Mientras el presidente Alberto Fernández busca sumar el respaldo de más gobernadores para darle volumen político al pedido de juicio contra los miembros de la Corte Suprema, en la Cámara de Diputados tanto el oficialismo como la oposición comienzan a definir sus estrategias para los debates de comisión y en el recinto.
Por estas horas, los diputados de Juntos por el Cambio se mantienen expectantes a la espera de conocer la letra chica de la convocatoria a extraordinarias. Los más escépticos aseguran que no hay que adelantarse a tomar posiciones políticas hasta que el Gobierno muestre efectivamente sus cartas. “Ver para creer, es algo que ya pasó con mil temas, ellos tiran un globo de ensayo y esperan a ver qué hace la oposición, después finalmente no avanzan porque no tienen consenso interno”, detalló un hombre del radicalismo.
El principal interbloque de la oposición todavía no se reunió para definir su estrategia parlamentaria, hasta ahora solo hubo conversaciones individuales entre los principales referentes vía Whatsapp. Pero un primer encuentro probablemente se concrete en los primeros días de la próxima semana.
Sin embargo, los diputados del PRO, la UCR y la Coalición Cívica consultados por Infobae se dividen principalmente en dos posturas: una minoritaria que propone no participar de la comisión para dejar al oficialismo solo y así deslegitimar su planteo; por otro lado, la mayoría entiende que si el oficialismo logra el quórum para abrir el debate en la Comisión de Juicio Político (algo que podría hacer ya que tiene 16 de los 31 miembros) la oposición debe participar para defender la independencia de poderes.
“Más allá de que no nos guste, el proceso de convocatoria no está viciado de ilegalidad porque convocar a extraordinarias es una potestad del Ejecutivo y tienen el número para abrir la comisión. Entonces no ir para no convalidar no es una opción muy viable”, explicó uno de los hombres fuertes del PRO en la Cámara baja. En esa línea, opinó que si el oficialismo conforma el quórum, no participar del debate sería “regalarles el micrófono”.
En ese sentido, advirtieron que hay más de una docena de pedidos de juicio político pendientes -principalmente contra Alberto Fernández y Cristina Kirchner- que nunca fueron tratado por la comisión, ya que nunca se reunió en tres años. “El temario lo define el Presidente, nosotros no los podemos incluir, pero sí vamos a hablar de eso cuando hagamos uso de la palabra durante el debate”, detallaron a Infobae.
“Si ellos buscan hacer un circo, nosotros vamos a hacer nuestro circo”, ironizaron desde la bancada radical. Cabe destacar que el Frente de Todos no tiene ninguna posibilidad de juntar 177 votos en el recinto para aprobar el juicio político (se requieren dos tercios de los presentes), por lo que se entiende que con el tratamiento del proyecto busca sentar una posición contra el funcionamiento del Poder Judicial e instalar el tema en la agenda mediática.
Por otro lado, en Juntos por el Cambio todavía analizan qué harán si el Frente de Todos busca citar a los miembros de la Corte Suprema para que comparezcan ante la comisión. Ya que entienden que buscan “hacer desfilar” a los supremos para desgastar su imagen. En la oposición reconocen que esa idea, que adelantó el diputado oficialista Leopoldo Moreau, cae en una zona gris del reglamento y no está claro si la comisión tiene la potestad para obligarlos por la fuerza.
“No somos un órgano judicial, este debate se da en un marco administrativo y lo que se busca es determinar responsabilidades políticas. Además ni siquiera es una acusación formal surgida del pleno de la Cámara. No creemos que puedan compeler a un juez, pero veremos qué es lo que intentan hacer”, explicaron a Infobae.
Si bien el Gobierno todavía no terminó de definir los otros proyectos que estarán incluidos en el temario de las sesiones extraordinarias, desde la oposición minimizan las posibilidades de que se lleguen a tratar en el recinto.
“Ya venía todo mal, si en vez de buscar conciliar, apuntan contra la Justicia es obvio que la relación va a empeorar. No va a haber chances de que haya ninguna sesión”, explicaron desde el radicalismo y recordaron que en diciembre también fracasaron tres sesiones por falta de acuerdo. Según revelaron, no hubo ningún contacto con el Gobierno para negociar alguna ampliación del temario e incluir temas impulsados por JxC.
En la misma línea, desde el Interbloque Federal volvieron a cuestionar la actitud del oficialismo que no busca restablecer el diálogo con la oposición y avanza únicamente con su agenda.
“Es muy grave que nadie haya salido a desmentir con contundencia al ministro de Justicia, Martín Soria, que dijo que pensaba anular el Congreso y reformar el Consejo de la Magistratura por decreto. Mientras el Gobierno siga con esta actitud va a tener muchos problemas para conformar el quórum”, dijeron a Infobae.
Por su parte, el oficialismo dejó trascender que los temas que completarán el temario son el proyecto de ley de agroindustrias, que había logrado cierto nivel de consenso pero nunca tuvo dictamen; el proyecto de lavado de activos, impulsada por el ministro de Economía Sergio Massa tras haber firmado el acuerdo de cooperación automática con EEUU; la nueva moratoria previsional, que el kirchnerismo logró aprobar en el Senado pero nunca llegó al recinto en Diputados; el proyecto de blanqueo de capitales, el monotributo tecnológico y una iniciativa para desarrollar y darle un marco regulatorio a la producción de hidrógeno verde.
“Muchos de estos temas tienen consenso en sectores de la oposición, como Agroindustria o Hidrógeno Verde, vamos a ver si les interesa más embarrar la cancha o aprobar los proyectos”, desafiaron desde el Frente de Todos.
Casi en los mismos términos, la oposición asegura -a la inversa- que el Frente de Todos avanza con su “ataque a la Justicia” porque “no tiene nada que ofrecer sobre los verdaderos problemas de la gente, que son la inflación y la pobreza”.
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