Tras la última reforma electoral, la Legislatura de Entre Ríos dejó en manos del gobernador Gustavo Bordet dos alternativas para renovar los cargos locales: en forma separada o conjunta con las elecciones nacionales. En el primer caso, habría primarias el 30 de julio y generales el 24 de septiembre. En el segundo, los comicios provinciales serían en agosto y octubre y en el cuarto oscuro también estarán las boletas nacionales.
Si hay una pista de lo que Bordet pretende, marca que el mandatario desdoblará los comicios al igual que ocurrió en 2019. Es que si su intención hubiera sido unificar con las nacionales, no habría necesitado reforma del sistema electoral. La ley vigente antes de la modificación hecha en diciembre lo facultaba a elegir ese camino.
En el oficialismo y en la oposición también especulan que el Gobernador sólo buscó ganar tiempo. Si hubiese separado las elecciones con la ley anterior, el jueves 12 de enero tendría que haber firmado el decreto de convocatoria y, antes de que termine el verano, se deberían haber conformado las alianzas y las listas para las primarias de abril.
Para saber si Bordet opta por una opción u otra hay que esperar al 27 de abril. Ese será el último día que tendrá para decidir el desdoblamiento. De seguir este sendero, el cierre de listas se concretará el 10 de junio.
Necesidades
Bordet no puede buscar su segunda reelección. En Entre Ríos rige el mismo sistema que para la presidencia de los Estados Unidos: 4 + 4 y nunca más. Tiempo, entonces, es algo que necesita el oficialismo.
El PJ no tiene definida una candidatura fuerte que hoy por hoy se presente competitiva para enfrentar a Rogelio Frigerio. El ex ministro del Interior viene de una victoria aplastante en las legislativas. Si por él fuera, las elecciones deberían ser este domingo para aprovechar ese impulso.
El peronismo sostiene un sistema de posibilidades 3+1. Son tres los postulantes más nítidos: la vice Laura Stratta, el intendente de Paraná Adán Bahl y el de Concordia, Enrique Cresto. A ellos se suma, un poco más atrás, el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, montado sobre los brotes verdes de la gestión de Sergio Massa.
Existen dudas sobre si Bordet podrá repetir la estrategia ganadora del 2019: provincializar la campaña. En ese momento, su reelección fue en junio cuando aún no se habían cerrado las listas nacionales. El esquema actual, en cambio, deja solamente 15 días entre las provinciales y las nacionales, en caso de desdoblamiento.
El arma principal del bordetismo es la gestión. El término reemplaza al concepto de “proyecto” que usó el kirchnerismo en 2015 para despegarse de Daniel Scioli: el candidato es el proyecto, decían por entonces. El Gobernador, además, ya dijo que estará en la boleta. Pero no en qué cuerpo.
La intención del peronismo entrerriano es que vaya como candidato a primer diputado provincial. Así su imagen y su nombre aparecerán en las boletas de toda la provincia. La alternativa es que se postule a una diputación nacional. Bordet tiene parte de su familia en Buenos Aires. No sería extraño que eligiera ese destino para hacer un mutis por el foro de la política provincial.
Con un escenario nacional cambiante y su distanciamiento de Alberto Fernández tras el pedido de juicio político a los integrantes de la Corte Suprema, es una incógnita el rumbo que seguirá Bordet. En 2019 estaba en el espacio Alternativa Federal, su preferido para la presidencia era Roberto Lavagna y terminó siendo de los últimos en subirse al tren de la fórmula Fernández–Fernández.
La elección a nivel local
Además de la gobernación, Entre Ríos elegirá 34 diputados provinciales y 17 senadores departamentales. También se votará para consagrar más de 80 presidencias municipales y sus concejos deliberantes. Se elegirán a su vez autoridades ejecutivas y legislativas de medio centenar de comunas y unas 130 juntas de gobierno en parajes rurales.
Quien busque postularse a la gobernación tendrá que cumplir con una serie de requisitos legales y territoriales. Deberá conseguir una lista completa de diputados (titulares y suplentes) y 15 candidaturas, con sus reemplazos, para el Senado. El cálculo es que se requieren casi 100 postulaciones para sostener la aspiración de luchar por el sillón de Urquiza.
En la provincia impera un sistema de paridad de género que impulsó la vicegobernadora Stratta. Un varón y una mujer deben alternarse en la postulación a cargos electivos provinciales y locales. Esto incluye la fórmula a la gobernación.
Entre Ríos, con algo más de un millón de votantes, representa el 3,24% del padrón electoral nacional. Este año renovará cuatro lugares en la Cámara de Diputados de la Nación. Los oficialistas Blanca Osuna y Marcelo Casaretto tienen el boleto picado. Lo mismo ocurre con la radical Gabriela Lena y Gustavo Hein, del PRO.
Además, subyace la posibilidad de que Frigerio deje su banca en los próximos meses para volcarse por completo a la campaña. Es una promesa hecha al radical Atilio Benedetti, quien ingresaría por corrimiento en su lugar.
Cuando se concrete este movimiento de piezas, habrá una variante cualitativa en el interbloque de Juntos: el PRO perderá un escaño que ganará la UCR.
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