Un buque británico que zarpó desde las Islas Malvinas y surcó por los mares argentinos provocó una alerta en las autoridades navales. Se trata del rompehielos RRS Sir David Attenborough, la embarcación insignia de la campaña antártica del Reino Unido. Prefectura Naval Argentina detectó el incidente y activó el procedimiento previsto ante las navegaciones ilegales en la plataforma continental marina.
El barco científico circuló entre el último 21 y 26 de enero por la jurisdicción nacional cuando provenía del archipiélago en disputa hasta Punta Arenas, en Chile. Para la normativa del país, este tipo de maniobras son objeto de controversia legal a raíz del conflicto por la soberanía del territorio de las islas.
Según el decreto 256/2010 firmado por la entonces presidenta Cristina Kirchner, toda embarcación o artefacto naval que transite entre los puertos del continente argentino y de las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur; o atraviese las aguas jurisdiccionales con estos destinos; deberá solicitar una autorización previa.
El RRS Attenborough no solo incumplió ese paso necesario, sino que permanece registrado en Puerto Stanley bajo la bandera ilegítima de las “Islas Falkland”, según indicaron fuentes de la Secretaría de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas a Infobae.
Ante el incidente detectado, Prefectura Naval “aplicó estrictamente la normativa” vinculada al decreto 256/10 y de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Convemar), agregaron desde el organismo que depende de Cancillería. A través del sistema de guardacostas; y con apoyo de la Armada Argentina, se realizó el trazado y seguimiento del buque científico y se les notificó acerca de las irregularidades.
En su intinerario, el RRS Attenborough navegó luego desde las Islas Malvinas hacia la Antártida, y luego por el Estrecho de Magallanes para recalar en Punta Arenas. Allí se confirmó que el buque no estaba utilizando el pabellón ilegal. Utilizar esa insignia, en el caso de los buques civiles o científicos, hubiese implicado una queja formal de parte de Cancillería hacia el país vecino. La normativa del Mercosur y de los países asociados prohíben la circulación de los buques con bandera de las Islas Malvinas.
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La circulación del barco científico se presume como “paso inocente”, según la Convemar, que implica toda navegación que “no afecte a la paz, la seguridad y el orden del Estado ribereño”. El Estado argentino no puede obstaculizar este tránsito en esas condiciones. Ahora bien, en el artículo 92 de esa normativa internacional, los buques solo “pueden navegar con el pabellon de un solo Estado” y tampoco podrá “cambiarlo durante el viaje ni en una escala”.
La llamativa navegación del buque inglés despertó suspicacias en la oposición de Juntos por el Cambio. Los senadores de Tierra del Fuego, Pablo Blanco; y de Santa Cruz, María Belén Tapia, solicitaron un pedido de informes a la Cámara Alta por la navegación con presunta bandera ilegal. En la presentación incluyeron precisiones si hubo “comunicaciones formales de queja” ante la gestión del presidente chileno Gabriel Boric por brindar apoyo logístico a la entrada al puerto de Punta Arenas y si el Ministerio de Defensa “prevé acciones de monitoreo, escolta y seguimiento”.
El uso de la bandera ilegítima de las “Falkland Islands” fue una de las razones por las que se dio de baja el acuerdo de cooperación entre Argentina y el Reino Unido durante el gobierno de Mauricio Macri, también conocido como “Pacto Foradori-Duncan”.
En 2016, los entonces vicecancilleres de los dos países, el argentino Carlos Foradori y el británico Alan Duncan, firmaron una declaración conjunta en la que se buscaba mejorar la relación bilateral y “remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas”, entre otros aspectos diplomáticos.
Tras el recambio gubernamental en 2019, la gestión del Frente de Todos interpretó el acuerdo Foradori-Duncan como una concesión a la ocupación británica. Además, reclamó al Reino Unido que se modificara el registro de toda la flota con asiento en Malvinas. Desde Cancillería aclararon que ese pedido no se efectivizó, y por lo tanto, en abril de 2022 dejaron sin efecto el memorándum de cooperación.
El planteo de informes de parte de Juntos por el Cambio provocó malestar en las autoridades diplomáticas gubernamentales. Es que, durante la gestión de Cambiemos, el pacto Foradori-Duncan incluía una cooperación conjunta con el British Antarctic Survey (BAS), el nombre oficial de la expedición británica en el continente helado.
“Ahora se rasgan las vestiduras. No recuerdan que su gobierno acordó una cooperación antártica con la participación del RRS Attenborough. Nosotros aplicamos estrictamente la legislación argentina, no hacemos lo que hicieron el gobierno de Macri”, expresaron las fuentes de Cancillería.
Inaugurado en 2021, y bautizado con el nombre de un prestigioso y divulgador naturalista inglés conocido mundialmente, el RRS Attenborough tiene como objetivo tareas científicas y logísticas para las bases inglesas. Es uno de los barcos de investigación polar más sofisticados del mundo que, a fines del año pasado, dio inicio a la segunda campaña de la British Antartic Survey.
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