Mientras avanza la caravana que transporta al plantel campeón del mundo, miles de personas se trasladaron a Plaza de Mayo para celebrar el título obtenido en Qatar a pesar de que no hay una confirmación oficial sobre la presencia de los jugadores en Casa Rosada.
Todos los medios sirven para llegar hasta el lugar más emblemático. El de las grandes concentraciones políticas y la que también se utiliza para festejos populares como la consagración mundial después de 36 años.
La expectativa fue en aumento después de 10.30, cuando las versiones sobre la posible llegada del plantel conducido por Lionel Scaloni a la sede de gobierno se fueron diseminando con mayor fuerza. Así, se reforzaron los vallados alrededor e incluso se cercó el Monumento a Manuel Belgrano, donde en plena pandemia muchos familiares de víctimas del Covid depositaron piedras como homenaje.
Personal oficial comenzó a instalar, pasadas las 9, una tela celeste y blanca en el mismo balcón que pisaron los campeones del mundo en 1986. También se colocó una bandera inmensa que cubrió casi todo el frente del Cabildo con la leyenda “Gracias Campeones”. Y se montaron ocho pantallas gigantes.
Tres de esas pantallas en el frente de la Casa de Gobierno, otras dos alrededor de la Pirámide de Mayo y otras tres en el otro extremo de la Plaza, apuntando en distintas direcciones.
Mientras el sol se volvía un invitado implacable y todos buscaban refugiarse a la sombra de un árbol, la multitud iba creciendo. La fila de policías se duplicó detrás de las vallas metálicas. En la puerta de la Rosada, personal de Casa Militar -encargada de la seguridad presidencial- y de los equipos de comunicación ajustaban detalles de la organización.
Cuando se acercaba el mediodía los bomberos de la Policía Federal lanzaron agua con sus mangueras hacia la gente que necesitaba ese alivio mientras desde las pantallas se observaban las primeras imágenes del micro descapotable que salía del predio de la AFA en Ezeiza.
Se vivió un momento de tensión cuando cuatro o cinco jóvenes se treparon a las vallas y desplegaron una bandera que apuntaba hacia la Rosada que decía “Messi el mejor de la historia”, con el escudo de AFA en un costado y las Islas Malvinas en el otro.
Los hits más repetidos eran “el que no salta es un inglés”, “un minuto de silencio para Francia que está muerto”, “Esto es para Diego que nos mira desde el Cielo”, el himno nacional a capella o “soy argentino es un sentimiento, no puedo parar”. Y se mezclaban las dos versiones de la canción “Muchachos” de la Copa: la que se difundió durante el Mundial y la que armaron los propios jugadores tras la obtención del título del mundo en el estadio Lusail de Doha ante la Francia liderada por Kilian Mbappe.
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