Ushuaia recibió esta semana un vuelo inusual a las 3:40 de la madrugada desde las Islas Malvinas. Una mujer de 75 años llegó en un charter contratado para atenderse en los hospitales fueguinos. Vino de urgencia porque requería de una operación de alta complejidad, en medio de un viaje en crucero turístico hacia Puerto Argentino. En las islas, la turista argentina había sufrido una descompensación que demandó su internación en el hospital Rey Eduardo VII.
La familia pidió asistencia oficial a las autoridades ante el complejo escenario, sobre un suelo disputado con el Reino Unido. Finalmente, la maniobra resultó exitosa. La paciente fue trasladada satisfactoriamente en un charter Lear Jet 35 y atendida en un sanatorio local. Un equipo médico de la Clínica San Jorge la estaba esperando.
La evacuación, que contó con la cooperación de Londres y de la embajada británica en Buenos Aires, estuvo coordinada por el gobierno de Tierra del Fuego y la Cancillería. Los rescates por razones humanitarias son frecuentes, y se concretan con un procedimiento de aprobación oficial. Lo curioso es que, esta vez, la emergencia requería de la asistencia del Gobierno, algo que no había ocurrido al menos en los últimos años, indicaron a Infobae fuentes de Cancillería.
En la última semana, junto con al despliegue en Ushuaia, se autorizó otra operación humanitaria. Fue el pasado 9 de enero. Quien requirió la asistencia fue un ciudadano de Estados Unidos, que viajó con un vuelo humanitario desde las Islas Malvinas a la Ciudad de Buenos Aires. El traslado corrió en un charter por parte de una empresa privada, en un avión Learjet 60 perteneciente a la firma Baires Fly.
La ciudadana neuquina tuvo un precedente a lo largo del viaje, ya que había sido atendida en el Hospital Regional Ushuaia cuando el crucero atracó allí durante el último fin de semana. Con la alerta desde las Islas Malvinas, las autoridades focalizaron su atención en el caso. El pedido de traslado se inició el día martes. Desde entonces, se activaron todos los protocolos para realizar su evacuación al continente, precisó la ministra de Salud fueguina, Judit di Giglio.
“Una vez que fuimos informados desde Cancillería, la prioridad absoluta estuvo centrada en brindar una urgente atención a nuestra compatriota que se encontraba en Puerto Argentino atravesando un apremiante estado de salud”, agregó Andrés Dachary, secretario de Malvinas, Antártida, Islas del Atlántico Sur y Asuntos Internacionales de Tierra del Fuego.
“La respuesta del sistema sanitario fueguino fue inmediata, coordinando medios públicos y privados para poder dar implementar una evacuación en tiempo récord”, agregó.
Como en cualquier atención sanitaria donde hay jurisdicciones cruzadas -incluso en casos en disputa de soberanía como el territorio malvinense-, hubo que resolver trámites administrativos. Tierra del Fuego cuenta con convenio de reciprocidad entre el Instituto de Seguridad Social del Neuquén y la Obra Social del Estado Fueguino (OSEF). La obra social contrató un vuelo sanitario de la empresa Dos Mil Aerosistemas SA, que viajó desde Buenos Aires a la ciudad de Río Grande y luego a Malvinas, precisaron desde la agencia Télam.
“Nos pusimos en contacto con la obra social de la paciente a fin de coordinar las gestiones administrativas, teniendo en cuenta que todos los gastos que conlleva el operativo son afrontados por la OSEF y devueltos por su obra social”, aseguró la titular de la OSEF, Mariana Hruby.
Tanto en Cancillería como en el gobierno de Tierra del Fuego destacaron los esfuerzos de cooperación mutua. “Agradecemos al gobernador Gustavo Melella su predisposición para concretar la rápida contratación del vuelo humanitario y disponer las medidas de atención en Ushuaia”, agradeció en su cuenta de Twitter, Guillermo Carmona, secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur en la Cancillería Argentina.
Las acciones por razones humanitarias es una de las áreas de cooperación que se mantienen activas entre el Estado argentino y el Reino Unido en torno a las Islas Malvinas, luego del conflicto por la soberanía tras la guerra del Atlántico Sur en 1982. El Gobierno hizo una propuesta formal a las autoridades británicas en la que ofreció vuelos humanitarios para los residentes de las islas, sean por motivos particulares -como la realización de trámites- o familiares.
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