ocho meses.
Había quedado muy dolido después de su salida del Ministerio de Defensa, provocada por su decisión de competir en las PASO con los candidatos acordados por el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, y Cristina Kirchner, que también habían recibido el aval de Alberto Fernández. El Presidente lo presionó y Rossi no cedió. Finalmente, lo echó por televisión.
Según explicaron en distintas terminales del Frente de Todos, la llegada de Rossi servirá también para dotar de un relato al Gobierno. Es decir, una nueva comunicación a cargo del Jefe de Gabinete, que tiene un estilo más confrontativo que su antecesor y que ha demostrado tener cintura política para posicionarse en una coalición donde los propios se autoflagelan.
Puertas adentro de la Casa Rosada esperan del dirigente santafesino que haga una defensa férrea de la gestión que, en definitiva, es lo que está haciendo Alberto Fernández en sus recorridas por el conurbano bonaerense y el interior del país. Todas ellas en clave electoral y con ministros cercanos. El Presidente quiere revalorizar las medidas que tomó hasta acá y lo repite en cada rincón donde va.
Además, advierten que le impondrá una nueva dinámica a la gestión diaria por su “obsesión” y “capacidad” para trabajar en distintos temas al mismo tiempo. Algunos dirigentes peronistas lejanos al campamento K creen también que puede “marcarle la cancha” a “Wado” de Pedro, el ministro del Interior que reporta a Cristina Kirchner y que tiene una relación tensa con el Presidente, pero que es uno de los ministros con más peso propio dentro de la estructura de gobierno.
Un dirigente kirchnerista que conoce bien a Rossi aseguró que el arribo del santafesino al Gobierno se suma a la llegada de Sergio Massa a Economía y Juan Manuel Olmos a la vicejefatura de Gabinete que, según definió, forman parte de una generación “que siempre llaman y siempre atienden”. Es decir, que mantienen diálogo con todas las partidos y evitan el hermetismo automático.
Otros de los detalles que apuntan sobre la llegada de Rossi es que el ex legislador no es un competidor para Fernández, como si lo era Manzur, que tiene decidido ser candidato a presidente. No existe el fantasma de pelear por el mismo lugar en la carrera electoral. Esa situación puede generar tranquilidad y confianza en el vínculo entre el Presidente y el nuevo Jefe de Gabinete.
Un funcionario nacional que conoce los sinsabores del primer piso de la Casa Rosada expresó un halago con una crítica expuesta a un importante gobernador peronista. “Va a ser un Jefe de Gabinete de diálogo, que no va a venir a romper tapas de diarios como Capitanich, sino a potenciar el músculo político del Gobierno y del Frente de Todos”, sentenció.
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