Ante la llegada de Nicolás Maduro a la Argentina, el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, se reunió esta mañana con representantes de la colectividad venezolana que residen en la Argentina y manifestó su firme rechazo a la visita del dictador bolivariano.
“Hace 40 años, con el retorno de la democracia en Argentina, nuestro país se posicionó a la vanguardia en materia de defensa de los derechos humanos y de la democracia en América Latina. Hoy, el gobierno decide sentar a la mesa de debate regional a un dictador. Como argentino, me duele y me preocupa. El Gobierno tiene que dejar de ser cómplice de países que violan los derechos humanos en la región”, afirmó Rodríguez Larreta.
El encuentro se realizó en Bolívar 1, donde el jefe de Gobierno porteño dialogó con un grupo de 15 venezolanos que residen en la Ciudad Buenos Aires, muchos de los cuales contaron cómo debieron abandonar su país perseguidos por la dictadura de Nicolás Maduro.
“Cada uno tiene historias de vida, sueños que dejó atrás para escapar del régimen y salir adelante. Los valoramos muchísimo y nos llena de orgullo que hayan elegido la Argentina para reconstruir su futuro. Les pido que trabajemos juntos para que la Argentina entera sea un faro de defensa de la democracia y los derechos humanos en toda la región”, sostuvo el jefe de Gobierno.
Del encuentro también participaron Elisa Trotta Gamus, fundadora de la organización Alianza por Venezuela y miembro del Foro Argentino para la Democracia en la Región; el secretario general y de Relaciones Internacionales de la Ciudad, Fernando Straface, y el secretario de Asuntos Públicos, Waldo Wolff.
Actualmente, viven en Argentina más de 173.000 venezolanos. El 70% está radicado en la ciudad de Buenos Aires, un 20% en el conurbano y un 10% fuera del Área Metropolitana de Buenos Aires.
Días atrás, la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, se también había sido muy crítica con la posible presencia del dictador venezolano. “Si Nicolás Maduro viene a la Argentina debe ser detenido de manera inmediata por haber cometido crímenes de lesa humanidad. Tal como ocurrió con Pinochet en Londres, en 1998″, aseguró Patricia Bullrich, una de las principales referentes de Juntos por el Cambio. Y agregó: “La Justicia debe actuar en resguardo de la vigencia universal de los derechos humanos”.
La posibilidad de que Maduro arribe al país el 24 de enero, en el marco de la VII Cumbre de jefas y jefes de Estado y de Gobierno de la CELAC, se agigantó la semana pasada, con la llegada a Buenos Aires de seis enviados del régimen chavista.
Bajo un gran hermetismo, un avión de la empresa estatal venezolana Conviasa (Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos S.A) dejó en Ezeiza a una delegación compuesta por personal diplomático, de seguridad y de inteligencia.
El Embraer Lineage 1000 (sancionado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos) estuvo poco más de dos horas en suelo argentino. Los miembros del gobierno chavista debieron pasar por Aduana y Migraciones. En esta última son revisados los antecedentes y todos sus papeles estaban en regla, según pudo saber Infobae.
El objetivo de su presencia es pulir todos los detalles de la eventual visita de Maduro. El protocolo de seguridad incluye revisar el lugar del evento, coordinar los traslados en auto, analizar las rutas posibles por donde se moverá y mantener bajo extrema reserva el lugar donde se hospedará el mandatario chavista.
Aunque recién se sabrá 24 horas antes si finalmente Maduro viajará o no a Buenos Aires, en el Gobierno confían en que esto ocurra y, por eso, ya trabajan en los puntos que se tratarán en la posible reunión bilateral que mantendrán Alberto Fernández y Maduro, donde además de temas comerciales, se espera que el chavista le reclame personalmente al argentino la devolución del avión venezolano-iraní retenido en nuestro país por posibles vínculos con el terrorismo internacional.
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