“Silencio de radio”. Los 14 gobernadores que apoyaron -e impulsaron- la decisión del gobierno nacional de no acatar el fallo de la Corte Suprema que le devolvía a la Ciudad de Buenos Aires el porcentaje de coparticipación que le había quitado la Casa Rosada, optaron por el silencio en las últimas horas.
Están recalculando después de la decisión de Alberto Fernández de pagarle al gobierno de Horacio Rodríguez Larreta. Aunque ese pago lo hará con bonos TX31 y no en efectivo, como lo venía haciendo antes de septiembre del 2020, cuando el Presidente avanzó con la quita de un porcentaje de la coparticipación.
Allegados a los mandatarios dejan saber por lo bajo que hay cierta sorpresa y malestar entre algunos. Sienten que quedaron en offside, aplicando un término futbolístico, después de firmar el duro comunicado que emitieron el jueves pasado, tras la reunión que tuvieron con el Jefe de Estado en la Casa Rosada.
La semana pasada, en ese comunicado, los gobernadores y el Presidente hablaron de un “fallo político” de “imposible cumplimiento” que pretendía “sustraerles recursos a todas las provincias para dárselos al jefe de gobierno de la CABA”. Aseguraron que se trató de un “fallo inédito e incongruente”.
Esas definiciones fueron enmarcadas en el año electoral, generando suspicacias sobre un supuesto favoritismo de la Corte Suprema para impulsar la candidatura presidencial de Rodríguez Larreta a la presidencia. El terreno se empantanó en la última semana del año y con un conflicto que se convirtió en un laberinto sin una salida triunfal.
“Las decisiones judiciales son obligatorias aun cuando las estime disvaliosas e injustas. Respetuoso del Estado de Derecho buscaré revertir la mala resolución del CSJN y retomar la senda del federalismo observando y haciendo observar la Constitución como he jurado hacer”, sostuvo Fernández esta mañana en un extenso hilo de tuit.
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En el ministerio del Interior, que conduce Eduardo “Wado” de Pedro, también hubo silencio. El peronismo ingresó en estado de espera hasta mañana cuando la vicepresidenta Cristina Kirchner vuelva a hablar en un acto político luego de ser condenada en la causa Vialidad. Será en Avellaneda, a las 19.
El único de los mandatarios que dio una señal en los últimos días fue el gobernador de San Juan, Sergio Uñac, quien el jueves firmó el comunicado junto al resto de los mandatarios, pero el viernes aseguró que “al fallo de la Corte hay que respetarlo o terminar con lo que motivó el fallo”.
“Alberto está tirando capital político por la ventana. Una vez más”, indicó la mano derecha de un gobernador peronista. La sorpresa invadió a algunos mandatarios provinciales que apretaron el acelerador la semana pasada y este lunes se encontraron con una postura diferente del Presidente.
Pese al fastidio que existe en varias gobernaciones, los mandatarios prefirieron abrazarse al silencio, esperar a que haya un acuerdo en la mesa que los convoca con frecuencia y después, en todo caso, accionar. Aunque quienes conocen la dinámica de los gobernadores creen que el silencio es una clara señal de pragmatismo. Hablar, sería peor.
Mañana será la oportunidad del Presidente de expresarse en público luego de sus tuits. Viajará a Santiago del Estero, donde gobierna Gerardo Zamora, uno de los mandatarios que firmó el comunicado contra el fallo de la Corte Suprema. Allí también estarán Jorge Capitanich (Chaco) y Omar Perotti (Santa Fe).
Zamora fue uno de los gobernadores más duros con la Corte Suprema. Capitanich fue el que le pidió a Fernández desconocer el fallo. Perotti fue el único gobernador del peronismo - dentro del Frente de Todos - que no participó de la reunión ni del comunicado. También estará “Wado” de Pedro, otro de los que más cuestionaron a los jueces del máximo tribunal.
El encuentro será por convenios para obras de los bajos submeridionales. Desde el entorno de uno de los mandatarios aseguran que el tema de la coparticipación no se mezclará con la agenda prevista, aunque parezca difícil que el Presidente no haga alusión a la discusión política más trascendente de las últimas horas.
Los gobernadores salieron fortalecidos de la jugada política de la semana pasada. Se abroquelaron, empujaron al Presidente a desconocer el fallo de la Corte y unificaron una postura dura contra Horacio Rodríguez Larreta, uno de los precandidatos presidenciales que tiene Juntos por el Cambio. Sin embargo, hoy la jugada política que idearon se derritió en las palabras de Fernández.
Afuera de esa movida prefirió quedarse Omar Perotti, que también optó por el silencio y no quedar pegado a la embestida que se generó contra la Corte Suprema. Hace poco tiempo el máximo tribunal falló a favor de su provincia, de una forma parecida a la que lo hizo con la Ciudad de Buenos Aires, por un total de $86.000 millones.
La avanzada contra la Corte Suprema generó que la oposición, a través de los diputados nacionales Fernando Iglesias y Sabrina Ajmechet, denunciara por sedición a los gobernadores que firmaron el comunicado.
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Afuera de esa denuncia quedaron los gobernadores Omar Gutiérrez (Neuquén), Oscar Herrera Ahuad (Misiones), Arabela Carreras (Río Negro) y Gustavo Sáenz (Salta), que ese mismo jueves sacaron un comunicado aparte marcando su descontento con el fallo del máximo tribunal, pero sin poner en tela de juicio su aplicación.
La Liga de Gobernadores quedó fracturada frente a la decisión de la Corte Suprema. Por un lado quedaron los mandatarios peronistas, que ahora está revisando su estrategia pública. Por otro, los que lideran partidos provinciales, y juegan sus fichas en el tablero político judicial con mayor moderación. Cada uno atiende su juego.
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