Los registros fílmicos de la estancia del magnate inglés Joe Lewis en Lago Escondido mostraron cómo fue el ingreso a la residencia privada, por parte del grupo liderado por el dirigente Juan Grabois.
Para acceder a la propiedad, los manifestantes violentaron dos postes que estaban en el acceso al predio, rompieron candados y transitaron los 16 kilómetros que separan el casco principal de la estancia con la ruta 40.
Al llegar a metros de la mansión, esquivaron los puestos de control el complejo, circularon con los vehículos a través del parque y accedieron a la costa del lago, donde levantaron el campamento para pasar la noche.
Fuentes de la compañía que administra el complejo señalaron -en diálogo con Infobae- que los manifestantes “estaban fuera de control, algunos armados con cuchillos”.
Una vez que se instalaron en la costa, accedieron a la propiedad privada e incluso ingresaron a la mansión principal para colgar banderas.
“Fueron hostiles con los trabajadores de la empresa, los insultaron e incluso le quitaron el teléfono celular a una de las empleadas del establecimiento, quien intentaba registrar con videos la irrupción ilegal a la propiedad”, describieron.
Por su parte, también en diálogo con este medio, Grabois dio una versión distinta de los hechos y aseguró que ni las personas que estaban con él ni el grupo que defendía la propiedad estaban armados y negó haber roto los candados para poder ingresar al terreno.
“La gente de la zona nos dijo que la impunidad de estos tipos es tan grande que incluso tienen las tranqueras abiertas del paso principal. Nosotros nos acercamos, vimos que era así y por eso pasamos, no tuvimos que romper nada. En toda la carrera de Derecho que hice, no vi nunca que eso fuera un delito. De hecho, en todos los videos se pueden ver vehículos avanzando tranquilamente sobre caminos de tierra, no tienen otra cosa para mostrar”, remarcó.
Según aseguró, una vez que pudieron llegar a la ladera del lago estuvieron “sobre la costa publica el 99% del tiempo” y hasta “tomando mates con los empleados de la casa”, y “solamente pasaron el camino de sirga “para discutir con la Policía las reglas de convivencia”.
“No hay ningún tipo de acto constitutivo de delito, fuimos y acordamos. Literalmente, plantamos una bandera en lo que nosotros calculamos que era el límite de los 15 kilómetros de la costa y acordamos que desde ese punto hacia atrás nos podíamos quedar, pero que no podíamos pasar más allá de la bandera”, agregó.
De acuerdo con Grabois, durante la tarde del martes una de las personas que estaba con él se comenzó a sentir mal y pidieron autorización para pasar nuevamente por el terreno para poder acceder a la ruta y retirarse, pero “fue ahí cuando apareció un grupo de la patota de Lewis que comenzó a hostigar”.
“Cuando llegó la orden para que nos pudiéramos ir se puso adelante un vehículo y ahí fue que se produjo un forcejeo, porque yo no soy como Lewis, que manda a sus matones, yo voy a poner cuerpo. Fui enojado a sacar el camión y en esa situación, me entero después, fue que parece que se le cayó el celular a una mujer, que es la gerenta de comunicación de Lago Escondido. Ella dice que fue una agresión, yo no lo vi, lo que hice fue sacarle la mano a un tipo que me vino a atacar, si producto de eso le tiré el celular, le pido mil disculpas. Pero no es una pobre empleada, es una militante activa del macrismo que acaba de cerrar su cuenta de Twitter”, sostuvo.
Sobre el final de la conversación con Infobae, Grabois también denunció que “la empresa está en total violación de toda la normativa de defensa, porque está en la zona de seguridad nacional y también tiene un aeropuerto en la frontera con Chile”.
El fiscal jefe de Bariloche, Martín Lozada, junto al titular de la unidad descentralizada de El Bolsón, Francisco Arrien, se movilizaron hasta el lugar y dialogaron con los manifestantes para exigirles que abandonen la ocupación.
Custodiados por móviles policiales, el grupo debió abandonar el predio transitando por el mismo camino que utilizaron para acceder al lugar. Antes hubo nuevos cruces entre los manifestantes y los trabajadores de la estancia, quienes denunciaron “apremios y hostigamiento” por parte de integrantes del grupo que irrumpió ilegalmente en la propiedad privada.
“Esto no es un acampe, es una violación a una propiedad privada”, indicaron fuentes de la empresa, indignados por la irrupción en la propiedad.
Además, reafirmaron que hubo insultos e incluso agresiones. “El grupo de Grabois y el diputado (Federico) Fagioli se retiró de Lago Escondido, luego de iniciar un acampe violentando la propiedad privada, diciendo ser pacífico y demostrando todo lo contrario”, señalaron desde la empresa.
“Nuestro objetivo directo es lograr el camino público tal cual exige el fallo del Superior Tribunal de Justicia y peticionar al Estado Nacional que impulse una acción de lesividad por la compra ilegal del año 1996 para recuperar esta porción de territorio nacional”, indicaban los manifestantes tras ingresar a la estancia.
Asimismo, fuentes policiales indicaron: “El retiro se realizó de manera pacífica, más allá de algunos cruces verbales con los manifestantes. Una patrulla escoltó la caravana hasta la ruta 40″.
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