La Ciudad de Buenos Aires (CABA) es la casa matriz del PRO. Para el PRO no es concebible perder el gobierno de la Ciudad en las elecciones de este año. Por estas horas, la disputa política nacional que existe en Juntos por el Cambio (JxC) condiciona la selección de candidaturas en varios distritos. La CABA no está exenta de esas turbulencias y la incertidumbre política traba las negociaciones electorales para elegir al sucesor de Horacio Rodríguez Larreta en la jefatura de Gobierno.
Las diferencias políticas entre Mauricio Macri y el alcalde porteño no solo acaecen en torno a la elección presidencial; en la Ciudad de Buenos Aires también tienen desacuerdos que avivan la interna. Patricia Bullrich, presidenta del PRO y la otra presidenciable del partido, también es parte interesada en la puja. No obstante, en la Ciudad está alineada al deseo político del ex Presidente.
A este escenario se suma el enigma que sembró Martín Lousteau. El senador nacional, que cuenta con el respaldo del aparato de la UCR de la Ciudad, es el candidato del radicalismo para disputar las PASO porteñas contra el PRO. En 2015 el economista ya había sido candidato a jefe de Gobierno y perdió en el ballotage contra Rodríguez Larreta. Sin embargo, por estas horas Lousteau amaga con disputar una candidatura presidencial. Es una decisión sujeta tanto a las negociaciones intra-correligionarias como al destino de su acuerdo con el alcalde porteño.
Mientras tanto, Rodríguez Larreta trabaja al máximo en su plan presidencial y hará lo que sea conveniente para llegar a la Casa Rosada. Macri lo sabe. El ex Presidente aún no confirmó si será candidato o no. Insiste con que todavía “no está anotado”. Macri no dará certezas sobre su futuro electoral hasta abril o mayo y, mientras tanto, tributa el poder que le otorga esa incertidumbre. Ese juego y mecanismo también atraviesa el tironeo por las candidaturas en JxC de la Ciudad.
Te puede interesar: Martín Lousteau no descarta alejarse de la pelea por la sucesión de Larreta e ir por una candidatura presidencial
Para Macri no es negociable ceder ante el radicalismo ni otros socios de JxC en la conducción política de la Ciudad. A su vez, tiene su preferencia muy clara sobre su candidato preferido dentro del PRO: se trata de su primo Jorge, ministro larretista desde 2021 e intendente de Vicente López en uso de licencia.
El péndulo político entre Rodríguez Larreta y Jorge Macri
Rodríguez Larreta aceptó la candidatura a jefe de Gobierno de Jorge Macri “no por convicción, sino producto de una negociación”, suele repetir como un mantra un dirigente del PRO que conoce tanto al alcalde porteño como a los Macri. El ex Presidente dio la venia para que ese acuerdo político tuviera lugar en el 2022. Desde entonces, impulsa a su primo para la sucesión porteña. Las señales más claras son que el equipo de campaña de Jorge Macri está compuesto por alfiles íntimos del ex dirigente de Boca Juniors, como Fernando De Andreis, en la jefatura de campaña, o Julián Gallo y Hernán Iglesias Illia, en la estrategia y comunicación.
La relación política entre Rodríguez Larreta y Jorge Macri tuvo oscilaciones. Empezó fluyendo bien, pero luego atravesó enormes turbulencias -cuyo paroxismo fue el año pasado, cuando el primo del ex Presidente publicó una foto con Patricia Bullrich-. Para el jefe de Gobierno fue “imperdonable” esa actitud. Incluso, en Uspallata hay operadores larretistas que lo leyeron como un gesto que tuvo la anuencia del ex jefe de Estado. Cerca de Macri negaron esa versión.
Actualmente, el vínculo entre el jefe de Gobierno y Jorge Macri es “bueno”, coinciden tanto en Parque Patricios como en el búnker jorgemacrista en el barrio de Núñez. Tras ásperas discusiones, la relación mejoró y hasta han compartido tres actividades de gestión en lo que va de 2023. Es que los últimos meses de 2022, Rodríguez Larreta “freezó” al primo de Macri y lo excluyó de su mesa política. En los últimos días, esa situación se revirtió -aunque no faltan matices-.
Jorge Macri está decidido a acelerar su campaña, que implica recorridas a barrios y emprendimientos de la ciudad, para generar encuentros de cercanías con vecinos. En su equipo político aseguran que el dirigente tiene un “alto nivel de conocimiento e instalación”. Por eso, enfocan su campaña en mostrarlo como el candidato con “mejor capacidad de gestión” para la Ciudad.
Los planes de Quirós
Los candidatos a jefe de Gobierno porteño del riñón larretista son Fernán Quirós, ministro de Salud Soledad, Soledad Acuña, ministra de Educación, y Emmanuel Ferrario, vicepresidente primero de la Legislatura de la Ciudad. Aunque no lo diga en público, el “preferido” de Rodríguez Larreta es el médico. Sin embargo, su decisión es no inclinarse por ninguno -al menos hasta mediados de año- y permitir que todos avancen en sus respectivas campañas proselitistas.
