Este jueves, la Corte Suprema de Justicia de la Nación rechazó un recurso extraordinario presentado por la defensa de la dirigente kirchnerista jujeña Milagro Sala y de esa manera dejó firma la condena a 13 años de prisión que le dictó en 2019 el Tribunal Oral Criminal 3 de la provincia norteña en el caso conocido como “Pibes Villeros”. Tras el fallo de los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti, la organización Tupac Amaru emitió un comunicado a través del cual apuntó contra el Gobierno y reclamó el indulto por parte del Presidente.
Sin mencionar a Alberto Fernández, la organización se refirió a la medida del Máximo Tribunal como “una mancha imborrable en el proyecto político que llegó al gobierno con Milagro Sala presa, con discursos que hablaban de su necesaria libertad, y después de tres años de gobierno, apenas llenó de gestualidades la dinámica inexorable de la persecusión política que sigue sufriendo la flaca”.
A continuación, la Tupac Amaru completó el comunicado con nuevas críticas al oficialismo y un reclamo: “Un fallo vergonzoso, un silencio sorprendente en algunos, una complicidad evidente en otros tantos y una cobardía que se hace insoportable. INDULTEN YA A MILAGRO SALA”.
En otro de los párrafos del texto oficial, la organización apunta sobre el presente judicial de la dirigente jujeña: “La cárcel que sigue padeciendo Milagro Sala y la actual decisión de la Corte Suprema de Justicia de la Nación pone en evidencia que la democracia en la Argentina se ha transformado en un decorado que simula institucionalidad para que los grupos económicos y sus representantes políticos, puedan asegurar la injusticia social y la miseria planificada como destino inevitable de las mayorías populares”.
El Máximo Tribunal, en los argumentos de la sentencia comunicada hoy, detalló: “Es un criterio sostenido por esta Corte que la autonomía que la Constitución Nacional reconoce a las provincias requiere que se reserven a sus jueces las causas que en lo sustancial del litigio versen sobre aspectos propios de esa jurisdicción, en virtud del respeto debido a sus facultades de darse sus propias instituciones y regirse por ellas. En consonancia con esa premisa fundamental es que se ha resuelto, reiteradamente, que los pronunciamientos por los cuales los más altos tribunales provinciales deciden acerca de los recursos locales que son llevados a su conocimiento no son susceptibles de revisión por la vía del recurso extraordinario, salvo que se demuestre una lesión a un derecho de raigambre federal o que la sentencia, por sus graves defectos de fundamentación o razonamiento, no constituya una derivación razonada del derecho vigente, aplicado a las circunstancias de la causa. En ese marco, el recurso extraordinario federal intentado es inadmisible y, por ello, ha sido bien denegado por el a quo”.
Gerardo Morales, gobernador de la provincia de Jujuy, respaldó el fallo de la Corte contra la dirigente acusada por asociación ilícita y defraudación al Estado en la causa conocida como “Pibes Villeros”. Mediante una carta abierta dirigida al kirchnerismo, el mandatario provincial destacó que esta decisión “confirma la desarticulación definitiva del estado paralelo” que, según su punto de vista, el oficialismo había instalado en territorio jujeño. Asimismo, consideró que la determinación judicial “ratifica la paz social lograda y la convivencia democrática en Jujuy”.
Bajo el título “El fin de la corrupción y la violencia”, Morales celebró el fallo del máximo tribunal y apunto de lleno contra el kirchnerismo. “Durante más de 15 años, Milagro Sala fue la fiel expresión de la matriz de corrupción que instaló el Kirchnerismo en la Argentina. Dispuso de manera violenta de las personas, sus vidas y de los bienes de decenas de miles de jujeños y jujeñas”, comienza la carta del mandatario jujeño, la cual fue difundida a través de sus redes sociales.
En tanto, Morales valoró la decisión de los jueces al considerar que “la justicia no juzgó ideología o activismo social, juzgó hechos concretos de corrupción que todos los argentinos vimos con nuestros propios ojos y que los jujeños padecimos por más de una década”.
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