Alberto Fernández se reunirá con los gobernadores del PJ días antes de la mesa política del Frente de Todos

Alberto Fernández no fijó el temario de la mesa de diálogo con el resto de los representantes del Frente de Todos, prevista para el jueves 16, y sobre la cual crece la incertidumbre. Pero sí se ocupó, en las últimas horas, de cerrar la convocatoria para algunos encuentros sectoriales previos. Esta tarde protagonizará un mitin con algunos intendentes y ya invitó a los gobernadores del PJ para conversar el sábado en Olivos. La lista de jefes provinciales que darán el sí definitivo todavía no está cerrada y el primer mandatario buscará ampliar la asistencia lo más posible.

En la Casa Rosada evitaron brindar los nombres de los presentes: la lista no está cerrada y probablemente no lo esté hasta último momento, aunque estuvieron trabajando en la convocatoria desde la semana pasada. Será en Olivos, de día, y parecería ser una conversación previa, sólo con ese grupo, a la mesa política que Alberto Fernández aceptó crear la semana pasada, después de que se profundizaran las presiones de parte del kirchnerismo, para discutir la dinámica interna del oficialismo de cara al cierre de listas y al comienzo del calendario electoral en el interior del país.

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A pesar de las coincidencias, en Balcarce 50 aseguraron que ambos hechos no están relacionados. “(El cónclave del sábado) es parte de las reuniones que el Presidente viene manteniendo con distintos sectores: intendentes, sindicatos, movimientos sociales. Inclusive otras con gobernadores. Son sus reuniones políticas habituales”, dijo un funcionario afín al primer mandatario. También aseguró que no hay un temario para el encuentro.

Los gobernadores más cercanos al Presidente son Ricardo Quintela, de La Rioja -a donde viajará esta misma semana Alberto Fernández; Raúl Jalil, de Catamarca; y Osvaldo Jaldo, de Tucumán, que asisten a prácticamente todas sus convocatorias. Son también a quienes visita seguido y con quienes tiene diálogo fluido. El resto oscila en el vínculo según la ocasión, el tema y su agenda propia, entre otras variables, para asistir a las convocatorias presidenciales. Por caso, el último encuentro que tuvo el mandatario con los representantes del interior, en diciembre, tuvo adhesiones variadas y su volumen decreció con el paso de los días.

Había sido llamado por la discusión con la ciudad de Buenos Aires y la Justicia por el fallo de la Corte Suprema por la coparticipación. Tuvo lugar en la Casa Rosada y asistieron, de forma presencial, 14 gobernadores: Axel Kicillof (provincia de Buenos Aires); Gildo Insfrán (Formosa); Osvaldo Jaldo (Tucumán); Gustavo Bordet (Entre Ríos); Sergio Uñac (San Juan); Ricardo Quintela (La Rioja); Gerardo Zamora (Santiago del Estero); Mariano Arcioni (Chubut); y Sergio Ziliotto (La Pampa). Por videoconferencia también se conectaron Jorge Capitanich (Chaco); Oscar Herrera Ahuad (Misiones); Gustavo Melella (Tierra del Fuego) y Alicia Kirchner (Santa Cruz).

Después, Bordet y Herrera Ahuad terminaron diferenciándose del juicio político al máximo tribunal que anunció Alberto Fernández. Mientras que los titulares de los Ejecutivos de Santa Fe, Omar Perotti; Río Negro, Arabela Carreras; y Neuquén, Omar Gutiérrez, que no siquiera asistieron a escuchar, tomaron distancia.

Esta tarde el Presidente se encontraba en Tucumán, donde fue recibido por Jaldo, uno de los mandatarios que probablemente viaje a Buenos Aires el sábado. Y por la noche, recibirá a intendentes de la Primera y la Tercera Sección Electoral de la provincia de Buenos Aires, también en la residencia de Olivos y con la agenda abierta. En este caso tampoco se confirmó con antelación quiénes asistirían, otra una señal de las dificultades para reunir voluntades.

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El cónclave de hoy se produce exactamente una semana después de la convocatoria que concretó Máximo Kirchner, el titular de La Cámpora, en calidad de jefe del PJ bonaerense, con los principales referentes locales y nacionales del kirchnerismo locales, y sólo dos representantes dialoguistas, Gabriel Katopodis y Santiago Maggiotti. Llamativamente, también fue el ministro de Economía, líder del Frente Renovador, Sergio Massa, eventual presidenciable.

Esa reunión, donde se habló de cómo mantener la unidad y se solaparon las críticas que corren por lo bajo de parte del ala dura contra Alberto Fernández, estuvo destinada, en el fondo, a forzar la creación de un espacio de diálogo en la cúpula del Gobierno en la previa de la campaña. Y es que ya empiezan las elecciones en las provincias. La primera será la PASO en La Pampa, el domingo, aunque no se esperan mayores tensiones para ese día, porque el oficialismo que conduce Sergio Ziliotto presentó una lista de unidad a nivel local.

Los encuentros por sectores son la antesala de la mesa de discusión que convocó el domingo pasado Alberto Fernández por Twitter, y que venía gestándose para suturar las diferencias que surgieron a partir de que el ministro del Interior, Eduardo Wado de Pedro, pateara el tablero con una crítica pública y directa contra el Presidente, hace dos semanas. Hoy, el alfil de Cristina Kirchner redobló la apuesta y mostró que la batalla sigue en pie: “Voy a seguir militando le pese a quien le pese”, dijo desde un acto en la localidad bonaerense de Moreno.

Hoy, después de un año y medio de reticencia a crear esa instancia que le pedían los duros, la Presidencia fijó la fecha y el lugar. Será dentro de diez días -el jueves 16-, en la sede del PJ nacional -en Matheu 130-. Pero el temario y los invitados no están definidos. La convocatoria es consecuencia directa de los fuertes vaivenes que atraviesa la coalición de gobierno, pero justamente los problemas para ponerse de acuerdo son los que provocan diferencias a la hora de armar lo que el kirchnerismo denomina “mesa política” y que Alberto Fernández prefiere llamar “mesa nacional”. Hay más acepciones: su entorno lo limita al concepto de “mesa electoral”, para bajarle el precio.

Las principales divergencias giran en torno al objetivo. El Presidente quiere un espacio bien amplio donde se hable de estrategia de campaña pero no se pongan en duda las PASO como herramienta para definir las postulaciones al sillón de Rivadavia -incluyendo la suya a la reelección-; ni se incluyan discusiones sobre la gestion. El sector de Cristina Kirchner quiere exactamente lo opuesto.

En la Casa Rosada dicen que las charlas conjuntas con gobernadores e intendentes en la semana previa a la “mesa” de Matheu no están vinculadas. Pero se trata de los mismos invitados, y si bien había hermetismo en el entorno del Presidente sobre el planteo que les hará a los dirigentes, todo apunta a que buscará expresarles, cara a cara, su postura sobre las PASO y las candidaturas del Frente de Todos en la interna para construir adhesiones, de antemano.

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