El resultado de la elección en la provincia de Buenos Aires tiene un peso decisivo a nivel nacional. Lo saben quienes guardan aspiraciones presidenciales y Alberto Fernández no es la excepción. Sigue firme en su idea de pelear por un nuevo período de gobierno en la interna que plantea dentro del Frente de Todos, pese a las resistencias de los sectores más duros del kirchnerismo.
No sorprende entonces que en los últimos actos o recorridas que protagonizó en el conurbano bonaerense haya elegido reforzar su presencia donde cuenta con aliados. Más allá de estar pensando en la convocatoria a la mesa nacional que el jueves se reunirá en la sede del Partido Justicialista de la calle Matheu con el objetivo de delinear la estrategia de cara a las elecciones, el Presidente estará hoy en Berazategui, un municipio liderado por el experimentado Juan José Mussi y el lunes visitará Ituzaingó, donde Alberto Descalzo conduce los destinos de ese territorio desde hace casi tres décadas.
Tanto Mussi como Descalzo son cercanos a la Casa Rosada y estuvieron en la residencia de Olivos el martes pasado cuando fueron citados por Fernández para sentarlos a la mesa de discusión sobre los próximos pasos del FdT.
La estrategia presidencial parece clara. Fortalecerse en los territorios en los que encuentra respaldo a sus aspiraciones reeleccionistas. Un repaso por las visitas que hizo desde fines de diciembre refuerzan la secuencia. Estuvo con Andrés Watson en Florencio Varela el 28 de diciembre, unos días después visitó Avellaneda, fue dos veces hasta Ensenada donde lo recibió el kirchnerista Mario Secco, compartió un acto a mediados de enero con Mario Ishii en José C. Paz, luego estuvo en Almirante Brown y en Ezeiza.
En el acto de hoy en Berazategui no estará presente el gobernador Axel Kiciloff, una muestra de la distancia que existe con el kirchnerismo. En la agenda del gobernador, curiosamente, no se difundió que hoy esté presente en ninguna otra actividad que se superponga con la del Presidente. En su lugar irá la vicegobernadora Verónica Magario, quien compartirá el escenario con el intendente Mussi, la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz y los ministros Gabriel Katopodis (Obras Públicas) y Jaime Perczyk (Educación) y la secretaria de Deportes, Inés Arrondo.
Alberto Fernández dará así un paso más en su camino hacia la convocatoria a la mesa nacional del Frente de Todos que el jueves que viene empezará a delinear la estrategia electoral del oficialismo y se sentará a almorzar luego de este acto con algunos de sus funcionarios más cercanos y con otros intendentes del Gran Buenos Aires.
Oficiará como continuidad del encuentro que mantuvo con varios de los jefes comunales de la Primera y la Tercera Sección Electoral el martes en la Residencia de Olivos. En aquella oportunidad hubo 24 asistentes entre los que se contaron algunos que están en uso de licencia (como Mariano Cascallares, de Almirante Brown o Alejandro Granados, de Ezeiza), que son interinos y otros que enviaron a un representante como Jorge Ferraresi, de Avellaneda, quien mandó a Alejo Chobornoff, su reemplazante temporal cuando era ministro de Hábitat y Desarrollo Territorial en el Gabinete nacional. Aunque desde el Gobierno mostraron cierta satisfacción, la convocatoria no fue tan masiva como pretendían.
Luego de este acto en Berazategui, el lunes que viene el jefe de Estado visitará Ituzaingó, cuyo intendente, Alberto Descalzo, suele visitar seguido la Casa Rosada. En esa localidad del oeste del Gran Buenos Aires inaugurarán el Hospital Veterinario del partido y seguirá aceitando los contactos que le permitan fortalecer sus planes en el armado de la mesa nacional
Ayer, luego de que se anunciara que finalmente no se producirá un encuentro con gobernadores en Olivos previo a la cita del PJ del jueves, Alberto Fernández visitó La Rioja. Ricardo Quintela, el mandamás provincial, es uno de los de mayor afinidad con quien ocupa el sillón de Rivadavia. Otra señal de la estrategia presidencial.