El jefe de Gabinete, Juan Manzur, viajará en los próximos días a Jerusalén para participar del tradicional encendido de velas de la celebración de Janucá en el Muro de los Lamentos, tras recibir una invitación especial del Gran Rabino de Israel, David Baruch Lau, un influyente y reconocido religioso con el que mantienen una intensa relación de amistad y colaboración.
La convocatoria se trata de un gesto de reconocimiento de las excelentes relaciones y fuertes vínculos que el ministro coordinador mantiene con líderes de la comunidad judía, tanto en Israel, como en Estados Unidos y Europa.
El gobernador tucumano en uso de licencia recibió una carta del gran rabino asquenazí y presidente de la gran corte rabínica de Israel, donde lo consideró “un verdadero amigo”, le agradeció su compromiso con la comunidad judía argentina, y lo invitó a Tierra Santa para participar del acto más importante de la celebración de Janucá, que consiste en el encendido de las nueve luces de una inmensa menorá -el candelabro ritual- que ya se instaló en la Plaza del Muro Occidental.
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Según pudo saber Infobae, representantes diplomáticos de ambos países iniciaron las gestiones para coordinar la visita y participación del jefe de Gabinete en la denominada “fiesta de las luces”, un evento comunitario y religioso de enorme importancia, y donde no hay registros inmediatos de la participación en el acto central de Janucá de un argentino que a la vez es un católico practicante.
También, estaba previsto que el jefe de Gabinete tenga una agenda de reuniones de alto nivel con funcionarios del Estado de Israel y dirigentes del futuro gobierno de Benjamin Netanyahu, quien ya ocupó cinco veces el cargo de primer ministro.
En la carta de invitación del gran Rabino, de acuerdo con los trascendidos, David Baruch Lau le reconoció a Manzur su predisposición en cada encuentro que tuvieron y resaltó que la visita por Janucá -que se concretará en la última semana de diciembre- “fortalecerá la relación” entre el Estado de Israel y la Argentina.
El acto central y simbólico del encendido de las velas de la menorá al que fue invitado a participar el jefe de Gabinete se retransmitirá en directo a través del Facebook del Muro de los Lamentos (Kotel) y el sitio web de la Western Wall Heritage Foundation, informó el sitio Iton Gadol.
Amistad y colaboración
La relación de Manzur con David Baruch Lau se remonta a varios atrás y tuvo un momento clave en el viaje que el entonces gobernador de Tucumán realizó a Israel, donde amplió el círculo de relaciones a las que tenía con influyentes líderes de la comunidad judía de Brooklyn y Manhattan, en Nueva York. A esa gira del dirigente peronista tucumano le siguió la visita a la Argentina del Gran Rabino.
En diciembre de ese año, Manzur y David Lau encabezaron la inauguración del Centro Comunitario y Templo Beit Jabad, en la calle Lamadrid al 700, de la capital tucumana. En el encuentro estuvieron la entonces embajadora Galit Ronen, el presidente de AMIA, Ariel Eichbaum; el presidente de la DAIA, Jorge Knoblovits; y el director de Beit Jabad Tucumán, Daniel Levy.
“Estoy convencido que lo que se construyó en Tucumán es un pedazo de Tierra Santa. A partir de ahora, la provincia va a ser mejor”, aseguró el Gobernador en ese momento y agregó: “Quiera Dios escucharme que las puertas de esta sinagoga sigan abiertas por los siglos de los siglos. Mientras tenga fuerzas voy a hacer todo lo que este a mi alcance para que esto se cumpla”, agregó. “Dijo muy bien el querido Juan Manzur. Un templo es una porción de Tierra Santa”, le respondió David Baruch Lau.
Después de eso, y ya en 2021, cuando fue anunciada la designación del gobernador de Tucumán como jefe de Gabinete, el rabino le envió una carta afectuosa y de buenos deseos: “Te bendigo y que Dios se manifieste a través del trabajo de tus manos”. También, el líder de las cortes rabínicas de Israel definió a Manzur como “el hombre correcto para el lugar correcto” y lo alentó a cumplir sus tareas confiado en que “hará lo mejor en su capacidad” para cumplir los objetivos del gobierno.
