El radicalismo empieza a fortalecer su alianza con el PRO y dan las primeras señales de un programa de gobierno

La alianza que Gerardo Morales lanzó con Horacio Rodríguez Larreta y Martín Lousteau hizo que Patricia Bullrich refuerce su vínculos con los radiales Alfredo Cornejo y Gustavo Valdés. Pero el gobernador correntino sorprendió a los referentes de Juntos por el Cambio cuando recibió a los precandidatos a presidentes del PRO y la UCR durante el Festival Nacional del Chamamé. De hecho, según pudo saber Infobae, recompuso la relación con su par jujeño con el objetivo de acordar la estrategia electoral del partido centenario y el rol dentro de la coalición opositora.

Las dos fotos que Morales se sacó con el jefe de Gobierno porteño -en Costa Salguero y en Mar del Plata- habían caído mal entre los correligionarios, quienes consideraban que el presidente del Comité Nacional se apresuraba a cerrar un acuerdo con el PRO. Incluso, no lo apoyaron en su propuesta de ir a una interna partidaria con Facundo Manes para definir a un candidato único de la UCR. Casi como respuesta, Valdés invitó a Rodríguez Larreta y Bullrich a su provincia: recorrieron el centro correntino y dieron distintas conferencias de prensa.

Ese mismo fin de semana estuvieron presentes Manes y Morales. Los que estuvieron cerca del neurólogo aseguran que mantuvo el bajo perfil durante su visita: no se sumó a actividades de tinte electoral ni se sacó fotos con sus correligionarios ni socios del PRO. De hecho, hay pocos registros de su participación en la fiesta popular pese a haberse sentado junto con los gobernadores radicales.

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“Vine a ver a un amigo”, dijo Manes cuando llegó a Corrientes. Con esa frase, buscó aclarar que su llegada a la provincia no tenía intenciones políticas ni de forjar alianzas para la batalla electoral, aunque en la reunión con Valdés intercambiaron opiniones sobre el futuro de Juntos por el Cambio y su deseo de ampliar la coalición. La postura del neurólogo responde a una nueva estrategia para su campaña presidencial, en la que busca reafirmar su perfil outsider, alejado de la rosca política y crítico de sus propios aliados.

La denuncia que Manes lanzó a sus correligionarios cayó mal entre las autoridades partidarias. En la última entrevista que brindó a este medio, dijo que en la UCR hay “acuerdistas” que sólo quieren un cargo y agregó: “Están pensando en la próxima elección y no como un momento bisagra para cambiar la Argentina”. Sus declaraciones quedaron descolgadas cuando el resto de los boinas blancas -incluso los que apoyan su candidatura- comenzaron a mostrarse con dirigentes del PRO y comenzaron a trabajar en un programa de gobierno que será clave para establecer las reglas de la alianza opositora y que, además, deberá ser aprobado en la próxima Convención Nacional que preside su hermano Gastón Manes.

La reconciliación de Morales con Valdés es uno de los primeros síntomas de que la UCR puede avanzar en puntos de acuerdo con el PRO, entre ellos, las fórmulas cruzadas y el programa de gobierno. “Diferencias van a tener siempre, pero no somos un partido verticalista, acá hay horizontalidad”, aclaran en Corrientes al reconocer el acercamiento con el jujeño. Aseguran que, a partir de ahora, habrá más diálogo entre ellos y consultas sobre las decisiones partidarias, como por ejemplo, en las negociaciones provinciales para el cierre de listas.

“Mauricio está menos irritante con los radicales y mantiene buen diálogo con Cornejo y Valdés”, revelaron a este medio en el entorno de Bullrich. En el último encuentro que compartieron en Villa La Angostura, Macri se habría mostrado menos reacio a acercar posiciones con la UCR. Desde el inicio de su gestión en 2015, el ex presidente mantuvo un vínculo tenso con sus socios electorales y, a su vez, fue blanco de críticas en reiteradas oportunidades por parte de Morales y Manes, entre otros. Los boinas blancas suelen recordar que durante el gobierno de Cambiemos no funcionaron como coalición, sobre todo en las decisiones económicas.

Con la luz verde de Macri, Bullrich volvió de sus vacaciones a la campaña con actividades que incluyeron, en su gran mayoría, la presencia de radicales. En su equipo estratégico aseguran que la visita que hizo a Valdés el fin de semana pasado se “lució más que la de Horacio”. Casi sarcástico comparan: “Gustavo la llevó por todos lados”.

También estuvo en Mar del Plata con Maximiliano Abad, presidente del Comité Provincia. Si bien evita meterse en la interna del PRO y se concentra en el armado radical, el precandidato a gobernador es uno de los boinas blancas que mantiene buen diálogo con las principales figuras de la coalición, entre ellos, Larreta, Diego Santilli y María Eugenia Vidal. De hecho, fue de los pocos correligionarios que participaron de la presentación del libro de Mauricio Macri en esa ciudad.

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La próxima semana Bullrich arribará a Córdoba para apoyar a Rodrigo de Loredo en la interna con Luis Juez, el candidato apoyado por Larreta. Y ese no es el único guiño que la presidenta del PRO envía a los radicales. Según confirmaron a Infobae en su entorno, por estos días ensayan una posible fórmula con Carolina Losada. Con Cornejo casi descartado por la posibilidad de que vuelva a Mendoza y con Valdés enfocado en Corrientes, creen que una dupla de dos mujeres no debería ser descartada.

Mientras tanto, Rodríguez Larreta apuesta a su relación con Morales. El jefe de Gobierno porteño lo quiere al jujeño para que sea su candidato a vicepresidente pero espera, según cuentan en su entorno, que ese acuerdo tenga el apoyo de toda la UCR. Hasta desea que esa alianza sea aprobada por la Convención.

En paralelo, Morales no descuida el vínculo con la Coalición Cívica. Este jueves tuvo su tercera reunión con Elisa Carrió en la Casa de Jujuy con los equipos técnicos de política exterior para analizar la situación internacional. De estos encuentros esperan tener definiciones para encaminar el programa de gobierno. Según pudo reconstruir este medio, estos proyectos cuentan con el visto bueno de Rodríguez Larreta y esperan que se sume Bullrich, aunque hasta el momento no aceptó la invitación.

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