El plan para empoderar a un candidato a presidente de la UCR fracasó. Con la ausencia de dirigentes de peso en la reunión de Mar del Plata y la negativa de Facundo Manes de competir en una interna, el partido centenario no logra unificar una estrategia electoral que los ayude a enfrentar al PRO en las elecciones de este año. Sin embargo, Gerardo Morales -presidente del Comité Nacional- comenzó a dar señales de una alianza con Horacio Rodríguez Larreta y Elisa Carrió para posicionarse frente a los halcones de Juntos por el Cambio. “Está trabajando para construir un Gobierno y un programa consensuado”, argumentan en el equipo estratégico del gobernador de Jujuy.
Después de posar en Mar del Plata con Martín Lousteau y Larreta, en una foto que ratificó la alianza que lanzaron en el acto de Costa Salguero, Morales anunció un acuerdo con la líder de la Coalición Cívica. De manera oficial, ambos hablaron en sus redes sociales de proyectos en común y el objetivo “sostener un gobierno de coalición” con “fórmulas cruzadas, boleta única, transparencia electoral y límites al financiamiento de la política”.
Pero dentro de Juntos por el Cambio, el encuentro del radical con Carrió se leyó como un nuevo gesto de fortalecimiento de las palomas contra los halcones. “Gerardo construye con la Coalición Cívica y el PRO un proyecto lejos de los extremos. Es más fácil ponerse de acuerdo con Horacio y con Lilita que con los halcones”, reflexionan en el Comité Nacional de la UCR.
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De hecho, según relató el propio Morales en una entrevista radial, durante el té que compartió con Carrió le trasladó los puntos centrales del proyecto nacional que conversó con Larreta y Lousteau el pasado sábado, donde debatieron temas económicos, macroeconómicos, productivos y la situación que atraviesa el país con los planes sociales.
Tanto en el radicalismo como en el espacio fundado por Carrió, según pudo reconstruir Infobae, coinciden en la necesidad de robustecer el acuerdo programático y la estrategia electoral de la coalición opositora para lograr una propuesta “seria y consistente”. Además, aclaran que la foto publicada el pasado miércoles, en realidad, es un trabajo que “vienen haciendo hace mucho tiempo” pero que, a la vez, busca lograr una mayoría de centro dentro de Juntos por el Cambio.
En el entorno de Lilita reconocieron a este medio que las conversaciones con tinte electoral no sólo se dan con Morales, sino también con el jefe de Gobierno porteño. Para ratificar la alianza anti-halcones, la UCR y la Coalición Cívica tendrán distintas reuniones para conversar sobre los principales puntos programáticos. El primer encuentro será el próximo martes, donde se comenzará a trabajar en la economía.
Mientras tanto, Larreta y Morales coincidieron este sábado en la provincia de Córdoba. El referente del PRO participó de actividades populares y el radical llegó para encabezar encuentros partidarios y recorridas por la ciudad de Carlos Paz. Por la noche, se reunieron en esa localidad donde conversaron con productores teatrales y el correligionario Ramón Mestre.
El malestar de los radicales
“No hay gestos de unidad”, coinciden entre los correligionarios disidentes a Morales. En el encuentro que el jujeño convocó en Mar del Plata, según habían adelantado en su entorno, iba a proponer la creación de una mesa de trabajo para definir la estrategia electoral de la UCR, luego del rechazo a la propuesta de elegir un candidato presidencial único con una interna partidaria. Para eso, necesitaba la presencia de Gustavo Valdés, Alfredo Cornejo y Facundo Manes. Ninguno de los tres se presentó.
Según relataron a Infobae los entornos de los radicales ausentes, más allá de los compromisos de agenda y días de descanso, reina el malestar por la foto de Morales con Rodríguez Larreta días antes de la convocatoria al encuentro en la ciudad costera. “Cayó mal la foto. Fue innecesario”, reconoció un dirigente radical histórico quien, además, confiaba en que en el inicio del 2023 nacieran gestos de unidad.
“Todos tienen buenas razonas para estar disconformes, llegamos a esta situación sin candidato cuando podríamos haber hecho algo más integrado, no se quiso o no se pudo”, confesó otro boina blanca de peso. En Corrientes, donde el gobernador había dejo trascender horas antes que asistiría a la reunión de Mar del Plata, también expresaron malestar. Creen que Morales sólo busca posicionarse como el vicepresidente de Rodríguez Larreta y agregan: “Quiere sentarse y decir que maneja la UCR”.
Entre los correligionarios molestos con las autoridades nacionales del partido coinciden en un requisito necesario para lograr la foto de unidad y las bases necesarias para acordar una estrategia electoral en común: que la próxima reunión no sea multitudinaria. Entienden que el jujeño debe sentar en una mesa a los radicales de peso, como gobernadores y dirigentes con influencia en las encuestas y la opinión pública. “Hacia adentro hay que lograr cohesión y hacia afuera, competitividad”, reclaman.
“Son los que debilitan al partido y los que trabajan para que la UCR no tenga programa”, responden en el entorno de Morales, en diálogo con Infobae. Si bien reconocen que las reuniones podrían ser más reducidas, perciben cierto egoísmo político y estrategia individual en las acciones de los correligionarios que critican al jujeño. De hecho, consideran que el presidente del Comité Nacional, apoyado por el vice Martín Lousteau, no tiene que dar explicaciones de las fotos que se saca con los aliados de la coalición opositora: “¿A dónde dan explicaciones ellos cuando se sacan fotos con Mauricio Macri?”, retrucan.
“¿Qué es el partido? Las autoridades o somo todos los dirigentes y militantes?”, se preguntan entre los allegados de Manes. El equipo estratégico del neurólogo cree que hasta el cierre de listas, en el mes de junio, no habrá definiciones claras sobre las candidaturas y que, hasta entonces, tendrán tiempo para demostrar su competitividad como presidenciable.
Mientras tanto, en Jujuy analizan un lanzamiento para fines del mes de febrero y aclaran que su cercanía con Carrió y Larreta no sólo es una estrategia electoral sino también un trabajo coordinado para el programa de gobierno que deberá aprobar la próxima Convención Nacional de la UCR, que aún no tiene fecha. Ese día también se deberán votar las alianzas, en momentos en que Manes pide ampliar la coalición con el peronismo y una parte del PRO se endurece ante el crecimiento de Javier Milei.
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