Uno de los hijos de la líder de la Tupac Amaru, Milagro Sala, murió este lunes por razones que todavía se desconocían, a los 37 años de edad en Jujuy. Se trata de Sergio Chorolque Sala, que militaba en la misma organización social de su madre y trabajaba en el área de Contaduría de esa provincia.
Fuentes del entorno de la dirigente social precisaron a Infobae que el cuerpo del muchacho ya se encuentra en la morgue local y que mañana a las 8:30 se le realizará la correspondiente autopsia para tratar de determinar las causas de su fallecimiento.
“Militante peronista-kirchnerista y de la organización barrial Tupac Amaru”, se describía el joven en su cuenta de Instagram, donde solamente tenía publicada una foto en la que reclamaba por la libertad de su madre, condenada por hechos de corrupción.
En 2017, él mismo había sido imputado en el marco de una causa que investigaba irregularidades dentro de la agrupación, puntualmente en la compra de una docena de autos de alta gama, siete de ellos pagados al contado por Sergio Choroque, entre 2011 y 2015.
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En aquel momento, la Fiscalía Penal General, que conduce Sergio Lello Sánchez, refirió que se presentaron a conocer causa de imputación a once personas, entre ellas el joven y su hermana, Claudia Choroque Sala, que también habría estado involucrada en la maniobra.
El fiscal penal de feria Aldo Lozano los imputó del delito de “encubrimiento agravado por aseguramiento y provecho de bienes de origen ilícito, en concurso real y en coautoría”. En la investigación, también está imputada la escribana de la Tupac, Claudia Trenque, que luego fue detenida, y sus hermanos.
El trámite se inició a partir de una denuncia de la Oficina Anticorrupción basada en los expedientes que involucran a Milagro Sala y la Tupac Amaru. Los pedidos de secuestro de los vehículos fueron ordenados por el juez de control en feria, Jorge Zurueta.
En el primer operativo se secuestraron seis autos, entre los cuales está el MCC Smart de Milagro Sala -que la familia había dicho que se lo habían regalado entre 12 personas-; un Peugeot 3008 del marido de Sala, Raúl Noro; una Toyota Hilux, de Claudia Sala, una de las hijas de la acusada y un Fiat 500 del hijo de Sala, Sergio Chorolque.
Luego, la Justicia encontró seis más, entre ellos otra camioneta Toyota Hilux, dos Volkswagen Suran Cross y tres Fiat 500, todos pertenecientes a integrantes de la Tupac.
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En 2019, de acuerdo con los diarios jujeños de esa época, el joven fue arrestado cuando quiso evadir un control policial junto a otras dos personas que iban con él en una moto, pero fue liberado a las pocas horas.
Por otra parte, en diciembre pasado, la Corte Suprema de Justicia de la Nación, a través de los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti, rechazó un recurso extraordinario presentado por la defensa de su madre y, de esa manera, dejó firma la condena a 13 años de prisión que le dictó en 2019 el Tribunal Oral Criminal 3 de la provincia norteña en el caso conocido como “Pibes Villeros”.
El Tribunal Oral concluyó que Milagro Sala conformó y lideró una asociación ilícita entre los años 2013 y 2015. Los delitos atribuidos a dicha asociación fueron las extorsiones a varias personas y defraudaciones en relación con fondos provenientes de un acuerdo suscripto entre el Instituto de Vivienda y Urbanismo de la provincia de Jujuy (IVUJ) y la Subsecretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Nación, respecto de los pagos en ejecución de catorce convenios firmados entre el IVUJ y diferentes cooperativas de trabajo y, finalmente, en relación con un convenio de la misma naturaleza suscripto entre una cooperativa y el municipio de la ciudad de Palpalá.
El tribunal resaltó que esta organización criminal logró un altísimo acatamiento de las directivas de Sala en razón de que sus “miembros conformaron las ficticias cooperativas” y también porque Sala y los demás integrantes de esta “cimentaron la obediencia de otros cooperativistas con la ilustración de los males que se les infligiría a los insubordinados”, ya que “se impuso así una suerte de temor y obediencia a raja tablas [sic] de las órdenes que recibían, cooperativista [sic] y miembros de distintas organizaciones sociales, pues quienes se resistían o confrontaban con alguno de los miembros de la asociación ilícita habían sido lesionados, extorsionados, amenazados y privados de la obtención de obras, bolsones de comidas, capacitaciones”.
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