“La magnitud de la crisis económica y social reclama una izquierda independiente y que se plante”. Con esas palabras, Gabriel Solano, legislador porteño dirigente del Partido Obrero, aceptó hoy ser el precandidato a presidente de la fuerza, en fórmula con Romina del Pla, durante un plenario con 2500 delegados de todo el país. El espacio, que integra el Frente de Izquierda-Unidad, también proclamó esta tarde las candidaturas de Néstor Pitrola a gobernador de la provincia de Buenos Aires y de Vanina Biasi a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad.
El encuentro, donde participaron representantes del movimiento sindical, piquetero, juveniles, ambiental, de la vivienda, de la cultura, entre otros, se realizó en el microestadio de Lanús, localidad del conurbano bonaerense conducida por el PRO de Néstor Grindetti. Allí, se votó un documento político donde se cuestionó duramente tanto a las principales fuerzas del oficialismo como de la oposición; se establecieron “las tareas de los trabajadores y la izquierda”; y se proclamaron las postulaciones del PO para las listas del Frente de Izquierda.
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“Argentina atraviesa una crisis de fondo, de la cual son responsables todas las fuerzas políticas que han gobernado el país. Los Alberto Fernández, los Macri, Larreta, Cristina Fernández de Kirchner han llevado a que más del 50% de nuestros pibes y pibas estén bajo la condición de pobreza, que los jubilados tengan haberes de indigencia y que la precarización laboral alcance a la mitad de los trabajadores. A 40 años de la vuelta de la democracia y a más de 20 de la crisis del 2001, se refuerza la necesidad de echar a todos los políticos capitalistas y luchar por un gobierno de la izquierda y los trabajadores”, dijo el precandidato.
El planteo de la fórmula Solano-Del Pla cuestiona al gobierno nacional en general por el acuerdo con el FMI que, aseguran, “agrava la crisis social”. “El peronismo se ha transformado en la correa de transmisión de la política del Fondo Monetario Internacional. Se enfrenta por ello a la posibilidad de una debacle electoral, algo que ya avizora por la renuncia de Cristina Fernández de Kirchner a la candidatura y a la resistencia de Massa a asumir esa responsabilidad. Se plantea la necesidad de poner en pie un movimiento popular con banderas socialistas que supere definitivamente el peronismo”, lanzó Solano.
También envió un duro mensaje al resto del propio frente, que está integrado, también, por la Izquierda Socialista, el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) y el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS). Este último había propuesto ya hace un año la fórmula Myriam Bregman-Alejandro Vilca para la Nación. Solano se mostró preocupado por el avance en las encuestas de la derecha, que asocian tanto a Avanza Libertad como al ala dura de Juntos por el Cambio.
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“Esta gran crisis interpela a la izquierda, sobre todo porque existe el peligro que el enorme y justificado descontento popular sea canalizado por una derecha reaccionaria como Milei, Espert o Patricia Bullrich. Por eso necesitamos una izquierda que se plante, que pelee, que luche, que sea independiente de los políticos del sistema, y no una izquierda ligth que se conforme con conseguir una banca parlamentaria más”, dijo.
En ese sentido, volvió a pedir que se convoque a un Congreso Abierto del FIT, con el fin de “debatir una izquierda que exprese las aspiraciones y luchas más profundas de los explotados y agraviados por este sistema”. Reticente a que las candidaturas se definan en las PASO, Solano pidió que la coalición sea “absolutamente independiente” de las alianzas mayoritarias, para “impulsar las luchas que se avecinan y debatir y organizar la participación en la campaña electoral, definiendo el programa y los candidatos”.
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