Después de litigar tres años seguidos con Jair Bolsonaro, Alberto Fernández llegará hoy al Palacio de Itamaraty para mantener su primera reunión oficial con Lula da Silva, su amigo personal y su futuro socio geopolítico en América Latina. El canciller Santiago Cafiero y el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, acompañarán al presidente a la audiencia prevista a las 10.30 AM.
Alberto Fernández y Bolsonaro tenían diferencias acerca del Mercosur, el Cambio Climático, el Acuerdo con la Unión Europea, la CELAC y la paridad de género, una agenda global que ahora será revertida por la mirada común que comparte con Lula da Silva.
La delegación oficial que participó de la asunción presidencial del líder del PT pensaba regresar anoche a Buenos Aires, pero Lula da Silva propuso al jefe de Estado un encuentro en la Cancillería del Brasil para iniciar la recuperación de un diálogo bilateral que se deterioró durante la gestión de Bolsonaro.
En el cónclave ambos mandatarios ajustarán la agenda que Lula cumplirá durante su visita oficial a Buenos Aires, que está prevista para el 23 de enero. Un día más tarde, Alberto Fernández presidirá una cumbre de la CELAC, y allí el mandatario brasilero hará su rentreé en la arena regional.
La CELAC pretende jugar un papel clave en la transición democrática que la oposición de Venezuela negocia con el régimen de Nicolás Maduro, y Brasil podría robustecer con su presencia una complejo proceso político que tiene a la Ciudad de México como escenario de las conversaciones.
Alberto Fernández ya le describió a Lula los avances que se hicieron en el Foro de París sobre la Paz, y el líder del PT estaría dispuesto a sumarse como garante de las negociaciones. La troika de Argentina, Brasil y Colombia tienen suficiente peso regional para evitar que las conversaciones se estanquen a pocos meses de iniciar el proceso electoral en Venezuela.
Lula da Silva tiene una agenda doméstica cargada -es su primer día del tercer mandato- y la reunión con Alberto Fernández, Cafiero y Scioli no será extensa. Sin embargo, el presidente de Brasil y su colega argentino ya exhiben coincidencias ideológicas y comparten idéntica mirada sobre la importancia del Mercosur, el tratado de Cambio Climático y el acuerdo demorado con la Unión Europea.
En este contexto, Alberto Fernández y Da Silva saben que los temas que no se profundicen en el cónclave de hoy se podrán avanzar durante la visita que el presidente brasileño hará a Buenos Aires. En esa agenda bilateral se sumará la intención de la Argentina de integrar los BRICS, y la estrategia de Alberto Fernández de convertir a América Latina en un importante proveedor de alimentos y energía frente al desabastecimiento causado por la guerra entre Rusia y Ucrania.
Da Silva coincide con los temas que propone Alberto Fernández y queda esperar cómo se establecerá el orden de importancia. Al tope de la lista se encuentra la relación bilateral y el Mercosur, que sufre una crisis estructural causada por la decisión de Uruguay de cerrar acuerdos unilaterales con China y la Alianza del Pacífico.
Brasil no comparte esta hoja de ruta trazada por Luis Lacalle Pou y hará todos sus esfuerzos para contener a Uruguay, mientras define una propuesta de actualización institucional del Mercosur para evitar los remezones internos y colocar al foro regional en una posición de ventaja ante las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania.
La asunción de Lula fortalece la agenda de Alberto Fernández en América Latina. El jefe de Estado tomó distancia de Andrés Manuel López Obrador tras la elección en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y Lula comparte su mirada regional. Una coincidencia que también impactará en la agenda doméstica, a pocos meses de iniciar la campaña presidencial.
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