En simultáneo a la realización de la Cumbre de Jefas y Jefes de Estado, la CELAC Social, integrada por movimientos sociales oficialistas, como el Movimiento Evita, y sindicales, entre ellos la CTA, se movilizaron al Hotel Sheraton, ubicado en el centro porteño. La finalidad fue concretar la entrega de la declaración que fue consensuada ayer, durante el lanzamiento de organización, y que contó con la participación del ex mandatario boliviano Evo Morales.
Tal como informo este medio, el primer encuentro de la CELAC Social, que se realizó en el Museo Malvinas, ubicado en el Espacio de la Memoria ex ESMA, nació bajo la consigna: “Integración latinoamericana y del Caribe para frenar el nuevo plan Cóndor en la región”. Según explicaron los organizadores, se trata de un espacio que articula a las organizaciones sociales, políticas, sindicales, indígenas y de derechos humanos en el marco de la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños que comenzó hoy en las instalaciones del hotel porteño.
La declaración consta de 33 puntos en los cuales destacan solicitarle a los mandatarios que componen la CELAC “la institucionalización de espacios permanentes de diálogo de los gobiernos con las organizaciones y movimientos sociales”; el “procesos de democratización de los poderes judiciales en América Latina y el Caribe, que se encuentran cooptados por intereses internacionales y locales que no corresponden con los de nuestros pueblos”; y la “liberación de la dirigenta argentina Milagro Sala”, condenada a 15 años de prisión por los delitos de asociación ilícita y defraudación al Estado”.
En el petitorio, dado a conocer a través de la marcha de hoy, se exige “que la CELAC sostenga un posicionamiento firme en relación con la finalización de la guerra en Ucrania” y se reafirman “los legítimos derechos soberanos de la República Argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes y el Sector Antártico Argentino”.
La CELAC Social nació, afirma el documento, “con la convicción de dar un marco institucional a la integración regional de los pueblos” y con la determinación de “avanzar hacia la conformación de espacios permanentes de diálogo entre organizaciones sociales y los gobiernos”.
El documento consensuado destaca algunos reclamos impulsados desde la Casa Rosada y que han tomado como bandera los movimientos sociales oficialistas agrupados en la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), como la reforma a la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
En uno de los puntos del documento, que se presentó en las últimas horas y al cual accedió Infobae, se le demanda a las jefas y jefes de Estado “la promoción, por parte de los gobiernos de la CELAC, de procesos de democratización de los poderes judiciales en América Latina y el Caribe, que se encuentran cooptados por intereses internacionales y locales que no corresponden con los de nuestros pueblos, para así dar fin al disciplinamiento social, la criminalización de la pobreza, la juventud y la protesta, así como a la persecución político-judicial o guerra jurídica contra los y las líderes populares”.
En este mismo punto, los integrantes de la CELAC Social sostienen: “Demandamos la liberación de todos los presos políticos y todas las presas políticas en la región, sin cuya liberación no hay democracia”. Es allí donde se nombra a la líder jujeña y referente de la Tupac Amaru.
En el lanzamiento de la CELAC Social, cuya primera medida fue la marcha de hoy al centro porteño y la presentación del documento mencionado, el ex presidente boliviano sostuvo que “los gobiernos progresistas y antiimperialistas tienen el deber de proteger los recursos naturales estratégicos, distribuir las riquezas para enfrentar la creciente desigualdad y avanzar en un proyecto de moneda común para América Latina y el Caribe”. Morales también repudió el accionar de la OEA “como herramienta injerencista y de desestabilización, y rechazó el bloqueo económico de Estados Unidos contra los pueblos de Cuba, Nicaragua y Venezuela”.
Otra de las demandas dirigidas a los líderes de Estado que integran la CELAC es la “creación de un ámbito para la elaboración de estrategias comunicacionales conjuntas, que no sólo permitan formular políticas y desarrollar actividades frente a las noticias falsas (fake news), y las propias acciones de las grandes corporaciones de medios con un claro sentido de dominación, sino que también refleje y exprese el bagaje cultural latinoamericano, las experiencias organizativas, las luchas populares, las historias de resistencia, la vida cotidiana de los pueblos”.
La CELAC Social también se mostró en contra “de la extranjerización de la tierra en nuestra región, un flagelo que se ve agravado por la actual disputa hegemónica global”. En ese sentido, los dirigentes advirtieron “sobre la gravedad y el riesgo generado con los procesos de extranjerización de tierras y espacios marítimos y fluviales en beneficio de empresas estatales, privadas o individuos ajenos a nuestra región”.
El documento también condena “los golpes de Estado que han tenido lugar en la región” y destaca el “recientemente perpetrado en Perú y los intentos de magnicidio de la ex presidenta y actual vicepresidenta de la Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, y de la actual vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez”.
El documento de la CELAC Social, al igual que lo hizo Evo Morales en la ex ESMA, es un llamado a la unidad. El ex mandatario lo hizo con estas palabras: “Tenemos la obligación de organizarnos, fortalecer nuestras fuerzas sociales y permanentemente autoconvocarnos para coordinar acciones concretas, defender la democracia y fundamentalmente defender a nuestros gobiernos, algunos son progresistas, otros socialistas, otros humanistas, pero hay que defender a los presidentes de los gobiernos antiimperialistas de América Latina”.
Por su parte, Manuela Castañeira, dirigente del Nuevo MAS, partido que también participó de la movilización al hotel Sheraton, agregó su propio reclamo por la situación en Perú, donde consideró que hay “un golpe de Estado parlamentario encabezado por Dina Boluarte”.
“Le reclamamos a la CELAC y sus participantes que repudien el gobierno golpista. Y exigimos el alto inmediato a la represión, la libertad de (el ex presidente de ese país, Pedro) Castillo, la disolución del parlamento golpista, y la convocatoria inmediata a una Asamblea Constituyente que ponga fin a la Constitución fujimorista del ‘93, y que refunde el país desde los intereses de las mayorías sociales”, agregó la referente de la izquierda.
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