Durante febrero y marzo, Quirós apuesta a fortalecer sus apariciones en medios de comunicación para explicar por qué quiere ser jefe de Gobierno. El desafío del ministro de Salud es mostrarse como un gestor y dirigente político más allá de lo sanitario. De los postulantes larretistas, el titular del Ministerio de Salud es quien tiene los niveles más altos de conocimiento y de imagen positiva. El médico ya armó su equipo de campaña y cuenta con asesores de la confianza del laboratorio político de Rodríguez Larreta -como muestra implícita de respaldo a su postulación-. El jefe de Gobierno no hizo público su apoyo directo a ningún candidato del PRO. Nombra a todos, pero aún no se inclinó a ninguno.
La estrategia de Acuña y Ferrario
Por su parte, Acuña continúa de licencia por maternidad. Dio a luz en noviembre y actualmente está activa, pero de forma remota desde su casa. La ministra tiene en su jefe de Gabinete, Manuel Vidal, a su persona de mayor confianza en la gestión y en lo político. Es quien coordina su equipo y enhebra los detalles de la estrategia electoral. La politóloga planea volver a la arena pública el 27 de febrero, donde compartirá un acto junto a Rodríguez Larreta por la vuelta a las clases en la Ciudad. Acuña es la candidata larretista con el discurso más “halcón”. La dirigente apuesta por exaltar ese atributo, como forma de diferenciarse con Quirós.
Te puede interesar: Macri equilibra la interna del PRO al reunirse con Larreta, pero hace su propio juego: ser el eje de todos
En tanto que Ferrario trabaja desde principios de febrero en una “fuerte” campaña de instalación. Es el candidato más joven del PRO y aspira a mostrarse como el postulante que pretende “liderar la renovación de la Ciudad”. Su mayor desafío es aumentar los niveles de conocimiento entre los porteños. En ese sentido, la semana que viene Ferrario lanzará un video podcast en el que hablará sobre liderazgo con personalidades como el ex director técnico de Las Leonas, Cachito Vigil, el periodista Carlos Pagni y el bailarín y coreógrafo Flavio Mendoza.
Hasta que no se resuelva la interna a nivel nacional entre Rodríguez Larreta, Bullrich y Macri, ninguno de los candidatos del PRO planea hacer un lanzamiento de campaña. Todos intentan tejer alianzas con el resto de los partidos de JxC, pero la incertidumbre se traduce en cautela. En el GEN, el radicalismo, el socialismo y el liberalismo que integran la coalición opositora están expectantes del desenlace en la pelea nacional para avanzar en negociaciones políticas en terreno porteño.
El dilema interno que trabaja la puja en el PRO
El dilema en el PRO es cómo seleccionar a uno de los cuatro anotados para la candidatura a jefe de Gobierno, para disputar luego la elección PASO con el candidato radical. Actualmente, el postulante de la UCR para suceder a Rodríguez Larreta es el senador Martín Lousteau. En el PRO hay consenso en torno a que el economista radical es un candidato “competitivo”. En otras palabras, admiten que si no ordenan la interna partidaria, Loustau puede imponerse en las primarias.
Si el PRO llega con varios candidatos a las PASO, fragmenta el voto del PRO y facilita las chances de ganar para Lousteau. El consenso sobre eso es unánime tanto en el macrismo como en el larretismo. El desacuerdo está en quién es el mejor candidato y cómo decidirlo. Hasta el momento, son tres los escenarios posibles para resolver esa puja. Por un lado, las encuestas. Es decir, decantar por el candidato del PRO que mejor mida en los sondeos antes del cierre de listas.
La segunda solución posible -y acaso la más factible- es a través de una negociación política. En este caso, las encuestas serán una variable influyente -aunque no necesariamente vinculantes-. El problema reside en que el PRO, a diferencia de la UCR (su principal socio en JxC), no tiene una institucionalización partidaria que establezca un reglamento concreto sobre elecciones internas. Por eso, la falta de acuerdos entre Rodríguez Larreta y Macri - Patricia Bullrich condiciona la puja interna en el PRO para designar candidato a jefe de Gobierno porteño.
La tercera opción es hacer una interna abierta. Es la alternativa más discutida, porque no hay acuerdo sobre cómo sería esa elección, cuándo hacerla y qué electores estarían habilitados a votar. ¿Puede votar toda la ciudadanía, incluso afiliados al Frente de Todos o del radicalismo? ¿Solo podrían votar ciudadanos que no tengan afiliación partidaria -a excepción de los militantes del PRO? Son preguntas sobre las que no hay respuestas concretas en el partido amarillo.
Seguir leyendo: