En medio de las discusiones de candidaturas que empiezan a asomar tanto en el oficialismo como en la oposición, un debate que en parte parece saldado es que si Axel Kicillof finalmente consigue ser el candidato a la reelección por la gobernación de la provincia de Buenos Aires estará acompañado por la actual vicegobernadora, Verónica Magario, replicando la foto de la boleta del 2019, cuando el Frente de Todos se impuso por el 52,04% de los votos ante entonces gobernadora María Eugenia Vidal, que sacó un 38 por ciento. Al menos, es lo que empujan algunos intendentes.
Durante el mes de enero, Magario estuvo acompañando a Kicillof en distintas actividades, puntualmente por Mar del Plata, Pinamar y Villa Gesell. Hubo acciones de gestión como las conferencias de veranos, pero también de corte más político como una mateada con veraneantes que el mandatario provincial llevó adelante en Gesell.
Algunos intendentes ya plantearon públicamente que la fórmula a la gobernación debería repetirse. Uno de ellos fue el ensenadense Mario Secco quien antes de ingresar a la reunión del Frente de Todos bonaerense en Merlo dijo que “hay más de 40 intendentes que están detrás de esa fórmula”. “Yo quiero que siga esa fórmula por cuatro años más porque es muy competitiva”, agregó. La base territorial política de Magario es La Matanza, el distrito más poblado de la provincia de Buenos Aires y donde el peronismo gobierna desde 1983.
En la discusión de las candidaturas del 2019 por la gobernación bonaerense, había tres caminos. Magario era una de las opciones que se barajaban o que un grupo de intendentes -sobre todo del interior provincial- buscaban imponer. También se pensaba en el entonces jefe comunal de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde y finamlente aparecía Kicillof. Fue entonces cuando la hoy vicepresidenta Cristina Kirchner terminó por definir el binomio Kicillof-Magario. La lectura fue que la presencia de la matancera en la fórmula le daba una cuota de representatividad a los intendentes del peronismo. Hasta ese entonces, Magario era la intendenta de La Matanza y desde ese lugar confrontaba con la gestión de la gobernadora Vidal.
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Hace algunas semanas, la vicegobernadora dio algunas señales políticas. Fue al lado de Kicillof y en el marco de una reunión con hoteleros y diferentes sectores productivos en Pinamar. “Necesitamos continuar, necesitamos seguir con lo que hemos comenzado a construir”, dijo y admitió que “son tiempos difíciles”, y que “la inflación nos cuesta, nos duele pero la vamos a superar”.
También planteó que “es hora de mirar hacia adelante. No es hora de mirar hacia atrás. Sabemos hacer las cosas y las vamos a hacer como corresponde. Lo más importante es que nuestra sociedad vuelva a tener un trabajo y que el salario de ese trabajo sea digno. Eso es lo que vamos a recuperar para la próxima etapa”. Según pudo saber Infobae, hubo una intención manifiesta de la vicegobernadora de marcar la cancha.
Pese a que varios intendentes ya lo hicieron público y hasta el propio Kicillof dice estar “entusiasmado” con el proyecto bonaerense, lo cierto es que aún no está definido que será el candidato del oficialismo. Misma ecuación aplica a Magario.
Hay otras alternativas que se han explorado desde fines del año pasado para acompañar al mandatario provincial si efectivamente va por la reelección. Una de ellas es la de la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz. La funcionaria cercana a Alberto Fernández, mantiene una buena relación con Kicillof que se conjugó durante la campaña electoral del 2021 cuando la ministra encabezó la lista de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires. En ese proceso de campaña, Tolosa Paz, recorrió toda la provincia en actividades propias o bien acompañando a Kicillof.
En las últimas semanas, la ministra estuvo en el centro de la escena que atraviesa la interna del Frente de Todos. Fue cuando se la consultó por el malestar que hizo notar el ministro del Interior “Wado” de Pedro para con el presidente por no haber sido invitado a un encuentro con el presidente de Brasil, Lula Da Silva, y organismos de Derechos Humanos que se celebró en Casa Rosada.
“Si fueron declaraciones del propio ministro, creo que es un buen momento para aclarar si es un trascendido mediático utilizado para algún sentido. Es buen momento para que el ministro De Pedro pueda aclarar si esto ocurrió o no porque ponen en boca de él alguna situación como falta de códigos. Si hay falta de códigos en todo caso es en referencia de quiénes son parte de un Gobierno y critican al Gobierno”, remarcó Tolosa Paz y agregó: “Pongo en tela de juicio que sea cierto. De no ser cierto hay que aclararlo. Y de ser cierto claramente invito a reflexionar sobre las faltas de códigos. En todo caso, quienes están dentro del Gobierno y critican como si estuvieran afuera, hay que definirse. O estás adentro o afuera”. Ese posicionamiento le valió el cruce de algunas dirigentes del kirchnerismo como la jefa del bloque de Senadores provinciales, Teresa García o la presidenta del Instituto Cultural de la provincia, Florencia Saintout; otrora competidora en la interna del peronismo platense.
Pese a ese punto alto de exposición, tanto De Pedro como Tolosa Paz buscaron bajar tensiones. El ministro del Interior con un hilo de tuit y la funcionaria siguió con su actividad diaria. Tras ese cruce encabezó la inauguración de un nuevo Centro de Desarrollo Infantil en Quilmes junto al ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis y la intendenta de ese distrito, la cristinista Mayra Mendoza. Una foto que intentó generar -y consiguió- la ministra para mostrar amplitud y un camino de unidad dentro del FdT.
En su entorno, aclaran que no es su intención buscar una candidatura a la vicegobernación aunque destacan su perfil con base en la provincia de Buenos Aires y además de su relación con Kicillof, el trabajo en común con su par provincial, Andrés “Cuervo” Larroque; quien hoy por hoy también expone un rol de vocería del arco kirchnerista. De hecho, el ministro de Kicillof acompañó a Tolosa Paz durante su jura como ministra el año pasado.
La vicegobernación bonaerense implica también la presidencia del Senado provincial, donde la paridad de fuerzas entre el Frente de Todos y Juntos es total: cuenta con 46 bancas repartidas en 23 peldaños para cada fuerza. En el peronismo saben que para dar vuelta esa ecuación se necesitará hacer una buena elección en territorios electoralmente complejos para el oficialismo como la Sexta sección electoral -sur de la provincia- o la Octava, es decir La Plata, donde justamente reside buena parte del capital político de Tolosa Paz.
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