Cuando se juzga a la política como una práctica social endogámica, hay algo de razón en el análisis.
Por estas horas, mientras el humor social de los argentinos reflejado en sus conversaciones en redes sociales muestra un clima de “fiesta perpetua” por la obtención de la Copa del Mundo en Qatar, la dirigencia política argentina se sigue embarrando en una discusión cada vez más negativa y lasciva.
Redes, del odio al amor
El histórico triunfo de la “Scaloneta” en Qatar pegó de lleno en la conversación de las redes sociales argentinas.
La tercera Copa alzada por Lio Messi dibujó una sonrisa en el rostro de los argentinos, lo que redundó en una tormenta de publicaciones de júbilo en el mundo digital.
Durante el mes de diciembre, de los casi 6 millones de menciones que expresaron algún sentimiento en Twitter, entre los usuarios que publicaron con geolocalización en la Argentina, el 57% manifestó algún sentimiento positivo, contra el 43% de las menciones negativas.
El saldo favorable del último mes es el mejor de este año que se despide, y contrasta, por ejemplo, con septiembre pasado cuando se produjo el atentado contra la vicepresidenta Cristina Kirchner.
En diciembre, las publicaciones en Twitter que usaron el término “amor” dominaron con amplia comodidad la charla en una red habituada al lenguaje de odio.
La conversación en clave amorosa sumó más del 26% de las publicaciones, mientras que el “odio” quedó en segundo lugar con poco más del 16%. Tercero quedó el sentimiento de “alegría” con el 12,3% y luego “bronca” con el 6,2%.
El amor, gracias a la “Scaloneta”
Como señalábamos, la razón del clima inéditamente positivo en las redes sociales durante diciembre se explica especialmente por el gran logro de la Selección de fútbol dirigida por Lionel Scaloni.
En ese sentido, las cuatro publicaciones de diciembre con mayores niveles de interacciones favorables (likes y retuits) hablando sobre el amor fueron acerca del conjunto campeón de la Copa del Mundo de Qatar.
La política, embarrada de odio
En paralelo al clima festivo de las redes sociales en este tramo final de 2022, la discusión política corre por un andarivel paralelo, apenas surcado por la algarabía popular por la tercera Copa del Mundo.
Al analizar la evolución de los últimos 12 meses de diálogo de los usuarios argentinos en Twitter sobre la dirigencia política argentina, advertimos la negativización lenta pero constante del clima de diálogo.
Los meses de mayo y junio de 2022 mostraron los mejores niveles de charla política, para luego ir negativizándose hasta los peores registros en este diciembre que termina.
En paralelo, la actividad de los usuarios politizados en redes sociales se reactivó en el final del año, tras el pico de agosto pasado, mes en el que el pedido de condena sobre Cristina Kirchner enardeció la discusión política a niveles inéditos.
Ese mes, se detectaron más de 5.153.000 publicaciones que hicieron referencia a los principales dirigentes políticos locales.
Tras descenso progresivos, entre septiembre y noviembre, diciembre volvió a potenciar la charla para tocar las 3.746.000 menciones.
La reactivación del diálogo político volvió a tener como razón la suerte judicial de CFK; la condena sobre su persona fue clave para dicho incremento.
Cristina, siempre Cristina
Como señalábamos, el ritmo e intensidad de la discusión política argentina se definen especialmente a partir de la suerte de Cristina Kirchner.
Tanto por su futuro judicial como político, la vicepresidenta recupera una centralidad que comenzaba a licuarse en octubre, tras el pedido de condena en su contra (en agosto) y el atentado sufrido en la puerta de su departamento de Recoleta (en septiembre).
Sin embargo, a fuerza de “reapariciones” y la condena que finalmente llegó, Cristina Kirchner cierra 2022 recuperando más del 40% del protagonismo digital tanto en la Web como en las redes sociales.
Analizando tanto la participación política pasiva (búsquedas online) como la activa (publicaciones en plataformas sociales), CFK duplica al resto de la dirigencia política local.
Detrás de ella, en segundo lugar, aparece el presidente Alberto Fernández, con el 19,4% del protagonismo digital de los dirigentes durante diciembre.
Recién en tercer lugar, y repartiendo el interés de las plateas digitales, aparecen el expresidente, Mauricio Macri, con el 10,5%, el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, con el 6,2% y la presidenta del Pro, Patricia Bullrich, con el 5,8%.
Paralelamente, en este cierre de 2022 sorprende el bajo protagonismo del economista libertario Javier Milei.
El precandidato presidencial de La Libertad Avanza logró en diciembre un muy discreto 4% de interés digital, apenas por encima del ministro de Economía, Sergio Massa, que obtiene el 3,6%.
El kirchnerismo, con crecimiento digital
Otro dato sorprendente del cierre de 2022 surge del análisis del interés más allá de los dirigentes políticos.
Observando el comportamiento de los usuarios argentinos en la Web y las redes en relación con los frentes electorales, diciembre muestra la consolidación de la recuperación del protagonismo del kirchnerismo.
Durante el último mes del año, el Frente de Todos logra el 43,3% del interés políticos digital contra el 39,2% de Juntos por el Cambio, desplazado al segundo lugar.
En paralelo, también es notoria la desaceleración del interés de los usuarios argentinos en línea por la opción libertaria, que sigue tercera.
Luego de lograr picos de protagonismo digital en octubre, La Libertad Avanza baja del 19% a casi el 11% en diciembre.
Razones de un cambio de escenario
Una hipótesis para entender estas novedades del comportamiento de los usuarios digitales politizados de la Argentina apunta a una radicalización cada vez mayor de la grieta política.
En clave de kirchnerismo y antikirchnerismo, la discusión política local pareciera potenciar dicha dicotomía y transformarse en un espacio de discusión política renovado, que atrapa a todas aquellas personas dispuestas a “militar” digitalmente, tanto sea buscando información en la Web como publicando en redes sociales.
Incluso, se advierte una suerte de “robo” de ese interés por la política por parte del kirchnerismo en detrimento de los libertarios, mientras el macrismo desacelera su peso en la discusión política en plataformas sociales.
Habrá que analizar todavía más fondo si estos problemas de consolidación de los espacios opositores tienen correlación con sus propios problemas internos.
Tanto la crisis dentro del macrismo como los problemas de consolidación del espacio liderado por Javier Milei contrastan con la certeza de que el kirchnerismo, pese a la mala gestión y la incertidumbre sobre el futuro político de Cristina Kirchner, luce dispuesto a una renovación interna en ciernes.
Este aggiornamento del kirchnerismo, por ahora insinuante, incluso amaga con un giro ideológico hacia el centro, refrendado especialmente con el ingreso de Sergio Massa como ministro de Economía y como piedra de toque entre el cristinismo y el peronismo más conservador, de cara a las presidenciales de 2023.
En definitiva, si el kirchnerismo vuelve a mostrarse pragmático ante un eventual cambio de ciclo político y modera su discurso (como ya lo hizo en 2019), tal vez pueda capitalizar parte del llamado “voto blando” que puede ser el que defina, una vez más, las presidenciales argentinas.
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