Decidido a avanzar contra la Corte Suprema, Alberto Fernández generó una escena política para sumarle volumen a su intención de hacerle juicio político a la Corte Suprema. Esta tarde citó en Olivos al titular del bloque del Frente de Todos en Diputados, Germán Martínez, y a la presidenta de la comisión encargada, Ana Carolina Gaillard, para entregarles personalmente el documento con la solicitud formal.
El Presidente también difundió una foto del encuentro en su oficina de la residencia oficial, a través de la oficina de la Portavoz. Allí se lo ve en su escritorio junto a los diputados, que serán actores clave en la Cámara baja para el plan de destituir a los cuatro miembros del máximo tribunal, impulsado por el Gobierno y anunciado el primer día del año electoral, luego del fallo a favor de la Ciudad de Buenos Aires en la pelea por los fondos de la coparticipación.
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Argumentan que los cortesanos tuvieron un “mal desempeño” de sus funciones por los supuestos vínculos políticos con la administración porteña que encabeza el referente opositor, Horacio Rodríguez Larreta. Y se basan, para justificar sus acusaciones en los chats entre su ministro de Seguridad, Marcelo D’Alessandro, y Silvio Robles, el vocero del presidente de la Corte, Horacio Rosatti.
Alberto Fernández, dijeron en la Casa Rosada, les encargó a los legisladores de Santa Fe -Martínez responde al secretario de Inteligencia, Agustín Rossi- y de Chubut -donde gobierna Gustavo Bordet, que se desligó- que inicien su “pronto tratamiento legislativo”, y enfatizó en que la iniciativa tiene el apoyo de “los gobernadores”, a pesar de que sólo 11 de ellos acompañaron ayer con su firma el documento, mientras que el resto tomó distancia, por distintos motivos.
El Gobierno aspira a tratar lo antes posible la solicitud, y se prepara para llamar a sesiones extraordinarias el próximo 15 de enero. Desde entonces el juicio político podría tratarse sobre tablas, si es que el oficialismo consigue dictamen de comisión. Para eso necesita obtener 16 diputados de los 31 que la componen, y en principio fuentes de la Cámara baja creen que tienen los votos necesarios. Aunque el panorama estaría más complicado en el recinto, donde se necesita una mayoría de dos tercios de los presentes.
El documento es el mismo que había difundido la Presidencia ayer después de la reunión donde Alberto Fernández convocó el apoyo de los jefes provinciales en la Casa Rosada para sumar apoyos. Pero hubo dos cambios en las firmas: ya no figuran los gobernadores de Chubut, Mariano Arcioni, y de Entre Ríos, Gustavo Bordet. El primero, dijeron en el Gobierno, fue reemplazado por su vicegobernador, porque se encuentra de licencia; mientras que el segundo dijo que nunca había dicho que respaldaría el juicio, y pidió que se removiera su nombre. Esto generó una polémica, ayer, con Alberto Fernández, que seguía sosteniendo que el entrerriano le había dado su apoyo “de palabra” al comienzo del encuentro.
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En total, la Casa Rosada cuenta con el respaldo de 11 gobernadores de las provincias de Buenos Aires, Axel Kicillof (uno de los principales impulsores); de Catamarca, Raul Jalil; de Chaco, Jorge Capitanich; de Formosa, Gildo Insfrán; de La Pampa, Sergio Ziliotto; de La Rioja, Ricardo Quintela; de Santa Cruz, Alicia Kirchner; de Santiago del Estero, Gerardo Zamora; de Tierra del Fuego, Gustavo Melella; y de Tucumán, Osvaldo Jaldo.
El Gobierno sigue firme, de todas formas, en las negociaciones sumar más apoyos en el interior, tarea de la que se ocupaba en persona Alberto Fernández junto a su círculo más cercano. Por ahora decidieron no participar de la embestida contra la Corte los jefes provinciales afines de San Juan, Sergio Uñac; Santa Fe, Omar Perotti; San Luis, Alberto Rodríguez Saa; y Salta, Gustavo Sáenz. Tampoco el misionero Oscar Herrera Ahuad, y los gobernadores disidentes, que se comportan de forma ocasional como aliados, Arabela Carreras, de Río Negro; y Omar Gutiérrez, de Neuquén.
Por ahora, Sáenz, Carreras, Gutiérrez y Ahuad se limitaron a emitir un documento crítico contra la Corte, después de la primera reunión con Alberto Fernández en la Casa de Gobierno por este tema; pero no quieren avanzar con el pedido de juicio político contra sus miembros. Hoy, Alberto Fernández viajó a Misiones para acercarse al gobernador que considera cercano. Pero por la noche, cuando ya había entregado el documento a los principales actores del oficialismo en Diputados, todavía no había logrado sumar su firma, ni la del resto de los jefes provinciales que tomaron distancia.
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