La “Marcha por la Soberanía del Lago Escondido”, en la provincia de Ríos Negro, continuó su tercer día de manifestación y se registraron incidentes entre los militantes de izquierda y la seguridad privada de la estancia de Joe Lewis, el empresario británico, dueño de la propiedad.
Según denunciaron los organizadores de la marcha, hubo un herido: Gonzalo Villagra, estudiante y activista socio-ambiental de la Red Ecosocialista y el MST en el FIT Unidad.
El lunes, día en que comenzaron las marchas a la propiedad de Lewis -y que finalizarán el viernes- una columna fue interrumpida por baqueanos a caballo en la entrada del camino de Tacuifi, que conduce a una de las fincas del empresario británico y hacia el Lago Escondido. Los manifestantes reclaman por séptimo año consecutivo que se cumpla con un fallo de la Cámara de Apelaciones de Bariloche que ordena abrir un camino público hacia espejo de agua.
A pesar de los incidentes, los activistas se seguían sumando en las últimas horas y en tres oportunidades intentaron derribar el portón. El ministerio de Seguridad de la gobernación de Río Negro aumentó el numero de policías que custodian el lugar. Los efectivos, hasta el momento, no intervinieron en los enfrentamientos que terminaron con el joven herido.
De las protestas, la séptima que se realiza de manera consecutiva, participan el MST, el sacerdote Francisco Paco Olveira, del Grupo de Curas en Opción por los Pobres, el médico sanitarista Jorge Rachid, dirigentes kirchneristas de La Cámpora, La Federación de Gráficos Bonaerenses, la CTA Autónoma, la CTA de los Trabajadores, el Movimiento Octubre, la Mesa Coordinadora por la Defensa de la Soberanía Nacional del Río Paraná y del Canal Magdalena, Causa Nacional, el Grupo por la Soberanía, la Corriente Federal de Trabajadores, la CGT Regional Zona Norte, y la Corriente Clasista y Combativa (CCC).
Julio César Urien, titular de la Fundación Interactiva para Promover la Cultura del Agua (Fipca), uno de los organizadores de los reclamos, recordó que hace 15 años se dictó el fallo judicial que ordena la apertura de un camino público y apuntó contra la gobernación rionegrina por no evitar los incidentes. Celeste Fierro, por su parte, acusó a autoridades políticas y judiciales de permitir que se instale “una sede del imperialismo británico” en la Patagonia argentina.
A fines de diciembre, Juan Grabois, dirigente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), se adelantó a la marcha anual organizada por la Fundación Interactiva para Promover la Cultura del Agua y realizó un acampe dentro de la propiedad de Lewis después de ingresar por la fuerza. Sus militantes, unos doscientos, permanecieron menos de 24 horas y se retiraron. Antes habían protagonizado incidentes con trabajadores de Hidden Lake, la empresa de Lewis que está a cargo de la explotación de la propiedad turística.