Manzur está actualmente en la Jefatura de Gabinete, pero tiene previsto volver a su provincia para ser candidato a vicegobernador de Osvaldo Jaldo, quien ejerce el Ejecutivo tucumano. Sin embargo, el objetivo del dirigente tucumano es asumir un desafío aún mayor: sigue trabajando con bajo perfil en un proyecto nacional. Debe enfrentar el típico dilema de los políticos que quieren ser presidente: no anticiparse ni demorarse en confirmar sus aspiraciones.
Más allá de las reuniones con dirigentes de la comunidad judía, de la Iglesia Católica -es un ferviente miembro de la comunidad católica maronita- y de otros credos, Manzur mantiene encuentros políticos con dirigentes y militantes peronistas del interior del país, del conurbano bonaerense -geografía que conoce por haber sido por años ministro de Salud en La Matanza- y ejerce una representación informal de los mandatarios del norte del país.
Esas reuniones -que forman parte también de su actividad como jefe de Gabinete- se conjugan con una especial atención que el dirigente tucumano le da a los líderes espirituales, entre los que están desde pastores evangélicos, curas del interior o del mundo islámico. La invitación del Gran Rabino de Israel se inscribe en esa lógica.
El gran rabino Lau y el papa Francisco
El Gran Rabino David Baruch Lau no sólo ejerce una función sobresaliente en las cuestiones religiosas, morales y sociales de la comunidad judía de Israel. También es un referente que participa de debates de alcance global. De hecho, en septiembre pasado compartió un encuentro convocado por el papa Francisco con líderes religiosos por la criminal invasión de Rusia a Ucrania. A esa cumbre había sido citado también el titular de la Iglesia Ortodoxa rusa, el patriarca Cirilo, que no asistió.
En su discurso en el VII Congreso de Lideres de Religiones mundiales y tradicionales que se celebró en Nursultán, la capital kazaja, el líder de la Iglesia Católica abogó porque “nunca las religiones justifiquen la violencia” y dijo que “Dios nunca conduce a la guerra”.
El pontífice se reunió en ese momento de manera privado con algunos de los líderes religiosos presentes como el gran imán de Al Azhar (Egipto), Ahmed al Tayeb, y el gran muftí de Kazajistán, Nauryzbay Kazhy Taganuly. También tuvieron un lugar destacado el gran rabino David Lau y su par sefardí Yitzhak Yosef (ambos en la foto), entre otros.
El sentido profundo de Janucá
¿Por qué es relevante la denominada fiesta de las luces? “El mensaje de Janucá es poderosísimo”, explicó el rabino Tzvi Grunblatt, de Jabad Argentina, en un video grabado el año pasado para Infobae: “Tiene más de dos mil años y es oportuno en un mundo como hoy, donde muchas veces nos perdemos frente a lo que es un cúmulo de problemas y de situaciones que parece que nos superan totalmente. Janucá nos trae un mensaje alentador”.
En concreto, la celebración se remonta a un hecho histórico ocurrido hace mas de 2.200 años. Janucá conmemora el coraje de un pequeño grupo hebreo, los macabeos, que se rebeló contra el ejército de Antíoco cuando éste prohibió la observancia del judaísmo. El milagro de su triunfo fue seguido por el del aceite al encender la menorá (candelabro ritual), del recuperado Templo Sagrado de Jerusalem.
Lo que debía durar una jornada fue suficiente para iluminar durante ocho días. Por este motivo, la costumbre es encender velas, comenzando por una la primera fecha y completando la junukiá de ocho velas (candelabro de Janucá) la última noche. Se enciende la luz para terminar con los días oscuros y para recordar que los milagros son posibles. Cada una de las velas debió ser encendida al anochecer de cada día y no pueden ser utilizadas para otro motivo que la reflexión y contemplación.
Consciente de que su imagen no pasará inadvertida en ese evento de alcance global, Manzur aceleró en los últimos días los preparativos para el viaje y, aseguran en gobierno, está todo listo. Apenas falta día y hora.
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