En medio de la investigación sobre la llegada de mujeres rusas embarazadas a la Argentina para parir a sus hijos y así conseguir la residencia permanente, siguen aconteciendo situaciones que tienen a ciudadanos rusos como protagonistas. Este viernes arribó al país un hombre, de la misma nacionalidad, que era buscado por Interpol. La Dirección de Migraciones lo identificó como Valentin Kazantsev y anunció su expulsión inmediata. Sin embargo, horas después, el hombre presentó un habeas corpus a través de una abogada y aún permanece en el país a la espera de una definición de la justicia.
Fuentes judiciales precisaron a Infobae que “una letrada que está ligada a las presentaciones anteriores de las rusas embarazadas pidió que lo dejen ingresar Kazantsev por razones humanitarias”. Y agregaron: “El planteo es que no quiere ir a la guerra y ya presentó todos los argumentos correspondientes para que sean analizados y tenidos en cuenta”.
Si bien a última hora del sábado, el juez federal Luis Armella resolvió que el ciudadano ruso debía abandonar el país de manera inmediata y le ordenó a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) que este domingo lo subiera a un avión de regreso a Moscú, ahora el magistrado deberá volver a expedirse al respecto.
El juez que rechazó el ingreso de Kazantsev es el mismo que el viernes habilitó el ingreso provisorio al país de cuatro de las mujeres rusas embarazadas que presentaron recursos de habeas corpus tras haber quedado retenidas en el aeropuerto. Incluso, esa misma noche, también arribaron otras 14 mujeres embarazadas de la misma nacionalidad que fueron aceptadas para entrar a Argentina.
El arribo de este hombre de 38 años ocurre en medio de un fenómeno denunciado por el periódico inglés The Guardian, que puso la lupa sobre una tendencia que se disparó como consecuencia de la invasión de Rusia a Ucrania y las sanciones a las que están sujetos los ciudadanos del país agresor, aunque por el momento no se sabe si el sujeto está vinculado con las organizaciones ilegales que les cobran USD 35 mil a las embarazadas para que puedan parir en la Argentina y conseguirle documentación falsa para lograr la doble ciudadanía.
Consultado al respecto, el abogado Christian Demian Rubilar Panasiuk -que representa a las embarazadas rusas que fueron habilitadas a ingresar al país a través de un habeas corpus- dijo que Valentin Kazantsev “no forma parte” de las organizaciones mafiosas que está investigando la justicia.
“Tiene a su familia acá en la Argentina. Acá está su mujer embarazada y su hijito. Apenas la retuvieron en Ezeiza se contactó con su familia en Rusia, que le envió inmediatamente toda la documentación para acreditar que el pasaporte presentado ante Migraciones es de él. Las autoridades no pueden bajo ningún punto de vista mandarlo de nuevo a Moscú, incluso teniendo dudas de la autenticidad de su pasaporte. En esos casos, a las personas se las detiene, no se las deporta”, explicó Rubilar Pansiuk a Infobae.
“Aparentemente Kazantsev perdió el pasaporte y luego lo volvió a encontrar, por eso su nombre quedó con el alerta naranja de Interpol. Hay que entender que uno al escapar de un país en guerra escapa con lo que tiene. En la situación en la que está podría viajar con un papel de apatriado. El Tratado de Palermo establece que no puede ser perseguido penalmente una víctima y el artículo 32 del Tratado de Refugiados establece que no puede ser devuelto”, indicó. “Lo que están haciendo con este hombre es discriminatorio. Migraciones se está comportando como si Argentina fuese un Estado racial donde solamente dejan pasar a quienes cumplan ciertos requisitos raciales”, agregó.
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En tanto, desde Migraciones confirmaron a este medio que “la re conducción a Moscú del ciudadano ruso debe realizarse a través de la empresa Ethiopian Airlines (que fue la misma aerolínea por la que llegó al país), la cual en el día de la fecha no tienen vuelo, pero si lo tendría en el día mañana en el horario de las 21 horas”.
Boom del turismo de nacimiento proveniente desde Rusia
El hecho de que Argentina no pida una visa y la libertad que les concede el hecho de contar con una segunda nacionalidad a la hora de moverse en el mundo, son los principales atractivos para las embarazadas rusas. En ese contexto, la Directora Nacional de Migraciones, Florencia Carignano, aseguró que se inició una investigación judicial para acabar con lo que calificó como “un negocio lucrativo que promete pasaportes argentinos para los padres rusos”.
En 2022 ingresaron a la Argentina 10.500 embarazadas rusas, de las cuales 5.800 lo hicieron en los últimos tres meses del año, informaron desde Migraciones. En los últimos días, la situación volvió a resonar dado que algunas mujeres quedaron retenidas en Ezeiza. Tras conseguir el ingreso provisorio, Armella planteó que fue decidido “dado el estado de avanzada gravidez, y por razones humanitarias”.
Las mujeres rusas llegaron al país solas y todas en la semana 33 o 34 de embarazo. Al ser interrogadas plantearon que harían turismo, pero cuando migraciones indaga observa que no tienen pasaje de regreso y no saben explicar dónde van a hacer turismo.
Aunque Carignano aclaró que “no es un delito” tener un hijo en el país, aquellas personas que tienen una nacionalidad que no integra el Mercosur, deben “ir al consulado y sacar una visa y explicar los motivos”, es decir, trámites que no habían realizado las mujeres que permanecieron retenidas durante varias horas en el aeropuerto.
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