La jueza Ana María Figueroa fue elegida hoy presidenta de la Cámara Federal de Casación Penal, el máximo tribunal penal del país después de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, para el 2023. Figueroa fue electa por mayoría en un acuerdo general de Casación que se realizó hoy en el que se mantuvo al magistrado Mariano Borinsky como vicepresidente primero y a Daniel Petrone como vicepresidente segundo del tribunal.
La elección era clave para el futuro de las causas judiciales más políticas. El presidente de Casación no integra sala el año que le toca esa responsabilidad. Una de las posibilidades era que Borinsky sea el presidente y así se abría la ventana para que salga de la Sala IV que el año que viene tiene que revisar la condena de seis años de prisión y de inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos de la vicepresidenta Cristina Kirchner por el caso de la obra pública en Santa Cruz.
Figueroa reemplazará en la presidencia a Alejandro Slokar que regresa a la Sala II de Casación donde entre otras causas está el expediente por el espionaje a familiares de víctimas del ARA San Juan en el que el ex presidente Mauricio Macri estuvo procesado.
La presidencia de Casación es un cargo administrativo pero tiene un peso político importante, sobre todo para el 2023 que será de elecciones presidenciales. Figueroa es una jueza cercana la oficialismo y ha intervenido en causas que involucran a Cristina Kirchner. De hecho, a pesar de la Presidencia, debe resolver los expedientes “Los Sauces-Hotesur” y la firma del memorándum de entendimiento con Irán en el que la vicepresidenta fue sobreseída y la Fiscalía apeló para que esa decisión se revoque y se hagan los juicios orales.
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La elección de autoridades ocurrió esta mañana en el primer piso de los tribunales de Comodoro Py donde se encuentra la Cámara de Casación. Por la rotación, la presidencia le correspondía a Borinsky por ser el vicepresidente primero pero cedió su lugar a Figueroa, la vicepresidenta segunda. Fuentes judiciales informaron a Infobae que la nueva presidenta fue electa con los votos de Borinsky, Javier Carbajo, Gustavo Hornos, Angela Ledesma, Slokar, Eduardo Riggi, Juan Carlos Gemignani y el de Figueroa. Se opusieron los jueces Carlos Mahiques, Diego Barroetaveña y Guillermo Yacobucci. Petrone se abstuvo de votar. Luego se eligieron el resto de las autoridades. La vicepresidenta primero quedó para Borinsky y la segunda para Petrone.
Figueroa cumplirá en agosto próximo 75 años. Es la edad máxima que establece la Constitución Nacional para ser juez. Se puede continuar pero se requiere el aval del Poder Ejecutivo y el acuerdo del Senado Nacional. Figueroa no solicitó su continuidad y en Casación dicen que el plazo para hacerlo venció porque es un año antes de los 75. Las fuentes consultadas no quisieron aventurar sobre el futuro. Pero si el esquema es el actual la presidencia de Figueroa será hasta agosto del año que viene.
Con la asunción en la presidencia -que será desde el próximo 1 de enero- Figueroa sale de la Sala de I. Ese lugar debía ser ocupado por el presidente saliente pero Slokar pidió volver a su sala original, la II, de la que se retira Mahiques para ingresar a la Sala I.
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Las salas de Casación para el 2023 quedaron de esta manera. La Sala I con Barroetaveña, Petrone y Mahiques; la Sala II con Ledesma, Slokar y Yacobucci; la Sala III con Riggi, Gemignani y Borinsky como suborgante; y la Sala IV con Hornos, Carbajo y Borinsky.
Con la integración de las salas quedó resuelto cómo será la conformación para la causa de la obra pública. Serán los jueces Hornos, Borinsky y Carbajo quienes el año que viene deban resolver el caso. Se trata de la condena a Cristina Kirchner y otros acusados que dictó el seis de diciembre el Tribunal Oral Federal 2. En 9 de marzo el tribunal oral dará a conocer los fundamentos y desde ahí las partes tienen 10 días hábiles para apelar la decisión.
El caso ingresará a la Sala IV que primero debe convocar a una audiencia para escuchar los argumentos de las partes y luego quedarán en condiciones de resolver.
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